Por las precipitaciones, familias carenciadas que viven en un asentamiento de la zona norte reclamaron por las tierras que usurpan y solución habitacional de manera inmediata. La persistente llovizna penetró en sus viviendas precarias, construidas con nylon, cartón y palos.
Desde la noche del jueves, personal de Defensa Civil realizó entregas de nylon para reforzar los techos y paredes, mientras que asistentes sociales de Acción Social Directa efectuaron relevamientos. Aun así, las humildes familias solicitaron la entrega de las tierras para la autoconstrucción, a fin de dejar de vivir en tales condiciones.
Las familias son alrededor de 30, están asentadas en avenida Choya, a metros de la nueva rotonda, y consultadas por El Esquiú.com aseguraron que no pueden construir sus viviendas porque al tratarse de un asentamiento, temen ser desalojados.
Explicaron que la mayoría llegó al lugar hace tres años, pero la mitad de ellos hace escasamente un año que ocupan las tierras y levantaron sus precarios ranchos.
Integrantes de las familias López, Amaya y Aguirre aseguraron que la mayoría de los habitantes del asentamiento están inscriptos en la Secretaría de Vivienda en diversos programas de ayuda, y que luego de reiteradas visitas, les informaron que a partir de octubre tendrán soluciones.
“Nosotros pudimos esperar un año hasta ahora, pero como empezó a llover se nos moja todo dentro de los ranchos; mi hijo está enfermo con broncoespasmos, en la madrugada no podía respirar porque estamos a la intemperie, y el bebé se enfrió. Nosotros queremos que al menos nos den las tierras para hacer una pieza o que nos digan si nos van a dar o no la vivienda”, explicó Micaela Amaya.
De igual modo, otros vecinos se acercaron y contaron que “vivir en los ranchos es un peligro, pero más todavía cuando llueve, porque las conexiones de luz que hicimos desde el alumbrado público se mojan y corremos riesgo de morir electrocutados”.
“Queremos el pedazo de tierra para que aunque sea nosotros peguemos los blocks, pero que alguien nos asegure que no nos saquen, porque todos tenemos chicos y no tenemos a dónde ir”, insistieron.
Durante el recorrido, asistentes sociales llegaron a la zona a realizar un relevamiento ante llamados de los mismos vecinos.
De forma solidaria, los consultados dieron a conocer que en el asentamiento vive hace algunos meses una familia de apellido Pachado, que también levantó un rancho a metros de la nueva rotonda. Serían del interior y llegaron hace un tiempo a la Capital para que el jefe de familia sea tratado por su problema de adicción al alcohol; mientras, los demás miembros buscan trabajo para poder sustentarse, ya que carecen de ingresos y viven en condiciones muy precarias.
Defensa Civil
Por otra parte, el director de Defensa Civil, Alfredo Saavedra, dio a conocer que durante la noche del miércoles y parte de ayer, recorrieron las zonas norte y sur de la ciudad entregando plásticos a los más humildes. Además, informó que los relevamientos son intensos ya que las solicitudes de ayuda son constantes.
Desde el Servicio Meteorológico local informaron que entre el miércoles y jueves, la lluvia caída fue de 12.5 milímetros.
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