Luis Arias: "Garro sólo hace obras en los meses antes de las elecciones"

Luis Arias:

El candidato a concejal se detiene a analizar las posibilidades electorales del Frente de Todos. "Tenemos que volver a generar conciencia política", dice. 

 

Luis Arias transita las agitadas horas del cierre de campaña en La Plata entre actos, caminatas y reuniones con vecinos. Su segunda experiencia electoral lo coloca este año con chances seguras de ingresar al Concejo Deliberante y como cabeza de lista lleva sobre sus espaldas la responsabilidad de ser la figura más visible a nivel local con el objetivo de revertir el resultado electoral que dejó al Frente de Todos de La Plata a 10 puntos de la lista que presentó el intendente Julio Garro. La principal oposición en la ciudad necesita aumentar los votos que obtuvo en las PASO para asegurarse cinco concejales y tres diputados provinciales.

"Nuestro desafío es generar conciencia política para que la derecha tenga menos chance de ganar", analiza Arias en una alto de la campaña. En ese camino es que critica con dureza la gestión del intendente. habla de una concepción que prioriza al centro de la ciudad en detrimento de los barrios y "avanza con obras atacando al patrimonio". Suma las propuestas del Frente de Todos, cuestiona los discursos punitivistas sobre la inseguridad y dice que el endurecimiento de los discursos muestra "la verdadera" cara de algunos dirigentes.

¿Con qué mensaje están llegando al electorado en este tramo final de la campaña?

—Hay una necesidad enorme de recuperar la ciudad de La Plata que está en un estado de abandono como nunca antes lo vimos. Un estado de abandono que se trata de disimular con medidas de maquillaje como pintar los cordones o poner algún cantero en algún lugar. Pero lo que en realidad la ciudad necesita es rediscutirse y generar un gran consenso sobre un gran proyecto que la ponga en valor nuevamente, ese es nuestro objetivo y en eso nos concentramos. Más allá de quien encabeza la lista, el objetivo es llevar a los platenses una propuesta de este tipo.

¿Cuáles son las principales críticas en base a las cuales se arma esa propuesta?

—La Plata fue la primera ciudad en ser diseñada antes de construirse y ha perdido esa extirpe. Debe recuperar la planificación pero además debe hacer un proyecto de recuperación para revertir la situación de deterioro absoluto que tiene. Porque ha crecido demográficamente y ese crecimiento no ha sido acompañado con infraestructura y ahora hay que recomponer.Y estoy seguro que el Frente de Todos, como siempre, va a venir detrás de la destrucción a reconstruir, como lo está haciendo en la Nación y la provincia de Buenos Aires y como seguramente lo vamos a hacer en La Plata.

¿Garro sin embargo marca a las obras de su gestión como un eje de la campaña?

—Garro sólo hace obras en lo meses antes de las elecciones, siempre ha sido así. Y en este caso las ha hecho destruyendo el patrimonio de la ciudad ,colocando asfalto por encima de los adoquines que cumplen una función elemental en cuanto a la absorción del agua y la disminución de la velocidad de los autos. Uno ve  que en las grandes ciudades ya no se piensa en las grandes avenidas sino que se trata de que la gente pueda tener un espacio amigable, donde no corra riesgos y los adoquines ayudan a ello. Pero fueron asfaltados y destruidos por una acción municipal en violación a una ordenanza municipal de protección patrimonial. Mientras que a pocas cuadra del centro, en 52 y 149, ya es un desastre, no hay asfalto por ningún lado. Más allá del casco no se puede transitar ni en bicicleta, pero en el casco está lleno de bicisendas puestas "a tontas y a locas". En esos barrios la gente no puede ir la gente a trabajar o los chicos a las escuela, no pueden entrar las ambulancias o los patrulleros y esto coloca a los vecinos en una situación de aislamiento.

¿Cuál es la propuesta del Frente de Todos en ese sentido?

—Recuperar un sistema de transporte que incluya a todos los sectores, al pasajero, al ciclista, tenemos que recuperar nuestras vías férreas con un tren eléctrico urbano que conecte distintas actividades; repensar las actividades del centro porque hoy convive todo, lo comercial, lo residencial, lo universitario y los administrativo y hace que el centro sea un caos. Entonces hay que descentralizar ciertas actividades, generar polos administrativos y judicial en algún lugar en las afuera del casco. Tenemos que pensar en redes troncales de conexión de la periferia, desarrollar la capacidad que tiene el corredor productivo que no puede funcionar como corresponde por su estructura vial deficitaria. Está todo por hacerse en La Plata y necesita un plan para recuperarse.

¿Con ese diagnóstico de postergación de los barrios que hace, por qué cree que el intendente conserva el respaldo del electorado?

—Creo que estamos saliendo de una pandemia que desconectó mucho a la gente de la política, porque está tratando de reorganizar su vida luego de la situación de mucho dolor que generó esto, y nuestra tarea es volver a generar conciencia política. En la medida que eso ocurra creo que el Frente de Todos va a mejorar su chances .Mientras la gente esté librada a la influencia exclusiva de los medios de comunicación va a seguir ganando otra fuerza. Por eso el desafío es generar conciencia, porque si hacemos eso la derecha tiene menos chance de ganar.

¿Y siente que en ese camino se pudo avanzar desde las PASO para revertir el resultado?

—Se ha hecho mucho y hemos advertido que en los barrios hay mucha necesidad de diálogo. En otro momento notamos más indiferencia, pero esta vez notamos algo distinto, una necesidad de diálogo, de reencuentros, de largas charlas con los vecinos de la mayoría de los barrios.Eso nos pone bien porque podemos construir una agenda colectiva. Por eso creo que se abre una nueva etapa después de la pandemia aunque todavía estamos en un duelo colectivo por lo que nos tocó pasar, En la medida que la sociedad se vaya reconectando con la política la derecha va a tener menos espacios para sus mensajes. Es una tarea que llevamos adelante con la convicción de que el Frente de Todos es la fuerza capaz de reconstruirnos en este tipo de situaciones y de alojar a todos los sectores en el camino del crecimiento. Dejando los antagonismos absurdos como el de los comerciantes contra los manteros que se pretende plantear acá. Y en realidad están los dos sectores en situación de vulnerabilidad. El comerciante por todo lo que sucedió en la pandemia y porque hoy ve como enemigo al mantero, pero mañana le ponen un shopping y le pasa lo mismo que al mantero.

¿Es optimista respecto a la capacidad del Frente de Todos de achicar la diferencia o revertir el resultado de las PASO en La Plata?

—No me gustan las especulaciones porque me distraen del trabajo. Nosotros tenemos candidatos y candidatas muy comprometidos con la campaña y con una militancia que ha dado todo. Entonces estamos felices por eso y más allá de los resultados vamos a seguir por ese camino. Creemos que puede pasar cualquier cosa y obviamente tenemos expectativas de revertir el resultado pero no hay que ser exitista ni derrotista, hay que trabajar porque cuando uno lo hace por la senda correcta los resultados se van acomodando solos.

¿A qué atribuye cierta crispación en el final de la campaña con un endurecimiento de los discursos?

—Es normal que se antagonicen las posiciones hacia el final de la campaña. Lo que sí creo es que muchas veces en ese antagonismos Juntos y otros sectores de la derecha empiezan a demostrar quienes son realmente, se les empieza a caer la  máscara con acciones antidemocráticas como el caso de Mauricio Macri cuando fue a declarar a Dolores. O ese discurso duro que está al límite de lo democrático que se escucha en algunas fuerzas. Y en definitiva lo importante es lo que uno hace más allá de lo que diga, y basta escuchar a los candidatos de Juntos hablar de la educación o la salud pero jamás trabajaron por eso cuando fueron gobierno. Hay que recordar lo que hizo María Eugenia Vidal en la provincia con las escuelas, recordemos a Sandra y Rubén que murieron por la falta de infraestructura, el ataque a los gremios docentes, los descuentos que sufrieron los maestros, la pérdida de las paritarias y la destrucción sistemática de la educación y la salud.

En el tramo final se introdujo la cuestión de la inseguridad. ¿Eso puede incidir en el electorado?

—No, porque tenemos un electorado maduro. La sociedad ha comprendido que este tipo de cuestiones no deben llevar a generar más violencia, sobre todo la violencia institucional. Desde el año 2000 para acá lo discursos de mano dura aparecieron en tiempos electorales y nunca han conducido a buenos caminos. La cuestión de la inseguridad no se resuelve a los palos y hay muchísimas situaciones que lo demuestran, desde las leyes de Blumberg, las frases de que "hay que meter bala" de Ruckauf y todo lo que hemos vivido desde entonces, ministros de seguridad que quisieron parecer más sheriff que civiles de un área de gobierno tan importante. Digo como Gandhi que "ojo por ojo y el mundo quedará ciego". Hay que prevenir la violencia, no combatirla con más violencia desde el Estado.

Y con esa mirada, ¿cómo evalúa la gestión de Berni, el actual ministro del área?

—Es una persona que dice las cosa como las piensa y como las siente y eso para mi es importante en la política. Más allá de que no acuerde con muchas cosas de su gestión, creo que es importante partir de una convicción auténtica, y creo que Berni la tiene.

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