El OPDS cambió de director, luego de que el multidenunciado Ricardo Pagola fuera corrido del cargo, aunque no haya sido para enfrentar a la Justicia sino para ocupar un rol secundario, como salida elegante, como “estratega” en la campaña de Cambiemos en la provincia de Buenos Aires.
Su lugar será ocupado por Rodrigo Aybar, ex director del CGP Comunal 14, prolongando la vieja tradición de nombrar porteños en cargos de la provincia de Buenos Aires. Es que Aybar es un joven nacido en Recoleta pero que, como él aclara, “sus salidas nocturnas están en Palermo”.
En una entrevista brindada a un medio de Capital Federal hace algunos años, Aybar, que posee nula experiencia en materia medioambiental, explicó que viene de formar el Círculo Político de la Pastoral Universitaria de Buenos Aires en comunión con los grupos religiosos que pululan por la UCA. E hizo fuertes declaraciones de gran contenido político durante el final del primer gobierno kirchnerista, como por ejemplo: “Por la noche, elijo caminar por Palermo Hollywood”.
En un gracioso ping pong de preguntas y respuestas, al ser consultado por Néstor Kirchner (entonces máximo mandatario del país), lo definió, tras una profunda meditación, como “nuestro presidente”. Alto vuelo intelectual en una entrevista imperdible.
Aybar creía que el entonces zigzagueante jefe de Gobierno porteño, Jorge Telerman, era “el mejor candidato que puede tener nuestra ciudad”. Consultado por Quebracho, su respuesta fue: “No los comprendo”. Interrogado por Israel, hizo un comentario de tinte académico que deja a la luz sus años de instrucción: “Es una nación. Palestina también”. Una respuesta que, claramente, es sólo para entendidos.
En la misma entrevista, y acorde a su formación, se mostró en contra de la adopción por parte de las parejas homosexuales (“No lo veo como un ámbito familiar ideal para criar a un niño”); y del consumo de marihuana.
En palabras que hoy resultan paradójicas, analizó la política estadounidense con duras críticas a las políticas nacionalistas llevabas adelante por el entonces presidente, George Bush, muy similares a las que adoptó Donald Trump, el presidente norteamericano que tan bien se lleva con su ahora jefe político, Mauricio Macri. Fue justamente del actual presidente argentino que le tocó opinar para cerrar la entrevista, y no desaprovechó la oportunidad para sentenciar: “Valoro el interés de Macri en involucrarse en política, aunque no pareciera tener una profunda vocación por lo público”.
Desopilantes respuestas de un funcionario macrista que promete, sino una buena gestión, por lo menos mantenernos entretenidos.
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