Se trata de la primera vez, desde la gestión de Carlos Menem, que un presidente de la Nación encabeza una ceremonia de despedida de los militares que viajan para dar ayuda humanitaria.
"Tened la piel curtida", dice entre sus estrofas La Dessalinienne, el himno nacional de Haití. Y el pueblo haitiano hace honor a la letra con su estoicidad ante los repetidos desastres naturales.
Hoy, Mauricio Macri, al tanto de la crisis humanitaria que soporta el país caribeño, participará de la ceremonia de despedida de los militares que integran el contingente XXIV de Cascos Azules que se despliegan por seis meses en la misión de estabilización de las Naciones Unidas en Haití (Minustah).
La ceremonia, la primera que encabeza un presidente desde la gestión de Carlos Menem, está prevista para las tres de la tarde en el Centro Argentino de Entrenamiento Conjunto para Operaciones de Paz (Caecopaz), ubicado en Campo de Mayo. Allí reciben instrucción los uniformados que se destacan al exterior, parte de la currícula está a cargo de especialistas militares de Francia, uno de los países con injerencia histórica en el país caribeño. Acompañarán a Macri el ministro de Defensa, Julio Martínez y los cuatro jefes militares.
La gravedad de la situación interna derivada del paso del huracán Matthew fue informada al Presidente por canales de la Cancillería y del ministerio de Defensa. Susana Malcorra y Julio Martínez, ambos con responsabilidad política directa en el escenario de la crisis haitiana, promovieron medidas de socorro y asistencia médica a los cientos de miles de refugiados que quedaron sin casa por el embate del meteoro. Actuaron los Cascos Blancos en apoyo sanitario que se sumó a la entrega de 1445 mantas, 289 juegos de elementos de higiene personal para 1445 personas y 90 cajas de pastillas potabilizadoras de 18 millones de litros de agua, que cubre las necesidades básicas de 102 mil personas durante 60 días, según aclaró la Cancillería.
El terremoto de 2010 asoló Puerto Príncipe, ocasionó la muerte de 300 mil personas y redujo a ruinas la capital del país. Sin haber superado aún los efectos de esa catástrofe, ahora el huracán Matthew devastó la mitad de la nación, cinco de los 10 departamentos (provincias) de la región sur. El 90 % de las casas de la costa sur resultaron destruidas, según relevó el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente.
El hospital militar móvil de la Fuerza Aérea Argentina está instalado en Puerto Príncipe y es la única fracción del antiguo dispositivo criollo que permanece en servicio tras la decisión de Naciones Unidas (ONU) de reducir la presencia de Cascos Azules en ese país. Ahora el nuevo contingente de unas 70 personas, todos profesionales de medicina y enfermería tomarán la posta en la asistencia ante un panorama de brote de enfermedades como el cólera, el dengue y la malaria.
Parte de los Cascos Azules nacionales se desplegaron a Jeremie, una de las zonas más afectadas por el fenómeno climático que se encuentra a unos 150 kilómetros al oeste de la base de asiento de Puerto Príncipe. La movilización se produjo luego de un pedido del comandante de la Fuerza Militar de la Minustah, el teniente general brasileño Ajax Porto Pinheiro.
Se trasladó un módulo expandible que funciona como consultorio de campaña, un módulo baño y varias carpas para conformar consultorios y sala de curaciones.
"Estamos orgullosos de poder intervenir con nuestro voto favorable en el Congreso en la reconstrucción y ayuda a una nación tan sufrida, cada soldado desplegado representa a través de su trabajo a nuestras FFAA y al pueblo argentino", dijo a este diario el diputado Gastón Roma (Cambiemos, Tierra del Fuego) miembro de la Comisión de Defensa que autorizó en setiembre pasado la salida del país a los efectivos nacionales. La Argentina participa en la Minustah desde su creación, en 2004.
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