Desde el inicio del año parlamentario, llama la atención la contradicción entre los resultados esperados por la mesa chica de Cambiemos al definir su estrategia de campaña y los efectivamente obtenidos.
Al presidente le recomendaron salir a marcar la cancha, descartar toda opción alternativa de candidatura presidencial dentro del espacio Cambiemos, tratar de cargar la responsabilidad de la crisis a la “herencia recibida”, y en menor medida, a la aplicación de una estrategia “gradualista”, y mostrarse escasamente preocupado por el tema dólar. De economía, ni hablar, ya que no habría resultados a presentar durante el resto del año.
Poco, muy poco para enamorar a la sociedad y proponerle un nuevo trato de cara a las elecciones del mes de octubre. Su aliado dentro de Cambiemos, la UCR, está partida entre los que ya se retiraron de la alianza y los que pretenden sostenerla, aunque cada vez más aislados.
Del lado de los rupturistas, Federico Storani (vicepresidente segundo del comité nacional de la UCR) salió hace horas a formular declaraciones drásticas: “Es una posibilidad que Cambiemos se rompa a nivel nacional”, disparó.
“Cambiemos fue una coalición exitosa en la elección, pero no lo es a nivel gobierno. No hay ámbitos de debate de políticas públicas, no ha ocurrido. Si no es así, no tiene sentido que nosotros seamos responsables de las políticas del Pro”.
Por si hiciera falta mayor explicación, Freddy reveló: “He hablado con Lavagna, creemos que la Argentina está viviendo una situación de crisis muy profunda”. Y remató: “Lo que corresponde es ampliar la base de sustentación, estamos buscando afinidades no solo con el sector de Lavagnasino con el socialismo, nuestro aliado histórico”.
El grupo de radicales que insiste en mantener la alianza contra viento y marea, encabezado porGerardo Morales y Mario Negri, se encuentra cada vez más aislado. Ya ni siquiera cuentan con el presidente del comité nacional, Alfredo Cornejo, muy disgustado por la intromisión del gobierno nacional en la provincia de Mendoza, pretendiendo instalar un candidato propio. Negri y Moraleshan hecho todo lo posible por dilatar la convención nacional radical encargada de definir la continuidad de la alianza Cambiemos y la estrategia electoral partidaria, al no poder garantizar los votos necesarios para su renovación. Pero el tiempo se les agota y la marcha de la economía, el incremento del malhumor social y el desacierto de las declaraciones el presidente Macri los están poniendo en situación desesperante.
En declaraciones formuladas en la ciudad de Córdoba, durante la inauguración del Congreso de la Lengua -durante cuyo transcurso, para peor, el presidente fue fotografiado dormido-, Macri utilizó un tono inapropiado, innecesariamente soberbio, para calificar la ruptura de Cambiemos en esa provincia como una rencilla de comité entre Mario Negri y Ramón Mestre.
“Dos dirigentes radicales importantes de la provincia no se pusieron de acuerdo, algo que pasa entre los seres humanos”, por lo que “irán a las elecciones en forma separada”. Será el “electorado cordobés -concluyó- el que elija entre ellos y el gobernador Schiaretti”.
Desde hace tiempo, al espacio liderado por Ramón Mestre (h) no es necesario alentarlo para que salga a descargar su ira contra el gobierno nacional de Mauricio Macri y su vocación de intervención sobre las provincias argentinas. Esta vez no fue la excepción.
El encargado de responderle al presidente fue el candidato a vicegobernador de Mestre, Carlos Briner, quien puso el dedo en la llaga: “Desde Buenos Aires parece que lo están asesorando muy mal al presidente de lo que pasa acá”, afirmó. “No es un problema de dos dirigentes radicales como dijo, acá hay un partido integrante de Cambiemos, la columna vertebral de Cambiemos, que no aceptó el dedo desde Buenos Aires, que no le gusta que le impongan sus candidatos”.
Dante Rossi, precandidato a legislador provincial de Mestre, no se quedó atrás: “El presidenteMacri le pifió feo en las declaraciones que hizo esta mañana, cuando circunscribe el escenario electoral a un problema entre dos radicales y coloca como opción a Schiarettii”.
El espacio de Mario Negri, en tanto, permaneció en silencio, sin hacer intento alguno por desmentir las declaraciones de sus adversarios.
Sin embargo, los desaciertos de Macri han vuelto a preocupar, y mucho, a todo el espectro de Cambiemos. A punto tal que el ala Morales - Negri habría intentado buscar un acercamiento conMaría Eugenia Vidal. Es que, si bien la gobernadora ha visto caer bastante su popularidad, continúa siendo la mejor opción electoral de Cambiemos para las presidenciales de este año. El vicegobernador bonaerense, Daniel Salvador, sería el encargado de restablecer las líneas de contacto, para explorar las posibilidades de resurrección del Plan V.
Cuatro cuestiones parecen haber recargado el crédito de la gobernadora a ojos de los radicales: es la que mejor mide dentro del espacio; habría sido investigada por la inteligencia del macrismo judicial -tal como surge de las declaraciones de D'Alessio-,lo cual lo ubica en situación de víctima, diferenciándola de Mauricio Macri; están avanzadas las conversaciones con un sector del peronismo provincial, liderado por Emilio Monzó; y ha conseguido un principio de acuerdo con los sindicatos docentes de su provincia.
Tal vez no sea demasiado, pero es mucho más que la "sangre, sudor y lágrimas" que Mauricio Macri insiste en exigirle al pueblo argentino, emulando a Winston Churchill. Sólo que aquí no estamos en medio de una guerra mundial. Sólo gobierna Cambiemos.
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