El vicegobernador Floro Bogado saludó cálidamente a todos los maestros formoseños en su día, como docente que ejerciera en los distintos niveles de la enseñanza a nivel provincial y nacional, en el campo y la ciudad.
Señaló esta labor como “una de las más nobles de las profesiones”, en tanto que evocó a sus maestros como “actores fundamentales que dejaron una huella profunda en su formación tanto pedagógica como humana”.
Destacó “la influencia decisiva del maestro para formar ciudadanos con valores trascendentes, ellos son los que tienen las verdaderas herramientas del desarrollo social con rostro humano para incluir, sin excepción, a todas las personas, hechas a imagen y semejanza del divino Maestro, en una comunidad organizada, donde se realicen plenamente, con capacidad crítica para sortear todo tipos de desafíos signados por la pedagogía neoliberal, esa que persiste en mentalizarnos que el éxito reside en el “tener antes que en el ser”, que nos quiere fabricar una vida exitista, llena de necesidades superfluas y convicciones económicas antes que éticas; en este contexto, el maestro también es un poderoso instrumento de dignificación y esperanza liberadora; por ende, la misión de educar más que una expresión de deseos del pasado es una obligación de todos los tiempos, donde siempre será imprescindible su presencia, capaz de cultivar a las nuevas generaciones para que florezcan y perfumen un mundo de cambios convulsionados por la cultura del descarte y desencuentro”, añadió.
Reflexionó además, sobre “la difícil planificación educativa del futuro, porque los hechos nos toman por sorpresa, desafían nuestros hábitos y costumbres para superar los escollos del camino, no obstante, nuestra generación se mostrará a la altura de la promesa que hay en cada joven cuando sepa ofrecer espacio; generar las condiciones materiales y espirituales para su pleno desarrollo; dejarle en herencia un mundo que corresponda a la medida de la vida humana; despertar en el las mejores potencialidades para ser protagonista de su propio porvenir, y corresponsable del destino de todos”, como bien lo expresaba el papa Francisco.
“La educación requiere de nuevos modelos que recuperen la noción del conocimiento para toda la vida como una acción continua de ésta, pero tal vez sería bueno volver a las sendas fecundas de ese famoso adagio latino de Juvenal:
‘Cuerpo sano, mente sana’ cuyo alcance es mucho más profundo que el significado moderno, ese tenía que ver, –señaló– con el arete griego, con la enseñanza profundamente cristiana y humanista cuyas cualidades cívicas, morales e intelectuales queremos fortalecer, en definitiva –dijo– “no se trata de una inversión del capital humano para generar un crecimiento económico, sino para despertar seres humanos mejores, que trabajen mancomunadamente para una Argentina más ecuánime, más promisoria y más feliz, así como para profundizar la integración sudamericana y la conciliación universal, preservando la paz y la justicia social, factores imprescindibles para seguir recreando la obra de Dios en la tierra a favor de la dignidad de los pueblos y de la persona humana”, concluyó el vicegobernador Floro Bogado.
Comentá la nota