Tras su primera cadena nacional, el presidente Mauricio Macri encabezará este sábado 7 de diciembre, desde las 18, la marcha convocada bajo la consigna “Más juntos que nunca”. Se trata de una movilización armada y arengada desde la Casa Rosada y cuyo epicentro será la Plaza de Mayo, que el macrismo espera llenar con banderas de Argentina y cánticos.

La de hoy es una continuación de las treinta marchas en treinta días que se dio en la campaña nacional luego de la derrota en las PASO. En rigor, esa idea brotó luego de que el sábado 24 de agosto un grupo de manifestantes irrumpiera en la Plaza de Mayo para apoyar al Presidente. A raíz de ello, el equipo de campaña que comandó Marcos Peña rediseñó la estrategia, que pasó de los videos de WhatsApp y la microcomunicación a una campaña territorial clásica con actos masivos en plazas y avenidas de todo el país, en particular de la región central.

Luego del 40%, inesperado tras las primarias, la movilización a Plaza de Mayo de hoy le da cierre a esa estrategia y, a la vez, pretende ser un anclaje a futuro para Macri y el electorado.

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Según informaron fuentes oficiales, el Presidente no saludará desde el balcón sino que hablará en un palco ubicado delante de la Casa de Gobierno. Será el único orador. El 24A no había ni equipo de sonido instalado.

Entre otras cuestiones, intentará reivindicar su gestión, dar una visión de futuro y plantarse como una oposición moderada.

Desde su salida del poder, Macri dejará de contar con los servicios diarios de Peña, quien se tomará vacaciones y se alejará temporalmente de las decisiones de Juntos por el Cambio. A excepción del jefe del interbloque de diputados nacionales, el radical Mario Negri, quien acató las órdenes del jefe de Gabinete en la última etapa del Gobierno como pocos, la mayoría de la mesa de la futura oposición tuvo serios cuestionamientos al liderazgo de Peña. Por ello, el futuro ex presidente se quedará con un puñado de colaboradores como Fernando de Andreis, secretario general de la Presidencia; su secretario privado, Darío Nieto, y aún conservan la esperanza de seguir cerca los pensadores Hernán Iglesias Illa e Iván Petrella.