De Loredo le imputó a Llaryora la caída de la reforma sindical (Torres en la mira)

De Loredo le imputó a Llaryora la caída de la reforma sindical (Torres en la mira)

El proyecto radical más resistido por el mundo gremial no logró los votos en comisión y no será tratado este año. El jefe del bloque oficial acusó al gobernador de jugar con los K. Alejandra Torres había dejado la comisión para que asumiera Pichetto, conocido anti reforma. El juego de los guiños.

Por Bettina Marengo.

Se cayó la reforma sindical que impulsaba el bloque de la UCR que conduce Rodrigo de Loredo en Diputados y por este año no habrá dictamen ni sanción del proyecto más resistido por las organizaciones de los trabajadores. Con 15 firmas, la iniciativa no logró ayer, último día para dictaminar, los 16 votos que necesitaba en la Comisión de Legislación del Trabajo que preside Martín Tetaz para ser llevada al recinto. El incidente quedó como derrota del bloque “oficial” de la UCR y del PRO, aliados al gobierno de Javier Milei. Los integrantes de La Libertad Avanza firmaron finalmente el proyecto pero con disidencias en el caso de Marcela Pagano. Sin embargo, no era una cuestión prioritaria para el oficialismo nacional, como se lo hizo saber el ministro Federico Sturzenegger primero y el presidente de Diputados, Martin Menem, después, a los radicales que asistieron a la Casa Rosada hace unas semanas. “Queremos terminar el año en paz con los gremios, lo vemos en marzo”, dicen que solicitó, palabras más, palabras menos, Menem. 

El dato local clave fue el cambio de uno de los representantes de Encuentro Federal en la comisión, lo que terminó definiendo la derrota de los “reformistas”, que incluso habían logrado que radicales disidentes como Pablo Juliano, apoyaran en disidencia.

El 14 de octubre pasado, la diputada cordobesa Alejandra Torres dejó su lugar y en su reemplazo asumió ese mismo día el titular del bloque, Miguel Angel Pichetto, de buen vínculo con el sindicalismo “dialoguista” y con el mundo peronista en general. El rionenegrino había dicho desde antes, y reiteró ayer, que un proyecto como este necesitaba “amplios consensos nacionales”, y adelantó que no iba a acompañar. En cambio, la posición de la llaryorista Torres estaba en duda. Ambos sectores, los sindicalistas/peronistas comandados por el diputado Sergio Palazzo, del bloque Unión por la Patria, quien se puso al hombro el rechazo al dictamen, y los “reformistas”, se adjudicaban el voto de Torres, pero fuentes parlamentarias señalaron que la salida de la cordobesa fue justamente para lograr la caída del dictamen. El otro diputado de EF en la comisión es Jorge Avila, titular del sindicato petrolero de Santa Cruz. Tampoco firmó a favor.

¿Guiño del gobernador Martín Llaryora a la CGT o estrategia acordada con los libertarios para evitarle al presidente Milei un malestar nuevo con los jefes sindicales con quienes hoy convive en tregua? Torres tuvo ya algunos gestos que dieron de qué hablar, como cuando se ausentó de la sesión donde se trató de dar de baja el veto presidencial a la ley de financiamiento universitario. Un dato extra: en el sector Bullrich del PRO, que juega simbióticamente con LLA, dicen que dentro de los cordobesistas amigables (lo que excluye a Natalia de la Sota) el díscolo es Juan Brugge, no Torres. 

De Loredo pisó el acelerador y acusó a LLaryora de impedir el dictamen. “Por Llaryora se cayó la reforma sindical. El gobernador retiró a una diputada nacional de la Comisión de Legislación del Trabajo para que entre otro en su lugar, y así otorgar el voto decisivo en contra del proyecto que impulsamos que propone entre otras cosas terminar con los privilegios de los gremios, sus reelecciones indefinidas, eliminar la obligatoriedad de la cuota solidaria, y obligarlos a que presenten declaraciones juradas”, sostuvo el radical en un largo texto en el red X. Y avanzó: “Hubo 16 votos en contra y 15 a favor. Si Llaryora dejaba su diputada en la Comisión, y ésta votaba por la modernización sindical, el proyecto hubiese sido aprobado por 16 a 15”. “Llaryora reniega en público de Cristina, pero cuando no lo miran juega para el kirchnerismo”, agregó. Se sabe que ser K o jugar con los K es la mácula más negra que se le puede adjudicar a un dirigente que busque votos en Córdoba.

Entre otras cuestiones, el proyecto prohíbe el descuento obligatorio de las cuotas solidarias, resistido por los gremios porque llevaba a su desfinanciamiento, elimina la posibilidad de la reelección indefinida, como existe en la actualidad, y dispone una sola reelección, además de la exigencia de Ficha Limpia para presentarse a los cargos de conducción.

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