El Presidente criticó desde Vietnam el intento del peronismo de frenar el decreto sobre extinción de dominio; minimizó el desafío de Lousteau y anunció que irá por la reelección
El presidente Mauricio Macri levanta la vista y gira levemente la cabeza hacia la izquierda. "Así no se puede", dice con fastidio. Por primera vez durante la entrevista hace una pausa. Son solo unos segundos. Cuatro o cinco. Los suficientes para elegir las palabras justas. "Hay [en el peronismo] una vocación de retener privilegios y abusos a cualquier costo", acusa con dureza.
Es la primera reacción del Presidente tras el freno que impuso el peronismo al decreto que habilitó el sistema de extinción de dominio, el mecanismo creado para acelerar la recuperación de bienes de la corrupción y el narcotráfico. "Habla mal de ellos", fustiga.
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En una entrevista con LA NACION en el cierre de su gira por Asia, el jefe del Estado defiende el rumbo económico y plantea que, sin las medidas que tomó, el país se hubiera sumido en una crisis. "Hubiésemos terminado como en 2001", describe el Presidente, que ratifica que irá por la reelección. Durante la charla, que duró 25 minutos, también habló de Cristina Kirchner, la UCR y el fallo de la Corte a favor de San Luis.
- Señor Presidente, ¿va a ir por la reelección?
-Sí, ya he dicho que estoy listo.
-Hasta ahora había expresado que dependía de si los argentinos creían que "el cambio vale la pena"...
-Este proceso de cambio está recién en el principio; no puedo abandonar algo que he iniciado. Espero que los argentinos reconfirmen que el camino que hemos tomado es el correcto y que vamos a persistir. Los argentinos tenemos que reconfirmar todos los días que queremos una sociedad con una calidad democrática superior, lo que significa mayor transparencia, decirnos la verdad, instituciones sólidas.
-En ese sentido, el peronismo se unió esta semana para rechazar su decreto de necesidad y urgencia (DNU) sobre la extinción de dominio. ¿Qué piensa sobre eso?
-Lo que está haciendo el peronismo habla mal de ellos. Un eje central del cambio es ponerle fin a la impunidad y que devuelvan lo que se robaron. No se trata del DNU que planteamos, porque ya iban tres años de debate en el Congreso y la verdad es que los argentinos queremos que devuelvan lo que se robaron. Esa plata son las cloacas que no tenemos, las rutas que no tenemos, la energía que nos falta.
-¿Lo sorprendió la unión de diferentes sectores como el kirchnerismo y el Peronismo Federal?
-Como argentino, me duele. Hay [en el peronismo] una vocación de retener privilegios y abusos a cualquier costo. Así no se puede... Es no entender que el primer responsable del 30% de pobreza que tenemos en la Argentina es la corrupción. A las más de un millón de personas a las que les hemos podido llevar cloacas en estos tres años de gobierno tenían derecho a eso hace mucho tiempo. La mayoría de las obras que hemos terminado y las que están en curso estaban prometidas hace 20, 30 y 40 años. Es muy importante que entendamos eso y creo que todavía hay muchos argentinos que no se dan cuenta. Por eso digo que hoy estamos en una base mucho más sólida para poder crecer que en 2015.
-En una entrevista con LA NACION Martín Lousteau reclamó por internas en Cambiemos. ¿Qué le parecieron sus palabras?
-Vi el título nada más.
-¿Está dispuesto a habilitar la interna para la candidatura presidencial ante el desafío de la UCR?
-En Cambiemos siempre ha habido capacidad de opinar. Si hemos fomentado la libertad de expresión y de disenso en general, obviamente también en Cambiemos. La verdad es que Cambiemos está más sólido que el día cero. Hay una mesa nacional de Cambiemos [los referentes son Marcos Peña, Horacio Rodríguez Larreta, María Eugenia Vidal, Francisco Quintana y Rogelio Frigerio, entre otros] que se ha encargado de cerrar todos los distritos, la mayoría con candidaturas únicas. Pero en otras había candidatos que nos podían conciliar y pidieron interna. Esa mesa será la que defina qué se hace a nivel presidencial.
-Entonces, ¿considera que fue un reclamo injusto el de Martín Lousteau?
-Cada uno se expresa como le parece. En este viaje los invité a que conozcan la importancia de la India y Vietnam para nuestro futuro. Que conozcan, como lo he hecho con todos los que he invitado en cada viaje, para ayudarlos a entender el mundo. Aislados del mundo no tenemos futuro. Espero que les haya servido el viaje para aprender y transmitir esto.
-¿Aprender como le sucedió con Sergio Massa? [En 2016 lo presentó en Davos como el futuro del peronismo]
-[Risas] A veces aprenden y a veces no. A veces no me va tan bien.
-El Indec reconoció que se perdieron 117.000 puestos de trabajo en 2018. A la caída del empleo, se le sumó la caída del poder adquisitivo del salario. Generar trabajo genuino y la inflación fueron dos ejes de su campaña en 2015. Además de lo que pasó en el mundo y la sequía, ¿por qué cree que falló?
-No, no... ¡No es "además"! La Argentina tiene problemas estructurales graves, muchos de ellos profundizados enormemente en el gobierno anterior. Nosotros arrancamos a insertarnos en el mundo, salimos del default y planteamos una agenda de crecimiento, pero como no había consenso para hacer reformas estructurales decidimos ir gradualmente y ver cómo lidiábamos con el tema sobre la base del endeudamiento con los mercados. En 2018, cuando veníamos bien, las tensiones de Estados Unidos con China giran y los mercados emergentes se quedaron sin financiamiento y encima nos tocó la peor sequía en 50 años. Por eso agradezco como han bancado los argentinos y el apoyo internacional, a través del FMI, así comenzamos a salir de la tormenta. Si no hubiésemos reaccionado a la velocidad que lo hicimos, hubiésemos terminado como en 2001.
-Se redujo la emisión, cayó la actividad, pero la inflación no cede. ¿No contempla actuar sobre los formadores de precios?
-El objetivo número uno es reducir la pobreza y la principal causal de pobreza es la inflación. Siempre la inflación estafa al que menos tiene. Hoy, con una política monetaria seria y un presupuesto aprobado hacia el equilibrio fiscal primario, la inflación de este año va a ser sustancialmente más baja que la de 2018. Y si persistimos y volvemos a aprobar [en el Congreso] un presupuesto que contemple algo que tal vez es el eje principal de la justicia social, que es bajar la pobreza, tenemos que combatir la inflación. Si lo podemos ratificar este año, en 2020 va a seguir bajando y en los próximos años vamos a tener un dígito de inflación.
-Entonces, ¿usted cree que no hace falta actuar sobre los formadores de precios?
-Por más terror que haya, no ha funcionado en ninguna parte del mundo. Sirve tener un mercado competitivo de precios y tener un Estado que no genere este nivel de desorden que ha generado en la Argentina en las últimas décadas.
-Después de cuatro años todo indica que volverá a competir en las urnas contra Cristina Fernández de Kirchner. ¿Qué piensa sobre eso?
-Uno esperaba que el peronismo se hubiese renovado en su liderazgo, pero no lo logró.
-¿Visualiza a la expresidenta como su rival en octubre?
-No es lo que visualizó yo, es lo que dice la sociedad. Nosotros no lo fomentamos. Es así, ella y su marido lideraron el país durante 12 años y hay gente que cree que un modelo aislado del mundo y basado en que el Estado le va a suministrar absolutamente todo es sostenible en el tiempo. El populismo durante un tiempo genera una fascinación porque, claro, se distribuyen todas las reservas que tiene el país. Ellos se fueron después de haber destruido todas las reservas. Todo se había consumido.
-Roberto Lavagna, el massismo y el kirchnerismo y hasta la CGT, que se entrevistaron con la delegación del FMI, aseguran que va a ser necesario renegociar el acuerdo porque es imposible de cumplir. ¿Va a ser necesario renegociar con el Fondo Monetario Internacional?
-Sería hacer de vuelta lo que ya ha hecho la Argentina, tal vez como en ningún otro lugar del mundo, reiteradamente en el último medio siglo. Nos hace no creíbles, no confiables. Lo más importante en la vida es la confianza. Por eso les pido a los argentinos que, más allá de todo lo que hemos vivido, tengan confianza en lo que están haciendo. Si volvemos a buscar el atajo, la avivada de decir que no vamos a pagar, nos va a llevar a años de retraso. Tenemos que decir que aprendimos de nuestro pasado. Cuando escucho estas propuestas por parte del peronismo, digo: "Son lo que ellos nos han dado durante muchos años y así estamos". Así estamos después de todas las recetas que ellos aplicaron.
-Gabriela Michetti, Patricia Bullrich y Carolina Stanley suenan como compañeras de fórmula para buscar el próximo mandato. ¿Ya tomó una decisión sobre la candidata a vicepresidenta?
-No hay ninguna decisión al respecto. Faltan cuatro meses para el cierre de listas. Mi foco está en la gestión.
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