Aunque hacen poco por mencionar esos acuerdos, ya están avanzados en seis distritos y podrían extenderse a otros cuatro, casi siempre sobre la base de la UCR.
Mauricio Macri y Sergio Massa comparten una ambición que excluye al otro: la de derrotar al kirchnerismo y acceder a la Presidencia. Pero no es lo único que comparten: más allá de la rivalidad que día a día se agiganta en sus campañas, lo cierto es que en diez provincias Pro y el Frente Renovador integran una misma alianza o van camino de ser socios para enfrentar al kirchnerismo. En casi todas ellas, el radicalismo encabeza las fórmulas y es la amalgama sobre la que se pliegan el jefe de gobierno porteño y el diputado bonaerense.
La composición pocas veces es pareja y da mayor protagonismo a Pro o al Frente Renovador (FR) según cuál haya llegado primero a la alianza con la UCR o tenga mayor afinidad con el candidato radical. O según quién tenga mayor peso político en la provincia. O algo de peso, ya que ambos partidos tienen serias deficiencias en varios distritos. Estas condiciones no siempre coinciden.
El macrismo, por ejemplo, prima en los frentes que se constituyeron en Mendoza, Chaco y Corrientes. En los dos primeros, el FR terminó sumándose a último momento a una alianza ajena, donde los candidatos Eduardo Cornejo (intendente de Godoy Cruz) y Aída Ayala (Resistencia) están alineados con la conducción radical de Ernesto Sanz y la alianza con Macri.
Sucede lo mismo con radicalismo correntino y su gobernador, Ricardo Colombi, que en la convención de Gualeguaychú también apoyó la alianza con Pro. Pero, como en parte sucede en Chaco, el frente provincial ECO de Colombi tiene más aliados massistas que macristas, lo que determina el armado de las listas de legisladores nacionales.
Massa, por su parte, pisa más fuerte que Pro en las alianzas de La Rioja y Formosa. En la primera logró que el intendente de Famatina, Ismael Bordagaray, acompañe como candidato a vicegobernador al diputado radical Julio Martínez (ver aparte). En Pro destacan otro hecho: que las negociaciones de Emilio Monzó y Francisco Quintana les asegurarán el apoyo de Martínez a Macri para la elección presidencial, luego de la interna con Sanz.
El tigrense también podría colocar un vice en Formosa, donde el senador y candidato a gobernador, Luis Naidenoff, es uno de sus principales aliados dentro de la UCR.
Salta es el reverso del caso mendocino: Pro se sumó como último recurso al frente liderado por el senador peronista Juan Carlos Romero, que integra la mesa nacional del FR.
Massa, a su vez, intentará lograr lo mismo en La Pampa, donde la alianza Pro-UCR está avanzada y el diputado radical Francisco Torroba puede disputar la interna con su par macrista Javier Mac Allister.
Sobre la base que ofrece la UCR, macristas y massistas también podrían terminar comulgando en Jujuy, Tucumán y Santa Cruz. En los dos primeros, los candidatos radicales (el senador Gerardo Morales y el diputado José Cano) exhibieron públicamente su preferencia por Massa y ya trazaron un acuerdo local. El macrismo no descarta presentar un candidato "por fuera" del frente opositor, que les dificulte el acceso de la gobernación a los radicales.
En Santa Cruz, el diputado radical Eduardo Costa fue más cauteloso que Cano, Morales o Naidenoff a la hora de manifestarse públicamente por Massa o Macri, pero, como sus pares, necesita cada voto peronista para ganarle al kirchnerismo.
La alquimia massista-macrista es incierta aún en San Luis, donde lo que definirá si hay enfrentamiento es la posición que tomen los hermanos Rodríguez Saá a nivel nacional.
Si Macri y Massa hacen poco o nada para destacar las alianzas locales que comparten, éstas también pasan a un segundo plano por el peso de las provincias donde se enfrentarán.
Para esas disputas, Pro quedó mejor parado en la Capital Federal y Santa Fe, donde Massa pelea para afirmar sus candidatos. Pese a las dificultades de la alianza macrista en Córdoba, también allí le sacaron un tranco al FR, que necesita definir aún su relación con el gobernador José Manuel de la Sota para explicitar cuál será su juego.
De todos modos, el massismo confía en revertir los resultados de esas provincias y otras más gracias al peso electoral de la provincia de Buenos Aires. También esperan una amplia ventaja en Chubut.
Para el "duelo chico" entre ambos, Pro confía aventajar al massismo en Neuquén, Catamarca, Santiago del Estero y Entre Ríos, mientras que los massistas esperan sumar más en San Juan, Tierra del Fuego, Misiones y Río Negro. Cada caso, con sus bemoles, alimenta la ambición de los dos que pujan por la Presidencia.ß.
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