Llamó a dirigentes y legisladores para que sean parte de la boleta de la exministra de Seguridad. También pidió por varios diputados nacionales y solicitó espacio para otros de su confianza tanto en Provincia como en la Ciudad. El caso salteño, la tensión con Larreta y la satisfacción por tener a Petri en la fórmula presidencial.
Ezequiel Spillman
Amedia tarde del sábado la salteña Inés Liendo, una “halcona” que se peleó con Patricia Bullrich, recibió un llamado de Mauricio Macri. El expresidente le pidió que no sea candidata a diputada nacional de Horacio Rodríguez Larreta y que espere unas horas para que se alcance un acuerdo que implique llevarla como candidata de los dos presidenciales. Las horas pasaron y la incertidumbre de Liendo fue creciendo. Del lado de Larreta le habían reservado el primer lugar y le pedían que defina qué iba a hacer puesto que a medianoche se cerraba el plazo. Liendo decidió volver a llamar a Macri para comunicarle que estaría con Larreta. La charla terminó muy mal: el expresidente se enojó como pocas veces con la decisión y, llorando, la salteña terminó igualmente aceptando la precandidatura a diputada larretista.
El episodio permite ilustrar el compromiso que viene teniendo Macri para apuntalar la boleta de Bullrich y su rol en el cierre de la boleta de su exministra de Seguridad. Junto a Darío Nieto, el legislador porteño que también participó de llamados y pedidos, fue un factor oculto. Hubo llamados, mensajes y pedidos de toda clase: desde concejales o dirigentes provinciales hasta vetos. “La coordinación con Patricia es total”, sentencia una fuente de la campaña de la exministra de Seguridad.
Entre otros nombres, Macri le pidió específicamente a la precandidata presidencial que el intendente de Pinamar, Martín Yeza, esté en un lugar “entrable” de la boleta de diputados nacionales. Quedó quinto. Pero Yeza estuvo cerca de quedar séptimo. Fue un intento inviable: además de Macri lo apoyaban María Eugenia Vidal, gran parte de los intendentes y Cristian Ritondo, quien encabeza esa boleta.
Además, el expresidente apoyó que se le dé un lugar a Javier Iguacel, el intendente de Capitán Sarmiento, quien colocó a la octava precandidata a diputados, Felicitas Beccar Varela, exsenadora provincial y quien en su juventud fue parte de Jugate conmigo, el mítico programa de Cris Morena. Tanto Ritondo como, en especial, Néstor Grindetti, recibían los pedidos bonaerenses.
También admitió que un dirigente que terminó muy lejos de su figura como Nicolás Massot, del equipo de Emilio Monzó (con quien se había reencontrado en mayo después de cuatro años sin siquiera cruzar mensajes de WhatsApp), aparezca tercero en la boleta de Bullrich en la Provincia. Sin embargo se negó a que Monzó sea senador nacional. “Aceptó la pastilla pero no el pastillero”, bromean cerca del exjefe de Estado. “Mauricio pidió primero claridad en lo ideológico”, destacan.
En este lote apareció la economista Daiana Fernández Molero, quien va segunda en la Capital Federal detrás de Maximiliano Guerra. Se trata de una experta en macroeconomía y columnista de Seúl, la revista digital del escritor y asesor macrista Hernán Iglesias Illa.
En ese marco, la mano de Macri no solo viene alentando a todos los dirigentes a que se sumen a la campaña bullrichista “La fuerza del cambio”, sino que su bronca con Larreta se incrementó. Así lo vivió Vidal cuando se bajó de su precandidatura presidencial y el expresidente le pidió que se juegue por Bullrich y hasta sea funcionaria de ella.
Con todo, la precandidata descartó vices también con el veto de Macri. Maximiliano Abad, titular de la UCR bonaerense y quien terminó como senador nacional, salió de la fórmula nacional, a pesar de haber hablado con el expresidente. Otros aspirantes también tuvieron el pulgar abajo en estos meses de debate interno. Sin dudas, para Macri, el vice elegido –el mendocino Luis Petri– era su preferido de la nómina que aparecía. “Es tan halcón como radical”, lo definen. Una frase ideal para el expresidente.
Error y pedido de disculpas de la precandidata
R.P.
Patricia Bullrich tuvo que disculparse públicamente por Twitter. Fue durante su alocución en el Foro Atlántico donde planteó. “El país tiene una población de 46 millones y hace treinta años era el país con mayor cantidad de universitarios de América Latina. Hoy solo el 12% llega a la universidad”, arrancó. “Argentina tiene 56 universidades públicas y un número mayor de universidades privadas. Hoy las universidades están vacías y tenemos la mitad de la matrícula con estudiantes extranjeros que toman las posibilidades que Argentina da, mientras los argentinos quedan en el cementerio de la escuela secundaria”, dijo. Luego de que se conocieron sus palabras se disculpó. “Nobleza obliga: en mi exposición en el XVI Foro Atlántico, se produjo una confusión que quiero aclarar. En la Argentina, el 50% de los chicos no termina la secundaria y solo el 12% ingresa a la universidad. Nuestras universidades tienen, además, un muy bajo índice de egresos universitarios”, corrigió por Twitter.
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