El temor a una ola amarilla en 2019 y la ausencia -por el momento- de un candidato sólido del peronismo empuja a varios gobernadores a despegar la votación local de la nacional. Catamarca, La Pampa y San Juan, algunos de los distritos que ya dieron las primeras señales en ese sentido.
Con Mauricio Macri ya en carrera para validar en 2019 otro período en la Rosada, los mandatarios peronistas pusieron el pie en el acelerador para avanzar en el desdoblamiento de las elecciones a gobernador el año que viene.
El objetivo es de supervivencia política: despegar la compulsa local de la contienda presidencial y esquivar así el arrastre desde arriba que generará el líder de Cambiemos, que tracciona incluso más ante la ausencia de un candidato nacional fuerte que unifique al justicialismo.
Ayer, por caso, el sanjuanino Sergio Uñac no descartó, por primera vez, la alquimia de provincializar los comicios. "Me parece que es una posibilidad; habrá que ver en el marco de lo que se viene si es conveniente", dijo, y ancló la definición en "este primer semestre". "Lo ideal sería que el país, la provincia y los municipios tengan una sola fecha", contraofertó, desde Cambiemos, el senador nacional Roberto Basualdo,
En sintonía, en La Pampa -tierra del justicialista Carlos Verna- el Consejo Provincial del PJ avanzó ayer en el desdoblamiento. "No es una acto de especulación porque hoy el Presidente no llega muy bien en la consideración de la gente; es un acto de independencia", argumentó el presidente del PJ, Rubén Marín.
Son sólo dos postales de una senda que recorrerán también otros peronismos gobernantes, algunos por obligación constitucional o por trabas por sus sistemas electorales (como Chaco, Tierra del Fuego, Córdoba y Santa Fe ) y otros por conveniencia política. La pretensión reeleccionista de varios caciques del PJ (como la del sanjuanino Uñac) alienta también esa ola separatista.
El escenario electoral es analizado por los mandatarios peronistas, que con el cordobés Juan Schiaretti a la cabeza avanzan en diálogos bilaterales que en los hechos terminan insuflando algo de oxígeno a la Liga de Gobernadores peronista, golpeada por los cortocircuitos derivados de la reforma previsional que les arrancó Macri a fin de año, como parte del Pacto Fiscal. La pretensión apunta a pesar fuerte en la reorganización del peronismo nacional y a convertirse en polo de defensa del federalismo ante la Casa Rosada.
Ayer Schiaretti recibió en Córdoba a su par de Misiones, Hugo Passalacqua -en pos de cooperación turística- y el viernes había hecho lo propio con el riojano Sergio Casas.
"Por su trayectoria y capacidad de gestión, Schiaretti es nuestro referente entre los gobernadores", dijo el misionero. "Tengo un diálogo permanente con los gobernadores, con el objetivo de fortalecer las gestiones", le bajó el tono el cordobés, quien además viene de avanzar en el entramado de diálogo político con sus pares durante el viaje a Dubai que compartió con el tucumano Juan Manzur, otro de los motores de los encuentros bilaterales. El cara a cara entre mandatarios incluyó también a Uñac y al salteño Juan Manuel Urtubey, días atrás en la mendocina Fiesta de la Vendimia.
"Argentina necesita que sea la hora del federalismo, la hora de las provincias", dijo Schiaretti. "Nunca antes los gobernadores nos juntamos y defendimos el federalismo, sin esperar que nos digan desde Buenos Aires cómo hacer para que progrese nuestra provincia", enfatizó.
En materia de desdoblamiento, Catamarca es uno de los casos más avanzados: aunque sin confirmación oficial, las elecciones volverían a concretarse en marzo y allí Lucía Corpacci buscaría una segunda reelección. Mientras, Cambiemos -montado en el tradicional Frente Cívico y Social- busca definir sus espadas electorales, entre dirigentes tradicionales como Eduardo Brizuela del Moral y nuevos referentes, como Miguel Vázquez Sastre (comanda el Plan Belgrano local) y Francisco Monti.
También evalúan desdoblar comicios -entre otros- el entrerriano Gustavo Bordet (quien también iría por su reelección) y el riojano Sergio Casas, en un lote que volvería a integrar también Córdoba.
En el caso de La Pampa, el oficialismo local transpiró para imponerse en las parlamentarias nacionales de octubre y, de hecho, su victoria sobre Cambiemos fue por sólo 76 votos, lo que le dio el pase a la Cámara Baja de Ariel Rauschenberger y Melina Delú, mientras que Martín Maquieyra fue reelegido por Cambiemos.
Con ese riesgoso telón de fondo, el peronismo local avanza hoy en el desdoblamiento electoral para el año que viene.
Según Marín, "a Cambiemos le molesta poner a sus candidatos en una fecha diferente a la de la elección a presidente". "Capaz tienen miedo de competir fuera de la teta del Presidente", arengó, y confirmó que hay una corriente partidaria a favor de la reelección de Verna.
"Mi gusto personal lo diré en su momento, ahora el gobernador es la figura principal y es un buen candidato para otro mandato", dijo, aunque aclaró que "habrá que ver quiénes son los compañeros que se largan al ruedo".
En filas de la oposición, en tanto, ya confirmó su intención de pelear la gobernación el actual secretario de Deportes de la Nación, el macrista Carlos Mac Allister.
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