La gobernadora de la provincia, Lucía Corpacci, quien ya está en la provincia y mañana retomará sus funciones al frente del Poder Ejecutivo, tendrá una semana movidita, jalonada de nuevas “juras”...
Entre los juramentos, seguramente cumplirá con la ceremonia de refrendar ante la Biblia, “por Dios y estos Santos Evangelios”, la designación del nuevo Fiscal de Estado, el Dr. Carlos Bertorello, cuyos pliegos superaron exitosamente el riguroso cernidor de los senadores radicales, quienes antes, tozudamente, habían hecho hocicar al Dr. Marcos Denett, devenido ahora en ejecutivo de la energética provincial (EC sapem) con rango de vicepresidente.
No se sabe si simultáneamente o en un acto diferenciado, la gobernadora también deberá llamar a jurar al nuevo subsecretario de Agua y Saneamiento, el Ing. Carlos Américo Alsina, quien reemplazará al renunciante Lic. Luis Méndez.
En la órbita del mismo Ministerio de Servicios Públicos se deberá cumplir también con las asunciones de los flamantes directores, tales los casos de Carlos Carrizo, nuevo titular de Proyectos y Obras, y de Eduardo Álvarez, quien será responsabilizado de la DASI (Dirección de Agua y Saneamiento Interior), áreas críticas si las hay (junto con las demás reparticiones energéticas de la misma cartera), y por estos días ante el crucial desafío de que no falte agua ni luz en la concurrida y cosmopolita Fiambalá del furor “dakariano”.
Cabe recordar que tras la intempestiva salida de Julio Molina, en Servicios Públicos ya se habían producido los recambios del subsecretario de Energía, Ing. Fernando Fernández, por el ascenso del Ing. Luis Romero a la titularidad de ese ministerio; como el de la contadora Silvina Quinteros en lugar de su colega Gustavo Caldelari en la subsecretaría de Planificación y Control de Gestión del sector. Allí, además, se había dispuesto elevar el rango de Orlando Alessandro, quien desde su anterior puesto de director fue designado ahora como subsecretario de Comunicaciones.
Con estas “movidas” se estaría ante el relanzamiento de ese crítico ministerio, que nació poco menos que como “la estrella” de la gestión, pero que con el paso tiempo se fue diluyendo en sus expectativas, más por las peleas intestinas y los catatónicos enfrentamientos entre Molina y el Dr. Eduardo Andrada, otrora presidente de la EC sapem, que por lo cambios y mejoras que se hubieran podido introducir para modificar la catastrófica heredad del Frente Cívico en la materia.
No estará ajeno al análisis de la gobernadora el derrotero a cumplir por el ya seguro calendario electoral, con fecha de cierre en el mes de octubre, que aunque algo lejano, siempre urgente porque antes se deberán atender y resolver innumerables cuestiones de orden institucional, como otras del más reservado orden político, sobre todo hacia dentro del propio peronismo, para sellar una oferta que contemple las más amplias y posibles conformidades.
Y después de “tragar el sapo” por las pretendidas objeciones del senador Ricardo Boggio (FCyS de Ancasti), por el reclamo de las sustituciones en el poder que nunca observó en su viajero ex mandatario Eduardo Brizuela del Moral, Lucía deberá apostar a sus cualidades y capacidades de firme negociadora, y a la habilidad de sus mejores “alfiles” para afrontar el mendaz canje de nombramientos que proponen los radicales para aprobar el presupuesto.
Como se ve, un regreso nada sencillo para la Dra. Corpacci, al margen de los fatuos ceremoniales por alguna que otra asunción de nuevos funcionarios, y el “break” festivo por la llegada del Dakar a mitad de semana.
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