El secretario de Energía, Gustavo Lopetegui, afirmó que el próximo gobierno se encontrará con «un espacio de solución no dramático» para resolver las cuestiones pendientes en materia de tarifas de gas y electricidad, sin necesidad de recurrir a «gigantescos aumentos», así como el nivel de subsidios, y la política de promoción de Vaca Muerta.
Así lo planteó el funcionario en un balance de gestión que realizó esta tarde con la prensa, en el que trazó como prioridades mantener la dolarización de los precios de los hidrocarburos para evitar un desastre de contratos y lograr que las empresas mantengan los planes de inversión.
A la vez se expresó contrario a otorgar un régimen especial o blindaje para el desarrollo de Vaca Muerta, idea que entendió como «un lobby de las empresas para pagar menos impuestos» ya que «las condiciones de precios están dadas para atraer a las más grandes empresas del mundo».
Tras reconocer que su cartera aún no encontró interlocutor del futuro gobierno para realizar la transición, Lopetegui anticipó que no convocará en diciembre a la audiencia publica que debía realizarse en octubre para definir un nuevo ajuste en las tarifas del gas que debería incluir el efecto de la inflación y la devaluación del último semestre.
No obstante, llamará a una nueva subasta para el abastecimiento de gas a las generadoras eléctricas pero por un plazo de un mes -en lugar de un año como estaba previsto- para no dejar sin precio al próximo gobierno, en tanto que las audiencias para el sector eléctrico deberían realizarse en febrero.
En todos los casos, para Lopetegui, la próxima administración «deberá determinar qué nivel de amento de tarifas es compatible con la pauta inflacionaria y qué nivel de subsidios es compatible con el déficit fiscal de su programa económico, pero en las actuales condiciones se encontrarán con «un espacio de solución no dramático».
Además de considerar como prioridad para la próxima gestión el abordaje «la discusión de las tarifas del gas, del petróleo y combustibles», Lopetegui estimó «necesario tomar una decisión con el gasoducto» troncal de Vaca Muerta que esta gestión no llegó a licitar, para «no perder la oportunidad de la ventana de gas y no seguir importando».
Respecto al petroleo entendió que el desarrollo más inmediato que tiene la Argentina es el del crudo porque eso «va a generar más exportaciones de manera relativamente rápido permitiendo inversiones para el pasaje de piloto a desarrollo de empresas que están aguardando a ver cómo sigue esto».
Lopetegui reafirmó la necesidad de mantener «los precios de los hidrocarburos en dólares y alineados al precio internacional sin retenciones mayores a las actuales, para que esos planes de inversión retomen la velocidad que le dieron las empresas» y que se detuvieron «en medio de la incertidumbre que hay».
Para la Secretaría, este año el sector hidrocarburos va a cerrar con un nivel de inversiones de US$ 7.500 millones en todas las cuencas, pero la perforación de nuevos pozos de octubre a hoy bajó 50% porque «el país tiene 2.500 puntos de riesgo (país) y el nuevo gobierno no ha dicho cuál va a ser su política energética», cuestionó al plantear que por un lado «se quiere una política de estado para Vaca Muera, pero por el otro se habla de pesificar las tarifas».
«Si queremos traer inversión el precio del gas y el petroleo, los 15.000 o 20.000 millones al año que requiere Vaca Muerta, tiene que estar en dólares, si no, no van a venir», sentenció el funcionario.
En materia de subsidios, Lopetegui aseguró que el gobierno está dejando «niveles de cobertura promedio del 70% frente al 13% recibido» sobre el costo de generación reconocido en las tarifas, por lo que insistió en que «hay espacio de solución sin romper cosas que afecten la posibilidad de que vengan inversiones y sin necesidad de gigantescos aumentos ni congelamiento»
Sobre la recuperación de los precios de los combustibles tras 90 días de congelamiento, el secretario dijo que hoy están 10% abajo de la paridad internacional por lo que «seria un crimen parar lo mas obvio que tenemos para desarrollar en lo inmediato por querer combustibles que valgan mucho menos».
Al explicar la polémica medida adoptada tras las elecciones primarias, Lopetegui reconoció que la decisión» fue fue el consenso unánime del Gabinete a la que sólo él se opuso por entender que «se podía avanzar con un aumento de 4% o el 5% cada tres semanas como finalmente se hizo sin el trauma de sacar un DNU que anula la ley de hidrocarburos».
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