La séptima visita de Mauricio Macri a Córdoba siendo ya presidente, y la segunda a Jesús María en esa condición, volvió a mostrar anoche la relación dual que lo une a esta provincia.
Es el bastión electoral que lo catapultó a la Casa Rosada hace algo más de un año, y donde oficialismo y oposición se codean en la cordialidad de un trato muy similar para con el jefe del Estado.
El Presidente repartió por igual su tiempo entre el gobernador Juan Schiaretti y los principales referentes de Cambiemos en Córdoba, entre los que se cuentan los intendentes Ramón Mestre (Capital) y Gabriel Frizza (Jesús María), además de legisladores provinciales y nacionales.
Ambas fotos tienen un fuerte barniz “institucional”, con un trato respetuoso que no se veía en otras épocas entre las diferentes jurisdicciones estatales, pero también matices políticos que los protagonistas se preocupan en enfocar en el arranque de un 2017 que los obligará a diferenciarse por la parada electoral.
El propio Presidente se encargó de destacar el “trabajo conjunto” con la Provincia y con los municipios y confió en que se puede “volver a crecer, después de cinco años de estancamiento”.
Macri arribó a Jesús María pasadas las 21 en helicóptero, acompañado por Schiaretti, previa escala en la ciudad de La Calera, donde ambos inauguraron una planta reductora de presión para la red de gas natural (ver en página 6 ). Macri no habló sobre el tema de Odebrecht, y sólo hizo una alusión tangencial, en diálogo con un medio local. “Estamos haciendo rutas en Córdoba, los gasoductos, las obras para las familias de Jesús María. Son las obras que generan esperanza y nunca más sinónimos de corrupción y afano”, expresó.
El tránsito del mandatario por el anfiteatro estuvo signado por el contraste entre sus ganas de mostrarse y tomar contacto con la gente, y las extremas reservas de la seguridad presidencial, después de las agresiones que sufrió días atrás en Villa Traful.
Pero en la noche de Jesús María, todo estuvo muy tranquilo. El Presidente disfrutó de un “anfiteatro friendly ”, que le dispensó moderados aplausos cuando las cámaras lo mostraron y el locutor Cristian Bazán lo mencionó.
Se dio el gusto de caminar unos metros mezclado con el público y comiendo choripán. Luego se hizo tiempo para visitar las cabinas de dos radios locales (los únicos medios con los que tomó contacto) y hasta para ensayar un intento de copla con los payadores.
En lo institucional, Macri saludó a los anfitriones, encabezados por el presidente del Festival, Nicolás Tottis, y luego compartió unos minutos en un palco, junto al campo de doma, con Schiaretti; los intendentes Mestre y Frizza; el diputado nacional Héctor Baldassi, entre otros.
Allí fue donde tomó contacto directo con un nutrido grupo de dirigentes de Cambiemos, que en Jesús María intentaron mostrar su “localía”. También reivindicó al intendente Frizza, a quien calificó como “excelente” y afirmó que “en cualquier momento” se lo lleva para una candidatura legislativa nacional.
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