El ex presidente y el CEO de La Nación la quieren sumar a un frente que impida la designación del juez federal en la Corte Suprema.
Por Pablo Dipierri
Mauricio Macri y Julio Saguier, accionista y CEO del diario La Nación, están en conversaciones con Victoria Villarruel para ver si es posible trabar la designación del juez federal Ariel Lijo como integrante de la Corte Suprema. Como reveló LPO en su momento, meses atrás Saguier se reunió por este tema con la vicepresidenta en el Senado.
La torpeza política de Karina MIlei está favoreciendo estos contactos. El ataque permanente de la hermana del Presidente a Villarruel ya es motivo de malestar entre los propios senadores libertarios, que creen que son contraproducentes y empujan a la vicepresidenta a diferenciarse de las iniciativas más polémicas de la Casa Rosada.
Un malestar que incluso llega a los bloques aliados: radicales, macristas y provinciales. "Hay senadores para los cuales Villarruel es la única ventanilla del gobierno", explicó a LPO un senador libertario.
Ese atributo, por otra parte, es aprovechado con astucia política por la vicepresidenta, que aceptó en silencio que la marginen de las negociaciones por la Ley Bases en el Senado y esperó que la vayan a buscar a último momento y contra el disgusto del propio Javier Milei, dándose el gusto hasta para desempatar la votación en recinto.
Desde un despacho libertario reconocieron a LPO que "todo interlocutor puesto por el Ejecutivo en el Senado sucumbió", y enumeraron a "los dos Menem (Lule y Martín), (Omar) De Marchi, algo intentó (Ezequiel) Atauche, los chicos de (Guillermo) Francos (por Lisandro Catalán y María Ibarzábal Murphy)". "Todos fracasaron", aseguraron.
Hay senadores para los cuales Villarruel es la única ventanilla del gobierno. La realidad es que tiene muy buen trato y respeto con todos los senadores y es más respetada que la Rosada hace mucho.
Entre los senadores con diálogo más fluido con la Villarruel se cuentan los radicales Eduardo Vischi, Rodolfo Suárez, Mariana Juri y Pablo Blanco, los federales Mónica Silva y Juan Carlos Romero y la larretista Guadalupe Tagliaferri.
Uno de ellos relativizó ante LPO que hubiera "malestar" por los cruces entre Milei y su entorno contra Villarruel, pero afirmó: "La realidad es que Villarruel tiene muy buen trato y respeto con todos los senadores y es más respetada que la Rosada hace mucho".
Las repercusiones por el conflicto interno nada menos que en la cima del gobierno libertario ya generan nerviosismo en el primer piso de Balcarce 50. El martes de la semana pasada, Karina tuvo que reunirse de urgencia con el vocero Manuel Adorni, con el propósito de mitigar daños ante las posibles preguntas de los periodistas sobre esa interna.
La tensión podría complicar la agenda parlamentaria que pretende Milei, desde la eliminación de las PASO hasta el pliego de los jueces Ariel Lijo y Manuel García-Mansilla como postulantes a la Corte Suprema. Aun cuando desde hace semanas corre el rumor de que el juez federal tendría apoyos suficientes en recinto, desde el entorno de un legislador aliado advirtieron que "si se profundiza la grieta, Victoria puede jugar aún más libre y operar en contra de Lijo, porque ya dijo públicamente que no le agrada".
Esa conjetura opera solo en el terreno de la especulación pero inquieta a la Casa Rosada. "Si quiere joder con el número, puede porque tiene senadores leales y, además, Lijo es una oportunidad para todos si se juega el miedo a votar con el kirchnerismo", dijo un allegado a Villarruel.
Lo mismo podría ocurrir con el proyecto para eliminar las PASO. Los radicales y macristas, que ya plantearon sus diferencias en defensa de la posición de los gobernadores de Juntos, podrían trabar las reformas que el propio Francos discutió con los diputados del PRO, la UCR y el pichettismo la semana pasada.
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