El lobista, en baja: Daniel Funes de Rioja suma enemigos y lleva a la UIA al límite de la fractura

El lobista, en baja: Daniel Funes de Rioja suma enemigos y lleva a la UIA al límite de la fractura

El abogado doble faz pierde representatividad en la gremial fabril. Pymes, enardecidas. Reproches internos por privilegiar intereses propios y de Paolo Rocca.

 

Por Francisco Aristi

La representatividad del titular de la Unión Industrial Argentina (UIA), Daniel Funes de Rioja, volvió al centro de los cuestionamientos de las asociadas a la gremial fabril. Las cámaras del sector lo acusan de someterlas a los reproches del presidente Javier Milei, mientras su estudio jurídico sigue armando negocios en contacto directo con la Casa Rosada.

La conducción de la UIA quedó pasiva ante el destrato fáctico de la administración libertaria, que tiene al sector con 11 de 12 rubros en rojo y registra una caída del 8,6% en los primeros siete meses de 2024, según la consultora de Orlando Ferreres, que augura más bajas pese al repunte leve de julio.

Expertos industrialistas cuestionan que Milei y el ministro Toto Caputo vayan a contramano de las políticas y estrategias de desarrollo industrial que están tomando países como Brasil, México, Estados Unidos, Alemania, India, China e Inglaterra.

 

 

“Hay un enojo generalizado con el trato presidencial y con la defensa leve de Funes de Rioja que mezcla el interés y el lobby de su estudio jurídico”, explicitó a Letra P un empresario que preside una cámara industrial importante.

El empresario hacía referencia al estudio Bruchou & Funes de Rioja, especializado en derecho corporativo y laboral empresario en el que trabajan los hijos titular de la UIA, y que -trascendió- se prepara para cobrar honorarios cercanos al 3% de cada inversión de más de u$s200 millones que asesoren para aplicar Régimen de Incentivos para Grandes Inversiones (RIGI).

La UIA de Rocca y Techint

“La UIA quedó totalmente en manos de Techint - Paolo Rocca que forma parte del gobierno y de Funes de Rioja que es funcional a ese esquema. Él es responsable de cómo quedó redactado el RIGI y divide a la gremial empresaria por no confrontar mientras la industria se desgaja”, dijo un empresario pyme a Letra P.

Paolo Rocca conduce el apoyo de la UIA a Javier Milei

"También hay un consenso. Las grandes empresas, a pesar de la recesión, bancan el objetivo de la estabilidad de las cuentas fiscales", planteó.

El vicepresidente regional de la UIA, Guillermo Moretti dijo a este medio que “el Presidente dejó claro que no ve al sector industrial como protagonista de la salida del país” y fundamentó los motivos por los que no se quedó a escuchar el discurso de Milei durante el acto por el Día de la Industria: “Cuando llegó a la sede la UIA, me fui. No estoy para que me reten o me traten de ladrón”.

Moretti no está de acuerdo con el RIGI, cuya redacción salió del estudio de Funes de Rioja. "Las inversiones se analizan una por una, ahora parece que el inversor se lleva todo y no deja nada. Es un modelo parecido a Nigeria”, evaluó.

Una posición similar esgrime Elio del Ré, titular de la Asociación de Industriales Metalúrgicos de la República Argentina (Adimra). En su participación de la contracumbre industrial que organizó el gobernador bonaerense Axel Kicillof en Ituzaingó, el referente de una de las cámaras más importantes de la UIA aseguró: “La salida es con más política industrial. Hay que hablar mucho de política industrial, somos la solución y no el problema”.

Javier Milei, a contramano

Funes de Rioja volvió a quedar atrapado en su doble faz de lobista profesional y representante de la industria nacional. En su discurso en la UIA, Milei trató de “ladrones" al empresariado industrial en su propia casa.

“Ningún industrial le robó al campo, fue la política que le sacó la plata al campo y también le quitó competitividad a la industria, con regulaciones y una presión tributaria que supera el 50%”, afirmó otro empresario que comparte el enojo con la conducción de gremial fabril.

Daniel Funes de Rioja y Javier Milei

Daniel Rosato, titular de Industriales Pymes Argentinos (UPA), coincidió en que “el Presidente se equivoca. Va en contra de la industria nacional. El 70% de la industria está cayendo, el 30% restante son el petróleo, el gas y la minería. Hay desánimo en el sector industrial, porque tenemos un desarrollo energético importante y el gobierno no deja avanzar a las pequeñas industrias que son generadoras de trabajo".

La indiferencia de la Casa Rosada

La indiferencia de la administración libertaria con la industria se hizo evidente en Córdoba, donde Stellantis (Fiat) anunció una inversión de más de u$s385 millones para la planta de Ferreyra y del acto no participó ningún funcionario nacional.

El economista Leandro Mora Alfonsín, especializado en desarrollo productivo, afirmó que "es clave no abandonar, como se está abandonando una política industrial que planifique el desarrollo, como hacen todos los países a los que nos queremos parecer".

"Eso implica una política horizontal que incentive todo tipo de producción y la selección de sectores estratégicos según nuestro perfil de desarrollo, es necesario estabilizar la macro, pero se necesita una política de crecimiento", dijo a Letra P.

"En Argentina hay 600 mil empresas, de las cuales el 10% son industriales, que explican el 19% del PBI y generan el 60% de las exportaciones. En todos los países del mundo están volviendo a gestionar políticas de apoyo y protección a la industria con aportes no reembolsables y regulaciones del comercio exterior. Esto hacen China, Estados Unidos y la Unión Europea", recordó Pablo Bercovich, director de la consultora Marca Pyme al ser consultado por este medio.

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