A las internas indefinidas en el justicialismo local, ahora se suma una declaración de guerra a los referentes nacionales. Aseguran que no permitirán que los operadores bajen línea de lo que se debe hacer en Corrientes.
Crujen las estructuras dentro del Partido Justicialista (PJ) correntino sin definiciones sobre la interna y con un alto nivel de “internismo”, sin embargo tienen una sola certeza, no van a permitir que las candidaturas sean digitadas desde la Nación.
Mientras los dos sectores más importantes se disputan el liderazgo del partido de Perón e intentan acercar posiciones para cerrar un acuerdo, son varias las líneas internas que esperan una definición ante el “histeriqueo” que rasga la relación Fabián Ríos y Carlos Mauricio Camau Espínola. Los muchachos peronistas necesitan un panorama más claro para saber detrás de quién se alinearán, pero también, identificar quién representará el papel de contrincante a vencer.
Faltando cinco meses todavía para presentar las listas con los nombres que participarán en las Elecciones Primarias Abiertas Simultaneas Obligatorias (PASO), en las cuales se definirá a los candidatos que representarán a Corrientes en el Congreso de la Nación, los sectores en puja dentro del PJ ya se muestran los dientes y advierten a los operadores nacionales que no van a permitir una imposición de nombres.
“Es una de las cuestiones que deben saber los precandidatos que se medirán en las PASO para la presidencia, no vamos a permitir imposiciones desde Buenos Aires. Nuestros candidatos saldrán de las primarias. Que participen todos los que quieran y sean comicios transparentes”, señaló el exviceintendente de la Capital, Ernesto Tito Meixner en diálogo exclusivo con La República.
El mensaje es claro, no aceptarán bendecidos, ni para las candidaturas nacionales ni para las provinciales, lo que realmente representa un mensaje de advertencia y alto contenido político hacia las estructuras nacionales, que hace algunos años “meten la cola” en la definición de las listas. Lo cierto es no quieren más “convidados de piedra”, ni candidatos “nacidos de un zapallo”, que lloran en Buenos Aires para que se los recompense con una candidatura acá.
Son 3 las bancas que deja el PJ local en el Congreso de la Nación en diciembre de este año, y lo que deja entrever el mensaje dado por Meixner es que no habría revalidación de títulos para ninguno. Así, Ana María Perroni, representante de la Corriente Peronista Federal; Araceli Ferreyra, del Partido de la Victoria, y Fernando Marcópulos, de la Democracia Cristiana, deberían buscar nuevos horizontes luego de diciembre de 2015.
En el Senado de la Nación los justicialistas no tienen representantes, y ahí son tres las bancas que se pondrán a consideración del pueblo. Las de Josefina Meabe de Mathó (Partido Liberal), José María Roldán (Frente de Todos) y Eugenio Nito Artaza (UCR). No son pocos los que saben que el eterno Juan Carlos Chueco Mazzón anduvo por Corrientes y no se descarta que cuando pase el terremoto nacional que golpea al kirchnerismo con el caso del fiscal Alberto Nisman, Carlos Kunkel también desembarque en el Taragüí para poner blanco sobre negro.
En tanto que Camau está cada vez más convencido de que Ríos seguirá siendo el “mandamás” dentro del PJ correntino, y que deberá arrodillarse ante el jefe comunal para lograr un lugar en la lista de legisladores de este año, que le dé la posibilidad de mostrarles a los “compañeros” que el caudal de votos logrado en 2013 a fuerza del dinero de la Nación, sigue intacto.
Son muchos los que abonan que Camau y Ríos se reconcilien. Entienden que el medallista olímpico sigue siendo un éxito de taquilla en las urnas y que no es un elemento para desaprovechar. Las negociaciones continuarán y uno de los dos popes actuales del kirchnerismo deberá ceder.
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