Recibió en Olivos a la conducción del Episcopado, que insistió en avanzar con la cultura del diálogo, el acceso al trabajo y el combate a la pobreza
En su tercera visita al presidente Mauricio Macri, la comisión ejecutiva del Episcopado recordó al Gobierno la necesidad de avanzar en las instancias de diálogo y la promoción de la cultura del trabajo, en un encuentro que se prolongó durante 50 minutos en la residencia de Olivos.
Pocas horas después de que Macri recibiera a la CGT, los obispos volvieron a marcar su preocupación por la pobreza y el narcotráfico, y exhortaron a la dirigencia del país a "crear las condiciones para el bien común". Encabezó la visita el arzobispo de Santa Fe y presidente del organismo, José María Arancedo, quien le transmitió al mandatario un saludo especial por la Navidad.
La Casa Rosada informó que Macri y los obispos "repasaron las acciones que llevó adelante el Gobierno en el primer año de gestión", y renovaron el compromiso de "continuar trabajando en forma conjunta por la paz y la unión de los argentinos".
El Episcopado, en tanto, reveló en un comunicado que "particularmente se recordaron temas que son constantes en la misión de la Iglesia en relación a la cultura del diálogo y el encuentro, del trabajo y la solidaridad, como así también la preocupación por los pobres y el tema del narcotráfico".
El Presidente agradeció a los obispos "el acompañamiento de la Iglesia en este año de transición". La reunión había sido programada para el martes, pero se postergó hasta ayer por la operación a la que fue sometido Macri. De buen ánimo, el jefe del Estado compartió un diálogo cordial con los obispos, que le regalaron un pesebre para niños realizado por las monjas del monasterio benedictino de Santa Escolástica, con la indicación de que se lo entregue a su hija Antonia.
Además de Arancedo, concurrieron los arzobispos de Buenos Aires, cardenal Mario Poli, y de Salta, monseñor Mario Cargnello, y el obispo de Chascomús, monseñor Carlos Malfa. Por el Gobierno estuvieron el jefe de Gabinete, Marcos Peña; el secretario de Coordinación Interministerial, Mario Quintana; el secretario de Culto, Santiago de Estrada, y el subsecretario del área, Alfredo Abriani.
Mensaje a la dirigencia
Los obispos le recordaron a Macri el mensaje de Navidad difundido hace diez días por la Comisión Permanente del Episcopado, en el que se marcaba "la responsabilidad de toda la dirigencia en la creación de las condiciones del bien común que permitan el desarrollo integral de los argentinos".
En el Gobierno se mostraron conformes por el clima que imperó en el encuentro y destacaron las distintas instancias de acuerdo que se promovieron durante el año, en sintonía con la búsqueda de caminos de encuentro reclamados por la Iglesia.
"En esa línea se avanzó con la mesa del diálogo por la producción y el trabajo, y los acuerdos alcanzados con la dirigencia gremial y con los movimientos sociales", describió ante LA NACION un funcionario presente en la reunión de ayer.
"Hubo una plena coincidencia en los esfuerzos que se están realizando para promover un cambio en favor de la cultura del trabajo y del encuentro", señaló una fuente oficial.
En la Iglesia coincidieron en que hubo un diálogo cordial y afirmaron que se habló "sin agenda previa". Surgieron, así, cuestiones referidas a la cultura y a la educación como "base que debe sostener todo proyecto permanente de país", y se recordó el año del Bicentenario "con el testimonio ejemplar de los constituyentes y de la Casa de Tucumán, como imagen de una Argentina unida en un mismo proyecto, con la riqueza de la diversidad".
Política y pobreza
La visita de la conducción de la iglesia argentina, al cabo de un año en el que Macri visitó dos veces al papa Francisco, se dio en el contexto de la semana de la Navidad, en la que varios obispos lanzaron mensajes sobre la realidad política y social.
En una misa que compartió con el gobernador de San Juan, Sergio Uñac, el arzobispo Alfonso Delgado pidió a Dios que le regale a los sanjuaninos "más políticos a quienes les duela de verdad la vida de los más pobres". La misa se celebró en la Casa de Gobierno de la provincia y participó el presidente de Pastoral Social y arzobispo coadjutor, monseñor Jorge Lozano, designado ya por Francisco sucesor de Delgado en la arquidiócesis cuyana.
CTEP: misa por un militante
El obispo de Merlo-Moreno, Fernando Maletti, presidió una misa en San Cayetano por el militante social César Méndez, de la Confederación de Trabajadores de la Economía Popular (CTEP), quien murió de un balazo el 15 de este mes "por defender los valores, la vida y la justicia". Así recordó el obispo al militante del barrio Cuartel V, de Moreno, muerto de un balazo cuando intentó evitar la ocupación de una vivienda en un barrio social por parte de una patota.
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