A este pliego suelen concurrir las mayores constructoras del país y que actualmente realizan FCC, Sacyr, OHLA, Acciona, Urbaser, Cespa y Ascan
El Tribunal Administrativo de Contratación Pública de la Comunidad de Madrid ha suspendido la adjudicación de un contrato de recogida de residuos en la capital, que tiene un valor de más de 1.600 millones de euros, después de que la Federación Española de la Recuperación y el Reciclaje (FER) haya interpuesto un recurso contra la licitación, según adelanta la agencia Europa Press. La patronal del reciclaje cree que el principal problema es que el nuevo sistema que el Ayuntamiento de Madrid va a estrenar este año en los contratos de recogidas de basuras deja fuera a las empresas privadas especializadas en la recogida del textil, a las que representa la FER.
Se trata de un contrato al que suelen concurrir las mayores constructoras del país y que actualmente realizan FCC, Sacyr, OHLA, Acciona, Urbaser, Cespa y Ascan, empresas que se adjudicaron el último contrato en 2016 y vencerá el próximo 1 de noviembre, momento para el cual ya tendrá que estar adjudicado un nuevo contrato.
Hasta ahora, la recogida de ropa usada se llevaba a cabo por separado por parte de empresas especializadas en el reciclado del textil, pero el Ayuntamiento ha decidido incorporar ahora este segmento al contrato principal, por lo que estas empresas especializadas no podrán licitar al no poder asumir el resto de servicios de recogida de papel o envases, entre otros.
Además, los pliegos del contrato introducen una cláusula para que la recogida del textil la hagan únicamente empresas de inserción (como Cáritas), dejando de esta forma a las empresas privadas de recogida de ropa fuera del mercado por primera vez.
En su recurso, la FER solicitaba la suspensión del procedimiento hasta que se resolviera esta situación, con el fin de evitar perjuicios a los intereses de los licitadores, algo que el Tribunal Administrativo ha aceptado, teniendo en cuenta que entre esta semana y la siguiente ya se iban a conocer las empresas concurrentes y sus ofertas económicas, pudiendo salvaguardar aún el secreto de sus propuestas.
En un informe, la patronal destaca la importancia del reciclado textil, que genera en torno a 890 millones de kilos de residuos en España (19 por persona), de los que solo se reciclan el 11%, con el impacto medioambiental que eso supone (el 20% de la contaminación mundial del agua deriva de la producción textil).
La limpieza urbana, por ejemplo, es el servicio que más quejas concentra en el buzón del Ayuntamiento junto con la recogida de residuos, tal y como se recoge en las memorias anuales. En 2020, pese a la pandemia, se recibieron 3.630 quejas. En 2019, el primero de Almeida en el poder, 5.083; mientras que en 2018 se alcanzaron 4.544 denuncias de los ciudadanos.
Preocupación por la limpieza
La limpieza, que en 2019 era un problema para el 40% de los madrileños, ahora lo es para el 28,9% de los madrileños, casi 11 puntos menos, pero entre las grandes preocupaciones, según la última encuesta municipal. Durante la etapa de Manuela Carmena, el contrato de basura fue muy polémico. Venía heredado del anterior alcaldesa del PP, Ana Botella, que licitó la limpieza municipal por 10 años y 2.317 millones de euros. ¿Qué hicieron después estas empresas? Recortes y despidos. Con aquel contrato del PP, el Ayuntamiento dejó de exigir una plantilla mínima para mantener limpia la ciudad. Este es el origen del problema de la limpieza que aún colea en la capital de España. Almeida licitó el nuevo contrato de basuras el pasado mes de noviembre por 1.636 millones de euros anuales, que supone el 32% del presupuesto municipal. El servicio ahora es más automatizado con 411 barrenderos menos y 116 vehículos más que en 2013. Por distritos, Puente de Vallecas y Chamberí son los vecinos que consideran que sus calles están más sucias.
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