Anunció una modificación del esquema cambiario para agilizar el acceso a divisas y controlar la inflación
Por Daniel Lozano
CARACAS.- El gobierno de Nicolás Maduro notificó ayer al país su nueva apuesta cambiaria, un sistema dual que devalúa la moneda sólo tres semanas después del avance realizado en febrero. "No es una especie de engranaje suelto en la política económica venezolana, sino un componente de un plan articulado en diferentes frentes", advirtió el nuevo zar económico, el vicepresidente Miguel Pérez Abad, a todos aquellos ingenuos que todavía esperaban un milagro económico.
El anuncio gubernamental supone todo lo contrario: más de lo mismo. El primer cambio oficial pasa a denominarse tasa de cambio protegido (Dipro) y, como ya se comunicó, pasa de 6,30 a 10 bolívares por dólar, sólo para medicinas, alimentos y acciones prioritarias. Esta adaptación ya supuso una devaluación del 58% para esta franja de la economía.
"Buscamos direccionar las divisas a sectores estratégicos, como insumos médicos y alimentos", reconoció Pérez Abad, que se vio obligado a señalar que "los compromisos con los proveedores en el exterior se irán pagando en la medida de lo posible".
La segunda tasa de cambio, flotante, bautizada Dicom, se fija desde 200 bolívares por billete verde y concentra lo que antes se llamaba Sicad y Simadi. Es decir, pasa de 12 y 50 bolívares por dólar hasta una banda que se estima fluctuará entre 200 y 300 por billete americano. Supone la devaluación del 300% y 500%, respectivamente.
"Diferentes nombres para las tasas de cambio, mismo desastre cambiario", resumió el economista Luis Oliveros. "El mismo sistema cambiario, pero con otro nombre, no hay un intento de corregir. Lo correcto es unificar", criticó el diputado opositor José Guerra, ministro económico en la sombra de la Mesa de la Unidad Democrática.
En definitiva, muchas dudas en cuanto a las soluciones y una gran certeza: se trata del mismo sistema pero sin los dólares de la bonanza petrolera, con los que se cubrían las necesidades de un país que hoy sufre una devastadora crisis económica y social.
Pese a la tesitura, Pérez Abad quiso lanzar algún mensaje de optimismo cuando su rostro reflejaba todo lo contrario: parecía un funeral. "Gracias al control de cambio (medida impuesta por Hugo Chávez hace 13 años) tenemos recursos internacionales", se ufanó el titular de Economía, olvidando que las citadas reservas han pasado de más de 32.000 millones de dólares a los 13.000 actuales.
"Estamos en el mejor momento para los sectores productivos", añadió, pese a que el país sufre una aguda crisis de escasez de alimentos y medicinas y de desabastecimiento de productos básicos por culpa del modelo chavista implantado, que puso al petróleo sobre todas las cosas y que resquebrajó la producción nacional con unas expropiaciones que han fracasado.
"No hay absolutamente ninguna sorpresa. Y tampoco un cambio de fondo con respecto a lo que no ha funcionado", concluyó Luis Vicente León, presidente de Datanálisis.
El venezolano lleva años inmerso en una verdadera ensalada de siglas y de nombres grandilocuentes que sólo consiguen profundizar el agujero económico. Recadi, Cadivi, Cencoex, Sicad, Sitme, Simadi y ahora los nuevos Dipro y Dicom para resultados cada vez peores y con un dólar blue desatado: ayer cotizaba a 1163 bolívares por dólar. Y todo ello pese a los constantes ataques que sufre, empezando por Nicolás Maduro, que en 2013 prometió: "Vamos a pulverizar al perverso dólar paralelo".
Sólo tres años después, la pulverizada es la economía venezolana, una de las peores del planeta. La mayor inflación del mundo -141% según el Banco Central de Venezuela-, y de más del 300% sólo en los alimentos. El PBI cayó más de ocho puntos y las colas para comprar alimentos y medicinas esclavizan a los venezolanos todos los días.
"¿Qué venezolanos pueden comprar dólares a 10 bolívares? El antro más grande de corrupción en la historia es el control cambiario impuesto por este gobierno", acusó el opositor gobernador de Miranda, Henrique Capriles.
Esa opinión no sólo es de los opositores. La ex ministra chavista Mari Pili Hernández reclamó a Maduro que elimine el control de cambio "porque sólo sirve para hacer millonarios a un grupito de 100 o 200 personas, criminales de la peor calaña". Jorge Giordani, ex vicepresidente económico y gurú marxista de Chávez durante 20 años, ha denunciado de forma reiterada que estas adjudicaciones de divisas están marcadas por una gigantesca corrupción.
El ex ministro, que hoy lidera el ala disidente de la revolución, calcula que entre 200.000 y 300.000 millones de dólares habrían desaparecido de las arcas del Estado.
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