La red social advirtió que el abuso, el acoso y la conducta de odio serán castigados en la plataforma.
La viralización de los escandalosos y repudiables tuits que se dieron a conocer días atrás de parte del ex capitán de la selección nacional de rugby, Pablo Matera y dos de sus compañeros, Guido Petti, segunda línea, y Santiago Socino, hooker, aceleró una decisión que venían analizando desde Twitter: modificar, y claro está intensificar, sus reglas contra la conducta de los "haters" (odiadores en inglés).
Los mensajes de los integrantes de Los Pumas, sumado a algunas publicaciones viejas de parte de Nati Jota, Marley, Migue Granados, Úrsula Vargués y Julián Serrano, de alto contenido racista xenófobo, gordofóbico, misógino, homofóbico antisemita y descriminatorio encendieron las alarmas de la red social del pajarito, la cual a través de un extenso comunicado informó la decisión de incrementar los castigos contra la conducta del odio.
En el texto publicado en la cuenta @TwitterSeguro, la red social sostuvo que, si bien alientan a las personas a expresarse libremente, el abuso, el acoso y la conducta de odio serán castigados en su plataforma. “En julio de 2019, ampliamos nuestras reglas contra la conducta de odio para incluir el lenguaje que deshumanice a otros con base en su religión o casta", detallaron en su publicación.
Y sumaron: "En marzo de 2020, extendimos la regla para incluir un lenguaje que deshumanice por motivos de edad, discapacidad o enfermedad. Hoy, ampliamos aún más nuestra política de conducta de odio para prohibir el lenguaje que deshumanice a las personas por motivos de raza, etnia o lugar de origen. Si una cuenta infringe repetidamente las reglas de Twitter, podríamos bloquearla o suspenderla temporalmente”.
Como ejemplo, desde la plataforma publicaron un mensaje que podría ser castigado por su abuso y odio: “´Todos los (nacionalidad) son cucarachas que viven del gobierno y tendrían que ser expulsados del país´, sería un caso". Desde Twitter, además, informaron que trabajan "de forma permanente" para mejorar sus reglas y políticas que colabore con la buena convivencia de los internautas sin afectar la libre expresión.
Desde la red social buscan expandir su comprensión de los matices culturales y asegurarse de hacer cumplir las reglas de manera consistente. “Muchas personas expresaron inquietudes acerca de nuestra capacidad para hacer cumplir nuestras reglas de manera justa y coherente, por lo que desarrollamos un proceso de capacitación más profundo con nuestros equipos para asegurarnos de que estuvieran mejor informados al revisar los reportes”, explican.
Al final del comunicado, se comprometieron a trabajar "para fortalecer aún más tanto nuestro proceso de aplicación, como nuestro proceso de apelaciones para corregir nuestros errores y evitar que otros similares continúen. Sabemos que no tenemos todas las respuestas, por lo que, además de la retroalimentación de las personas, trabajamos en conjunto con nuestro Consejo de Confianza y Seguridad, así como otras organizaciones de todo el mundo para profundizar en su experiencia en esta área", resaltaron.
Y concluyeron: "Seguiremos construyendo Twitter para la comunidad global a la que sirve y aseguraremos que sus voces ayuden a moldear nuestras reglas, nuestros productos y la forma en la que trabajamos. A medida que buscamos nuevas oportunidades para evolucionar y expandir nuestras políticas para optimizar el manejo de los retos a los que nos enfrentamos, mantendremos al tanto a nuestros usuario sobre lo que aprendemos y cómo planeamos abordarlo en el marco de nuestras reglas. También continuaremos brindando actualizaciones periódicas sobre el resto del trabajo".
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