De los 12 puentes que sucumbieron entre marzo y abril, cuatro se desplomaron y otros cuatro fueron reparados. Reclamo de productores
El tendal de puentes, rutas y caminos que sufrieron severos daños tras las inundaciones de la temporada movilizó a los sectores productivos locales, que presionaron y pidieron asistencia de la Dirección Provincial de Vialidad (DPA) para solucionar de manera urgente los problemas de conectividad. Con la cosecha citrícola ya en marcha y el inicio de la zafra azucarera programado para mediados de mayo, las rutas desechas suman preocupación a las empresas y asociaciones empresarias. Pero ellos no son los únicos angustiados por esta situación. Los vecinos de las localidades a las que todavía hoy es difícil acceder porque los puentes que las comunicaban se dañaron o porque los caminos quedaron muy deteriorados reclaman soluciones con urgencia. Para ellos, esta situación convirtió los quehaceres más triviales y cotidianos -como llevar los chicos a la escuela, hacer compras o ir al médico- en odiseas.
Durante las tormentas que se produjeron la segunda semana de marzo y desborde del dique Escaba, el 12 de abril, 12 puentes sufrieron daños. Cuatro de ellos (tres vehiculares y uno peatonal) directamente se desplomaron. Otros cuatro todavía están intransitables (porque las reparaciones no comenzaron o aún están en curso). Y solamente cuatro fueron arreglados. Por esa razón, a casi dos meses de aquellas inundaciones, los vecinos de varias localidades circulan por badenes y cruces provisorios que amenazan con desaparecer si llega a caer una tormenta tardía y genera crecientes en los ríos. A eso hay que sumarle el deterioro de los caminos.
“Hay mucha preocupación por el tema de las rutas. Hay fincas a las que todavía no se puede entrar y las mismas empresas decidieron comenzar el arreglo de los caminos y afrontar los gastos. En cultivos como el limón no se puede demorar la cosecha porque la fruta se pasa de tamaño”, explicó Paula Rovella, gerenta de la Asociación Tucumana del Citrus (ATC). La dirigente empresarial informó que Vialidad recibió a los productores, que llevaron listados con los caminos que necesitaban una pronta reparación. “Vialidad se comprometió a ayudarnos y estableció los contactos con los responsables de Vialidad de las zonas afectadas”, contó.
A las demoras en la cosecha de caña de azúcar, producto de las excesivas lluvias, se suma también el problema de los caminos. “Está complicada la actividad. Hay zonas que quedaron y siguen absolutamente intransitables. En la reunión con Vialidad nosotros pedimos que se hagan trabajos de envergadura, que no sean sólo arreglos para salir del paso”, puntualizó Sergio Fara, de la Unión Cañeros Independientes de Tucumán (UCIT). Entre las rutas más comprometidas, según el dirigente están la 302, que va a Ranchillos; la 304 en la entrada a El Tajamar, El Rodeo, El Cajón y La Ramada. También preocupa la ruta 357, en la zona de Los Agudos, Atahona, y Amberes. “En Los Agudos hay caminos con agua todavía”, señaló. De todos modos, para Julio Colombres, presidente del Centro Azucarero Regional, el tema de los caminos no debería ser un impedimento para la zafra. “Están más deteriorados que otras veces, pero no es algo que no se pueda superar”, dijo esperanzado.
Reconstrucción
Raúl Basilio, administrador de Vialidad de la Provincia, confirmó que son tres los puentes que deberán hacerse nuevos: el que cruza el río La Sala (ruta 305, a la altura de Villa Padre Monti, al norte de la provincia); el de La Sala (ruta 340, entre San Javier y Raco); y el acceso al parque nacional Campo de los Alisos (al sur). Para los dos primeros puentes ya hay proyectos de reconstrucción. “El secretario de Obras Públicas (Oscar Mirkin) está viajando a Buenos Aires para gestionar el financiamiento de esas dos obras. El resto de los puentes se puede recuperar”, informó el funcionario.
Basilio estima que en 40 días podría volver a usarse con normalidad el puente de Lules, cuyo estribo sur ya está siendo reparado. Mientras tanto, se dispuso una batería de caños para canalizar el agua del río y realizar un paso a nivel; esto mismo se hizo en los puentes del Campo de los Alisos, y el de Río Nío, entre otros. “Las lluvias fueron verdaderamente extraordinarias, y hay caminos de toda la provincia que se convirtieron en ríos”, admitió el ingeniero. Además, aseguró que las precipitaciones obligan a ajustar los criterios de cálculo y diseño de los puentes. “Son lluvias extraordinarias, pero se dieron y de ahora en más habrá que tenerlas en cuenta”, finalizó.
Jorge Jiménez, ministro de Economía, dijo que se ha pedido a la Nación una ayuda financiera de $ 400 millones. “Con eso se puede cubrir buena parte de lo que se ha roto de caminos y puentes. Lo primero, lo más urgente, son los canales Norte y Sur y los puentes. Lógicamente, no se va a poder hacer todo este año. Estamos reacomodando partidas para que lo continúe la gestión que viene”, dijo.
Pedido “urgente”
- Este es el listado de caminos que los citricultores le presentaron a Vialidad Provincial; necesitan que sean reparados lo antes posible:
- Camino de ingreso a la localidad de Tajamar, en Burruyacu.
- Camino de ingreso a la localidad de Ischilón, en Chicligasta.
- Camino de ingreso a El Rodeo, en Burruyacu.
- Camino de ingreso a El Molino, en Chicligasta.
- Ingreso a los Cochamolles, en Chicligasta.
- Ingreso a la zona de Monte Grande, en Estación Padilla, Famaillá.
- Caminería de acceso a Yánima, en Alberdi.
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