Luciano Pereyra brindó una extensa entrevista para la revistaViva de Clarín. Y allí recordó su grave episodio de salud, en 2011. "Estuve al borde de irme. Como dice un amigo: "Te revolotearon los cuervos", sostuvo, en diálogo con el psicoanalista y escritor José Eduardo Abadi.

"Estuve internado durante treinta y cinco días por un divertículo en el esófago que había vuelto a salir. Me tuvieron diez días en coma farmacológico", recordó. Y agregó: "El miedo siempre está. Soy bastante nostálgico, pero de esto no. La ampolla se está haciendo callo. Si me saco la remera, veo cicatrices por todos lados. Es inevitable, siempre las voy a ver. Lo importante es que sé que forma parte de mi historia y de mi vida".

Luego, rememoró una anécdota con David Bisbal. "Al principio me daban cosa (las cicatrices). Un día, estábamos jugando un partido de fútbol y nos tocaba ponernos en cuero o quedar en remera para identificarnos. Entonces, me saco la camiseta para jugar y David, mi gran amigo español, me dice: 'Pareces un torero'. No sabía si explicar toda la situación o no, y sólo le dije que había tenido un problema de salud. Hoy, gracias a Dios, puedo jugar al fútbol, puedo cantar. Y ya pasé por el '¿por qué a mí?'. Y después por el '¿por qué no a mí?'. Hay gente que la pasa peor. Yo tengo la gracia de poder contarlo", concluyó.