Sostener de manera holgada el dominio en su principal bastión electoral. Y fortalecer la "construcción de una alternativa" para 2015 que lo tenga como principal eje y protagonista.
Sin embargo, la orfandad de candidatos de Pro con posibilidades de triunfo más allá de los límites de la avenida General Paz (y sin Gabriela Michetti o él mismo como postulantes) pone puntos suspensivos al proyecto presidencial del jefe de gobierno porteño.
De la mano de su ministro de Gobierno, Emilio Monzó, Macri intentó llegar a estos comicios con fuertes aliados peronistas y radicales. No lo logró en Capital (se frustraron las negociaciones con Roberto Lavagna y Martín Lousteau), y tampoco en la provincia de Buenos Aires, donde luego de marchas y contramarchas en un armado que contempló incluir también al gobernador bonaerense, Daniel Scioli, el acuerdo sellado finalmente con Sergio Massa lo condenó a un papel secundario en el principal escenario electoral.
En el resto del país, las esperanzas son más bien modestas: una banca en el Senado para Alfredo de Angeli; el segundo puesto de Miguel del Sel en Santa Fe, y una banca para el ex árbitro Héctor Baldassi en Córdoba conforman las expectativas "de máxima" del macrismo para los comicios de octubre. A esta cosecha se sumaría el eventual éxito de aliados como Juan Carlos Romero en Salta, Liliana Fadul en Tierra del Fuego, Jorge Yoma en La Rioja y el Frente Cívico de Catamarca.
El previsible triunfo de Gabriela Michetti y Sergio Bergman en Capital (en lo posible, por más de diez puntos de diferencia sobre el segundo) alimentará el plan presidencial de Macri, que ya tiene sede alquilada en San Telmo. Para la construcción nacional? habrá que trabajar bastante más
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