Por: Ignacio Fidanza. Fuerte interna. Quintana se iría y Lopetegui seguiría con otro rol. Bajan a doce ministerios y están en discusión Trabajo y Energía.
La cumbre de Olivos anticipada por LPO en exclusiva, confirmó varios de los anticipos de este medio: Macri luego de meses de resistir cedió parcialmente ante el consenso del mercado y el círculo rojo. Desarmó la superestructura de control de la Jefatura de Gabinete, creó un Ministerio de Economía de verdad y redujo el gabinete a un más razonable esquema de diez ministerios. Pero todo sigue en discusión y bajo una feroz interna. Esta es una información en proceso de actualización permanente hasta el lunes, cuando terminen de definirse los cambios y las medidas.
El punto central que queda por despejar es si Nicolás Dujovne sigue como ministro o lo reemplaza Carlos Melconian, el ideólogo del paquete de medidas que se anunciarán el lunes. El ministro de Hacienda queda además enfrentadísimo con el presidente del Banco Central, Luis Caputo, con quien tuvo en las ultimas horas una discusión que llegó al extremo.
El nuevo diseño fue pensado para proteger a Marcos Peña aunque es obvio que es uno de los que más afectados salió de la crisis, porque el mercado y buena parte de la política y el mundo empresario identificó como el origen de todo lo que no funcionó del gobierno, desde el gradualismo al diseño de un gabinete sin conducción económica clara. Pese a eso, Macri decidió que mantenga el cargo. No es poco.
Mario Quintana, que en su paso por el poder no paró de sumar enemigos, se iría con la promesa de Macri de rescatarlo en un par de meses en alguna otra posición. Gustavo Lopetegui, que tampoco cosechó aliados y se destacó por su escasa empatía personal, quedaría reducido a una suerte de controller de gastos de Salud y alguna otra área. Como compensación, Peña sumaría bajo su órbita al Ministerio de Modernización de Andrés Ibarra que pasaría a ser una Secretaría, con el estratégico control que tiene de todas las contrataciones de la administración pública.
Vidal esta furiosa porque en el acuerdo inicial con el FMI había un compromiso de aumentar el gasto social un 0,2% y con la idea de ir al déficit cero el año que viene esto quedó sin efecto y se irá a un 2019 con gasto social negativo.
La drástica reducción del gabinete comenzó con la baja de diez ministerios y luego escaló a trece. Fue una pelea personal de Rogelio Frigerio, en sintonía total con Emilio Monzó, Horacio Rodríguez Larreta y María Eugenia Vidal. Hasta estrellas como Hernán Lombardi quedan reducidos a Secretaría de Estado sin rango ministerial.
Se debate por estas horas hasta donde alcanza la regeneración de un Ministerio de Economía de verdad. Esto es si incorpora además de Agroindustria la cartera de Energía, o esta se mantiene como está o pasa a Transporte, convirtiendo a Dietrich en la cabeza de un nuevo ministerio de Planificación al estilo Julio de Vido, incluso con la posibilidad de que incorpore Obras Públicas de la cartera de Interior. La magnitud de inversiones que se dan en el área energética es lo que está generando la discusión sobre sino sería una señal inconveniente a los inversores eliminar la cartera.
Por el momento Frigerio conserva Obras Públicas y hasta sumaría el escuálido Ministerio de Medio Ambiente que conduce Sergio Bergman.
Como todo el diseño de Macri es para proteger a Marcos Peña, lo más sencillo se está complicando. Carlos Melconian o cualquiera de los otros nombres que se evaluaron para ministro, desde Miguel Bein hasta Carlos Kiguel -pasando por Miguel Peirano en un acuerdo con el peronismo-, tuvieron que descartarse. No aceptan convivir bajo la impronta del actual Jefe de Gabinete. Por eso, lo más probable es que siga Nicolás Dujovne, aunque como anticipó LPO, renunció tres veces luego de la fallida operación del anuncio de la renegociación del acuerdo con el FMI que impulsó Luis Caputo y se subieron Macri y Peña.
El plan a implementar que básicamente responde a exigencias del FMI para que el Gobierno además de una baja feroz del gasto aumente los ingresos, fue diseñado centralmente por Carlos Melconian que está en interacción con Dujovne. Las medidas van desde el aumento generalizado de retenciones, hasta un impuesto a los gastos del turismo en el exterior, suspender la baja de bienes personales como pide el peronismo y hasta aumentar en un punto el IVA.
Dujovne que quedó en una situación interna frágil aunque lo potencien, tendría a su cargo el lunes el anuncio de todas las medidas. No hay que descartar que Macri esté pensando en utilizarlo como último recurso para que absorba el costo de decisiones que serán muy impopulares y luego asuma Melconian o algún otro, si la respuesta genera otra crisis, en un marco de otro cambio. Salvo que Dujovne no acepte ese rol y se precipite el ingreso del ex presidente del Banco Nación. También se menciona a Frigerio para ese cargo, pero el titular de Interior ya avisó que no le interesa.
La situación de Frigerio también es delicada. El viernes por la noche tuvo una dura discusión con Marcos Peña luego que públicamente hiciera dos declaraciones de insoportable sentido común: El Gobierno cometió muchos errores no forzados y los ministros son fusibles que protegen al Presidente.
En Olivos este sábado hubo dos momentos. Una primer mesa super chica encabezada por Macri con Larreta, Vidal, Durán Barba, Peña y Grosso. Luego el presidente pidió sumar a Rogelio Frigerio y Emilio Monzó.
Vidal en la cumbre puso el acento en el riesgo del conflicto social y junto a Lerreta pidieron atenuar el ajuste con una mirada más política. La gobernadora vive la tensión creciente en el Conurbano y sin segunda vuelta ya no tiene la reelección asegurada. Vidal le recordó a Macri que en el 2001 no había planes Trabajar y pidió mantener como sea la ayuda social. La gobernadora esta furiosa porque en el acuerdo inicial con el FMI había un compromiso de aumentar el gasto social un 0,2% y con la idea de ir al déficit cero el año que viene esto quedó sin efecto y se irá a un 2019 con gasto social negativo.
Vidal y Larreta fueron notificados que deberán absorber los servicios de energía, transporte y algunos componentes del gasto social. En consecuencia pidieron y consiguieron cambios fuertes en la estructura nacional.
Entre los ministerios que desaparecen hay pasos previsibles como la integración de Cultura y Ciencia en el ministerio de Educación que conduce Finocchiaro. Pero también una decisión que puede ser complicadísima: La degradación de Trabajo a una Secretaría que pase a depender del Ministerio de la producción de Dante Sica. Esto puede empujar a la CGT a posiciones más duras que hasta ahora viene evitando.
Hay mucha interna de poder mezclada con elaboración de medidas y maniobras para cobrarse viejas venganzas y defender posiciones. Esto deja abierta la posibilidad que el lunes se alumbre un diseño que envíe un mensaje confuso a los mercados. Ese es por lejos, el principal riesgo.
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