Le adjudica las plazas del sí que le permitieron remontar en las generales. Torello es su otro referente en el bloque PRO. Reclama un lugar a Nieto en Ciudad.
Antes de viajar a Europa, Mauricio Macri hizo dos pedidos "personales" a Horacio Rodríguez Larreta, después de frustrase en su intento para ungir a Patricia Bullrich como candidata en la Ciudad y a María Eugenia Vidal en la provincia.
Reclamó una banca en el Congreso para Hernán Lombardi y otra en la Legislatura porteña para Darío Nieto, su ex secretario jaqueado por la causa de espionaje ilegal. Y hasta este viernes esperaba confiado desde Zurich que Larreta le cumpliera.
Lombardi fue un funcionario de poco peso durante el gobierno de Cambiemos, como titular del sistema de medios públicos, castigado por haber apoyado a Gabriela Michetti en la interna con Larreta.
Pero se ganó el amor eterno de Macri por haber sido el ideólogo de "las plazas del si" que animaron la campaña de las elecciones generales y le permitieron achicar la distancia con Alberto. En el macrismo duro dicen que no fue el único artífice, pero el entonces presidente, en su desconcierto, lo entendió así.
La interna de Cambiemos dejaría a Macri y Carrió con escasa presencia en el Congreso
Si Larreta cumple, Lombardi tendría otro compañero en el bloque como referente del macrismo duro: Pablo Torello, hermano de José, el jefe de asesores de Macri y amigo de la adolescencia del ex presidente. Dejarán su banca Ezequiel Fernández Langan, tan cercano a Marcos Peña como a Macri; y Carla Piccolomini, esposa del ex ministro de Comunicación Andrés Ibarra.
No tiene lugar el porteño Jorge Enríquez, el santafesino Federico Angelini quiere mudarse al Senado y Héctor Baldassi, que jugaba al fútbol con Macri en Olivos, pelea por un lugar en la lista de Córdoba.
Además de Lombardi, quedará como enlace de Macri en el bloque PRO Pablo Torello, hermano de José, su amigo de la adolescencia. Hay una línea dura que responde a Patricia y un grupo del interior que habla con el ex presidente, pero responde a su pelea local.
De esta manera, como anticipó LPO, la interna de Cambiemos podía dejar a Macri y a Elisa Carrió con escasa representación legislativa para los dos últimos años del gobierno de Alberto Fernández.
El grupo conocido como "línea dura" del bloque defiende a rabiar a Macri cuando es necesario pero su terminal es Patricia Bullrich, con la tarea de garantizar la reelección de Fernando Iglesias en la Ciudad de Buenos Aires.
No la tiene fácil, porque Larreta no le perdona haberse negado a votar leyes que necesitaba para su gestión, como la suspensión de varios artículos del pacto fiscal en 2020. Como también sumarse sin filtro a provocaciones de Bullrich.
Mauricio Macri y Darío Nieto.
La última semana de Iglesias en redes sociales fue un descontrol: agradeció "con el corazón" a los seguidores que pedían por él, posteó una nota de Darío Lopérfido que criticaba a Vidal, cabeza de la lista en la que quiere ingresar; y reivindicó la elección presidencial de Ricardo López Murphy en 2003, con la esperanza de ser incluido en su boleta junto a otros delfines de Patricia, como la científica Sandra Pitta. Pero no será fácil que el economista cuele a sus candidatos.
Otro delfín de Bullrich es Waldo Wolff, con mandato hasta 2023. Pero su principal ladero será Gerardo Milman, uno de sus secretarios en el Ministerio de Seguridad, mano derecha en la conducción del PRO y con un lugar asegurado en la lista de Santilli. Es de Avellaneda y vive en Adrogué.
Otro grupo de macristas del interior del país es reconocido por el ex presidente como cercano pero la tropa porteña no le confía del todo, porque entienden que tarde o temprano priorizarán sus necesidades locales.
Varios tienen cargos gestionados por el ex presidente como el vice de la Cámara, el mendocino Omar de Marchi, quien accedió al cargo por gestión de Larreta; y a la vice del bloque, la cordobesa Soher el Sukaria.
Los macristas que circulan por el Congreso creen que lo mejor será esperar un triunfo de Diego Santilli en la interna y una conducción de Larreta que por ahora desconocen. "Macri dejó pasar esta elección, pero no quiere decir que no aparezca en la que viene", advierten sus defensores. No son muchos.
Comentá la nota