El dicho popular dice "siempre que llovió, paró”, pero en el caso de la primera lluvia importante de la temporada primaveral la cuestión es a la inversa: siempre que hizo muchísimo calor, llovió.

El domingo del Día de la Madre amaneció con cielo nublado, un notable descenso de la temperatura y una persistente lluvia, que se desató en las últimas horas de la noche del sábado.

De acuerdo con datos proporcionados por el Servicio Meteorológico Urbano, ayer la precipitación fue de 41 milímetros, una cifra bastante importante para lo que suelen ser las precipitaciones en la Provincia.

De acuerdo con otras fuentes consultadas, la temperatura promedió los 20º, con mínimas que rondaron los 15º y una máxima aproximada de 25º. Durante la última semana, las jornadas tuvieron una temperatura que casi llegó a los 40º.

En cuanto a daños, Alfredo Saavedra, director de Defensa Civil, aseguró que en esta oportunidad no se salió a asistir a nadie. Ningún ciudadano se vio en la necesidad de llamar a este organismo a fin de pedir atención por cuestiones vinculadas a las estructuras de las viviendas.

No obstante, indicó que hubo calles anegadas y se registraron algunas ramas de árboles que cayeron, por la avenida Dr. Del Pino, hacia la zona oeste de la urbe capitalina.

Según el funcionario, fue una lluvia torrencial que no generó grandes daños en las estructuras de las viviendas de la ciudad, ni tampoco en las de los servicios.

Temporal

En una recorrida que Diario El Ancasti efectuó por distintos barrios de la Capital, se pudo observar el impacto de la tormenta.

Hacia el sector norte, la intersección de la calle Maipú Norte con la avenida de Choya (la ex Pista), el agua se convirtió en un inmenso lago que cubrió gran parte de esta esquina.

La rotonda de Avenida Virgen del Valle y Avenida México era otra gran laguna artificial.

Hacia el casco céntrico, las calles con pendiente brindaron un paisaje veneciano, pero a la catamarqueña. Cruzar la vereda no fue nada sencillo. En algunos tramos, el agua que bajaba por la pendiente sobrepasó el cordón y cubrió parte de las veredas.

En tanto, en la zona sur capitalina, los problemas fueron similares. El agua tapó aceras y calzadas. Para cruzar las calles, los transeúntes debían arremangarse los pantalones o quitarse los calzados.

En este caso se pudo comprobar que aún resta realizar algunos ajustes al sistema de desagües que la Municipalidad trata de aplicar para evitar estos desbordes y que pongan en peligro las viviendas de la zona sureste de la Capital.

Y naturalmente, en los distintos puntos de la ciudad en los que más se sintió el anegamiento, el reclamo de los vecinos era el mismo: los desagües pluviales.

Según expresaron, los caños no dan abasto y, por ello, las calles quedaron inundadas. También indicaron que por las obras de repavimentación, algunas calzadas "quedaron levantadas y si siguen repavimentando más, la calle se va a levantar tanto que un día el agua va a entrar a la casa”, explicaron.

Una residente de uno de los barrios populosos del sur capitalino explicó que por una de las obras que se ejecutaron por la zona, cada vez que llueve, el agua no corre. Ante esta situación, deben sacar el agua de las veredas con escurridores.

PRONÓSTICO

En la última semana, las temperaturas máximas superaron los 30 grados.

Ayer, la temporada estival comenzó con una tormenta, con una precipitación de 41 milímetros de lluvia caída.

La temperatura promedió los 20º. La mínima rondó los 15º y la máxima, los 25º.

Para hoy se espera un cielo parcialmente nublado, con una máxima de 31º y una mínima de 17º.

Para mañana, se pronostica una jornada cálida pero con probables tormentas y chaparrones aislados por la tarde a noche. Poco cambio de temperatura. La mínima será de 20º y la máxima de 30º.

Se estima que el miércoles estará caluroso a cálido pero con probables lluvias matutinas y con probabilidad de tormentas y chaparrones aislados por la tarde a noche. Poco cambio de temperatura, con una máxima de 31º y una mínima de 21º.