Esta nueva elaboración fue posible gracias al uso de la tecnología enzimática de Carbios, pionero en el desarrollo de soluciones biotecnológicas para el reciclaje de plásticos de PET. Este desarrollo posee la ventaja de ser apto para todos los tipos de PET (transparente, con color, opaco y multicapas) y de hacer que estos plásticos sean infinitamente reciclables.

“Hemos estado trabajando con Carbios desde 2017 para desarrollar la primera botella hecha de PET derivado de la tecnología de reciclaje enzimático, una alternativa al reciclaje mecánico. Nos complace anunciar la viabilidad de estas botellas en una fase inicial y estamos fascinados de encontrarnos en condiciones de crear el empaque del futuro con nuestros socios. Esta es una innovación prometedora para los años venideros que demuestra nuestro compromiso por lanzar al mercado empaques más amigables con el medio ambiente y que formen parte de una iniciativa de circularidad que empezó hace más de 15 años”, destacó en un comunicado Jacques Playe, director de Empaquetado y Desarrollo, L’Oréal.

El trabajo en conjunto entre L’Oréal y Carbios comenzó en 2017, cuando se creó un consorcio al que luego se unieron Nestle Waters, PepsiCo y Suntory Beverage & Food Europe con el fin de promover el desarrollo de las soluciones innovadoras en reciclaje de plásticos y trabajar en conjunto para industrializar la tecnología.

Además, a través de su programa de sostenibilidad “L’Oréal para el futuro”, el grupo francés ha establecido objetivos nuevos, principalmente en el área de empaquetado, entre los que se destacan: que el 100 % de sus empaques de plástico sean rellenables, reutilizables, reciclables o compostables para 2025; que el 100 % de sus empaques de plástico provengan de materiales reciclados o de origen vegetal para el año 2030 y que el 100 % de los ingredientes utilizados en sus fórmulas y todos los materiales de origen vegetal sean rastreables y provengan de fuentes sostenibles para el 2030.