El Presidente le soltó la mano para que condujera la AFA. El conductor se enojó y lo cruza con dureza.
Nacha Guevara le tiraba besos. Moria Casán aplaudía con los brazos en alto, casi como rindiéndole homenaje. Detrás de cámara, un humorista le gritaba “futuro presidente” y lo alentaba con un “vamos Daniel”. La escena duró seis minutos y treinta y ocho segundos. Mauricio Macri vio la repetición porque ese día, esa medianoche, respondía preguntas en un programa de contenidos estrictamente políticos. Fue el 22 de octubre del año pasado. Cierre de campaña. Daniel Scioli se había salido con la suya: daba el último mensaje en el programa más visto de la Argentina. Macri se enteraba por los mensajes en su celular y estallaba de furia contra Marcelo Tinelli. Era el comienzo de una nueva relación entre ellos: pasaron de cenar juntos con sus esposas a una relación distante y con pases de factura que nadie se anima a pronosticar hasta dónde puede llegar a escalar.
Más de diez fuentes consultadas por Clarín coinciden: Macri apostó en secreto para evitar que Tinelli fuera el presidente de la AFA y el conductor, que se la vio venir en al menos dos encuentros que mantuvieron a solas, comenzó a mostrarle los dientes desde principios del año por Twitter, donde tiene más de siete millones de seguidores. Como si fuera poco, ya decidió que este año volverán las imitaciones políticas a la pantalla de El Trece.
En el Gobierno hay quienes buscan bajar la tensión con el rey del rating. Pero existe preocupación. Tinelli viene teniendo semanas intensas en la red del pajarito. Estilo Tinelli: siempre con sarcasmo y de menor a mayor. Arrancó con referencias a los dibujos de los nuevos billetes que anunció el Banco Central, saltó a los prófugos del Triple Crimen y al perrito Balcarce en el sillón presidencial y aceleró fuerte hace cuatro días: “ Si seguimos así, en mayo para comprar un kilo de asado, vas a tener que estar en el top five de Forbes”, escribió. Los portales subieron rápido el tuit. Una estocada directa a la Casa Rosadaen momentos en que se discuten paritarias y suba de tarifas. Los macristas, adictos a las redes sociales, intercambiaban mensajes.
Cuentan que, con la discreción que lo caracteriza, Horacio Rodríguez Larreta se reunió con Tinelli en su casa. Primero, dada la amistad que cultivan, charlaron sobre los hijos, del rumbo de la gestión porteña y de fútbol. Pero el tema era inevitable:
- Marcelo, ¿Podrás aflojar con los tuits contra Mauricio? -le pidió el jefe de Gobierno
Tinelli, que se dejó fotografiar con Larreta en la campaña por la Ciudad e incluso le dio minutos en su pantalla para que se mostrara junto a su esposa, Bárbara Diez (dato: Diez, la wedding planner de los famosos, organizó el último cumpleaños de Guillermina Valdes, la pareja de Tinelli) le respondió con respeto pero firme:
- Ya sabés, Horacio. Yo soy libre y voy a seguir siéndolo.
Tinelli le dejó en claro que este año volverá el humor a su ciclo. Se da justo cuando en su entorno crece el malestar con el Presidente. “Hizo todo lo posible para que Marcelo no fuera el presidente de la AFA por el solo hecho de haber recibido a Scioli en su programa. Habla de diálogo y de paz pero hizo todo lo posible para vengarse”, dicen. Los más tinellistas recuerdan que cuando Macri fue a bailar al programa apoyó su candidatura a la AFA.
Días atrás, luego de los tuits, le preguntaron a Macri por su relación con Tinelli. Respuesta: “Tengo la misma relación de siempre”. Aseguran que le restó importancia a su supuesto rol en el futuro de la AFA. Uno de sus asesores replica que “si Marcelo no fue elegido presidente no es culpa de Mauricio. Le faltaron votos”.
Sin embargo, los colaboradores del conductor creen que Daniel Angelici, el presidente de Boca y operador todoterreno de Macri, se ocupó de moverse para impedirlo: “Apenas pasaron las presidenciales El Tano se puso a convencer dirigentes para que no lo apoyaran cuando antes el propio Macri nos había apoyado en cámara”.
Astuto como pocos, Tinelli percibió el cambio de clima durante sus charlas con Macri. En una de esas conversaciones habían hablado del futuro de Fútbol para Todos. Tinelli sugirió el nombre de Felipe McGough para que estuviera al frente. Pero al poco tiempo el designado fue Fernando Marín. El elegido se hizo notar varias veces en las reuniones en la AFA. “Vengo con un mensaje del Presidente...”, deslizó en charlas reservadas.
Tinelli se prepara para convivir con esa realidad, aunque uno de sus hombres cercanos anticipa: “Marcelo va a pelear hasta último momento para presidir la AFA”.
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