Fabián Servín, uno de los dirigentes mencionados en los mails de inteligencia, habló de los antecedentes de persecusión del gobierno formoseño contra el PO.
“Personas integrantes del Partido Obrero, encabezados por Fabián Servín, se ubicaron con una mesa de trabajo exhibiendo un cartel con la leyenda 'Salario = Canasta Básica $ 11.000'”, dice uno de los casi cien correos electrónicos que integran la denuncia por “espionaje” contra el gobernador K de Formosa, Gildo Insfrán, y otros funcionarios.
Ayer, los dirigentes del PO formoseño y la abogada de la Asociación Profesionales en Lucha (ApeL), Liliana Alaniz, realizaron una presentación, que recayó en el Juzgado Federal N° 2, contra el gobernador, su ministro de Gobierno, Jorge González, y la ministra de Seguridad de la Nación, María Cecilia Rodríguez, debido a la violación de la Ley de Inteligencia interna, que impide este tipo de tareas.
En diálogo con Clarín, Servín, el militante mencionado en los mails, contó detalles de la presentación y cuál fue su sensación al enterarse de la inteligencia a la que eran sometidas las actividades que hacían en la provincia.
“Si bien teníamos la sospecha, debido a los antecedentes en movilizaciones donde vemos personas con cámaras filmando y sacando fotos, nos ha impactado en lo personal”, afirmó Servín. Y agregó: “La sensación es de vulnerabilidad total, algo parecido a cuando entraron a robar a mi casa y me sentí vulnerado frente a algo extremo”.
La dirigencia del PO formoseño se enteró de la existencia de este seguimiento por parte de agentes de inteligencia, a partir de una investigación del periodista Diego Rojas, quien les acercó el material correspondiente, que hoy integra la denuncia.
“Tenemos en nuestro poder dos informes, donde detallan una actividad callejera y otra en un domicilio particular, con lo cual eso nos da a nosotros la pauta de un trabajo de espionaje y persecusión”, señaló.
“Situación mesiteros”, reza el mail que detalla el contenido de los volantes repartidos, el costo de los periódicos de Editorial Prensa Obrera y el horario de comienzo y finalización de las actividades, reportados -al parecer- por el Departamento de Investigaciones de la Policía provincial, a cargo del comisario Walter Arroyo, que remitía la información a la casilla personal del gobernador Insfrán.
Para Servín, la veracidad de estos seguimientos radica en “el detalle puntilloso de nuestras actividades" y en que "el Gobierno tiene con nosotros un frondoso prontuario de persecusión”.
Las tareas de espionaje se realizaban contra periodistas, políticos opositores y contra Félix Díaz, el cacique de la comunidad QOM La Primavera, en Formosa y también en el acampe que mantiene desde hace unos días en la avenida 9 de Julio en la Ciudad de Buenos Aires.
“Esperamos que la Justicia avance, nos haremos presente, a medida que consigamos pruebas las aportaremos y nos presentaremos como querellantes”, concluyó Servín.
Desde el Foro de Periodismo Argentino (FOPEA) se emitió un alerta por esta denuncia, que afecta la libertad de expresión. Hasta el momento, el gobierno provincial no emitió una respuesta oficial sobre la grave denuncia contra su titular.
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