Las grietas en el TSJ porteño se profundizaron con la renuncia a la Presidencia del Magistrado José Osvaldo Casás.Aún no está confirmado oficialmente, pero todo indica que el aliado del jefe de Gobierno porteño, el actual Vicepresidente, Luis Lozano ocuparía su lugar.
Inmediatamente después de votar en contra del sistema de voto electrónico que impulsa el Gobierno porteño, el titular José Osvaldo Casás, presentó su renuncia a la presidencia del Tribunal. El lugar que deja vacante sería ocupado por un aliado del PRO, el hasta ahora vicepresidente, Luis Francisco Lozano.
Las razones que empujaron a Casás a abandonar el Excelentísimo Tribunal en principio se vinculan con cuestiones de salud. El año pasado ya había presentado problemas que ponían en duda su constinuidad y lo ratifica en la carta de renuncia: “Anticipo de este modo la decisión que frente al imprevisto nombramiento con que fui sorprendido convine adoptar con mis colegas a más tardar el 28 de febrero del corriente año, supeditándolo, en aquella oportunidad, a una evaluación cardiológicaque regularmente me realizo en mi condición de revascularizado hace más de diecinueve años, estudios cuyos resultados aún no obran en mi poder, pero que nada hace presuponer que indiquen un estado de salud más comprometido que el que resultaba en anteriores exámenes”.
No obstante a su salud, donde advierte acerca de sus estudios cardiológicos deja claro que también deja el cargo porque no está de acuerdo con el sistema con el que votarán los porteños aprobado recientemente por el TSJ.
De esta manera el sillón de la presidencia del Tribunal Superior de Justicia lo volvería a ocupar Luis Francisco Solano.Cuestión que de cara a un año electoral favorece al PRO en la Ciudad, ya que el organismo designado para controlar las próximas PASO pasaría a estar bajo la órbita de un magistrado que mantiene buenas relaciones con el jefe de Gobierno, Mauricio Macri, quien no desestima proponerlo como futuro integrante de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, en caso de que llegue a la Casa Rosada.
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