Los organizadores de Davos traen su edición regional para hablar de oportunidades de negocios. Optimismo por nuevas inversiones.
Es una paradoja que se acentúa en los últimos meses. El presidente Mauricio Macri se muestra con inversores y representantes de la comunidad internacional acá y en el exterior, que en foros diversos lo elogian a él y a sus medidas, mientras crece la tensión con gremios y organizaciones sociales en el país.
Así como cuando la revista británica The Economist hizo un seminario en el Hotel Alvear un día después de la marcha de la CGT, ahora desembarca la edición latinoamericana del Foro Económico Mundial en el Hotel Hilton de Puerto Madero, mientras el jueves que viene la central sindical hará su primera huelga general contra el gobierno de Cambiemos.
En ese contexto, del miércoles al viernes pasarán funcionarios, inversores y analistas para hablar, entre otros temas, justamente de cuán viable políticamente es el programa de reformas que propone la gestión del Gobierno.
Jorge Becerra es uno de los hombres fuertes de la consultora internacional Boston Consulting Group, que estará difundiendo varios reportes sectoriales durante el evento. Tras armar las oficinas de la firma en varios países de la región, incluida la Argentina, hoy está al frente de la sede de Santiago, y en diálogo con PERFIL habló del horizonte de la economía argentina, “de moda” entre los inversores globales.
—¿Qué horizonte ven para el país?
—Somos positivos a mediano y a largo plazo. Hay que reconocer que la transformación que se requiere, dado el punto de partida, es muy grande, y estos procesos en los países requieren suficiente tiempo. A corto plazo todavía hay desafíos para la readaptación estructural de la macroeconomía, y sentimos que el Gobierno es consciente de esos desafíos, en particular con los niveles de inflación y niveles de déficit público. Muchas de las medidas que se están tomando en planes de infraestructura, desregulación en distintos ámbitos y sectores, transparencia en las variables macroeconómicas básicas como precios y costos, son el camino necesario.
—El Gobierno esperaba un mayor desarrollo de la inversión, ¿por qué cree que se está demorando? ¿Impacta el clima social o político?
—Estos procesos de transformación generan muchísima expectativa de todos los actores sociales y económicos y es comprensible, refleja el anhelo de cambio y de transformación. Sin embargo, requieren tiempo. Los inversionistas evalúan cómo se van ajustando aquellas variables macroeconómicas básicas que permiten modelar las inversiones que van a realizar como precios, inflación, marco regulatorio y clima social. Por lo tanto, es natural y esperable que no se hagan de la noche a la mañana.
—¿Prevén recuperación este año?
—Ya hay una serie de indicaciones e inversiones que se han comprometido en algunos sectores industriales, somos positivos que en el segundo semestre de este año comenzarían a visualizarse y materializarse algunas más que hoy están en proceso de análisis y confirmación.
—¿Cómo impacta el nuevo contexto internacional?
—Yo creo que sí lo impacta. Tenemos que ser conscientes de que Argentina estaba aislada del mundo y hay una clara vocación de reinsertarse en el mundo. Pero además de ser positivos, a la vez te expone a una variabilidad de grandes desafíos que se están dando a nivel mundial a través de las tendencias anti-globalización populistas.
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