El nuevo titular del Alto Cuerpo reivindicó la tarea que viene realizando el fuero “antidroga”, relativizó los problemas en los tribunales del interior provincial y aseguró que mejorar la gestión judicial para optimizar el servicio de justicia será su principal desafío.
Los 63 años encuentran el magistrado oriundo de Villa Del Rosario, padre de tres hijos y abuelo de dos nietos, dirigiendo el Máximo Tribunal de la Provincia, lugar que ocupará en coincidiencia con el mandato del actual gobernador José Manuel De la Sota, quien lo llevó al Alto Cuerpo allá por el 2007.
- Hace seis años que integra el TSJ y por primera vez será su presidente. ¿Cómo lo vive y cuál cree que son los desafíos que tendrá que afrontar este año?
- Sin lugar a dudas es un honor, es una distinción que el Tribunal Superior me haya asignado esta responsabilidad. En cuanto a los desafíos, tengo que decir que son múltiples y todos los años aparecen nuevos y más importantes. El de este año creo que es el de profundizar el camino de la gestión judicial para optimizar los recursos humanos y tecnológicos, que son cualitativa y cuantitativamente muy importantes. Queremos optimizar el servicio de justicia para que esté más cerca de la gente y sea más eficaz. Durante todo este tiempo, el Tribunal Superior ha venido generando acordadas que estuvieron orientadas a crear un modelo; ahora ha llegado el tiempo de optimizar y afianzar los pasos dados.
- Durante este tiempo ha sido el vocal encargado de recorrer los tribunales del interior provincial ¿Cómo analiza la situación en esos juzgados?
- Para hablar de ellos y cómo están hay que preguntarles a los que reciben el servicio. Nosotros hemos hecho una encuesta de opinión el año pasado entre los representantes de los Colegios de Abogados de la provincia, encuesta que se hizo en forma anónima y la verdad que ha sido muy auspiciosa, los resultados fueron muy buenos para la Justicia y en definitiva para la gente.
- Pero hay muchos cuestionamientos, por ejemplo, en materia de infraestructura o de falta de personal. En Río Cuarto, por ejemplo, hay muchos reclamos de los operadores judiciales por las preacarias condiciones edilicias de algunos de los edificios. ¿Que tiene para decir al respecto?
- Lo que hay en el interior son reclamos focalizados. Si tomamos sedes como Marcos Juárez o Cruz del Eje, hay que decir que tienen una infraestructura superior a la de Córdoba. En el caso de Río Cuarto -que no es la sede en peores condiciones- todos los años en estos últimos cinco le hemos ido agregando un inmueble alquilado, a pesar de que ya está en marcha la construcción del nuevo edificio. Hay otros lugares que están muy mal, como es el caso, por ejemplo, de Cura Brochero, pero estamos en camino a solucionarlo porque todas las sedes del interior deben tener el mismo tratamiento.
- ¿El problema del interior es la infraestructura o, por el contrario, hay otros problemas más acuciantes?
- Los problemas del interior dependen de qué lugares uno habla. En los lugares lejos de la capital cordobesa el inconveniente mayor es lograr que los funcionarios se radiquen, lo mismo ocurre en las sedes más cercanas a la capital. Digo esto porque el juez tiene que estar cerca de los problemas que tiene que resolver y conocer a su gente. Tiene que tener el código en la mano pero los pies en la tierra. Cuando usted llega a un lugar y su cabeza la tiene en otro, su familia, sus amigos, hay una suerte de mitad de presencia y eso se nota fuertemente en los lugares donde los jueces viven; yo, que he estado muchos años en el interior, puedo hablar de eso.
- Durante la gestión Schiaretti hubo un intento de crear dos juzgados de Familia especializados en violencia familiar que finalmente se reconvirtieron en juzgados civiles. ¿En el interior provincial no es necesaria esta especialización?
-Los instrumentos de especialización dependen de los lugares donde se quiera utilizar. Donde usted necesita una 4×4 no puede utilizar otro vehículo. En el interior, la especialización le quita funcionalidad a la tarea. Así, cuando un juez tiene que irse de feria, por ejemplo, termina siendo reemplazado por otro que no cuenta con esa especialización y termina siendo una complicación -esto no ocurre en Córdoba-. En el caso de Río Cuarto y Cosquín, esta opinión que estoy virtiendo fue compartida por el resto de los operadores judiciales y abogados que vieron que estos juzgados iban a tener un funcionamiento acotado y se terminaría desperdiciando esfuerzos económicos, que siempre son escasos. En ese sentido, se pensó que era mucho más conveniente un fuero múltiple. Por eso, cuando se crea un organismo hay que escuchar primero a los involucrados. Al margen, está la realidad que fue constada por el Consejo de la Magistratura y que tiene que ver con los sucesivos desiertos concursos para designar estos jueces especializados en Familia. Hay veces que las cosas no ocurren por casualidad.
- La creciente litigiosidad es un problema que ha venido en aumento en los últimos años en el Poder Judicial y en ese marco hubo un intento por reformar los códigos procesales que quedó trunco. ¿Debería volver a intentarse una reforma de los códigos?
- La reforma de los códigos es una decisión política, no de los jueces, la ley siempre es un instrumento, nosotros no podemos crear realidades con instrumentos. Si políticamente se decide modificar uno o todos los códigos nosotros tendremos que acatarlo pero no podemos estar esperando que se modifiquen los códigos para resolver los problemas.
-Pero, por su experiencia, ¿usted cree que una modificación de los códigos ayudaría a reducir la litigiosidad?
- Si tuviera que hablar por mi experiencia tendría que decir que para modificar cualquier cosa nosotros tendríamos primero que medir los costos, los problemas y las soluciones, metodología que generalmente no es utilizada por las comisiones que modifican leyes. Me remito a una experiencia concreta: nosotros hemos podido acelerar el proceso laboral sin modificar el código utilizando un elemento tecnológico que tiene el Poder Judicial y que tiene que ver con las notificaciones electrónicas. Habíamos revelado que 75 por ciento de los tiempos de los procesos judiciales se pierde en las notificaciones; no se pierde en el tiempo que resuelve el juez sino en la simple comunicación procesal, entonces lo que hicimos fue poner en funcionamiento las notificaciones electrónicas, que dan certeza, agilidad. Se ha logrado un efecto que a lo mejor para otra persona sólo se resolvía con la modificación del código. En ese rumbo es que viene trabajando el Tribunal Superior, no todo tenemos que esperar que salga de la imaginación de la ley, para eso también están los jueces, en la gestión judicial. Esto también se aplica y se traslada a la resolución de los conflictos, no siempre los jueces encuentran la solución en la letra literal de la ley y hay que recurrir a la Constitución, a los valores de la Constitución para que el fallo sea verdaderamente justo y equitativo.
- En diciembre se puso en marcha el fuero de Lucha contra el Narcotráfico, a poco andar ¿Qué evaluación hace de su funcionamiento?
- Lo que puedo destacar es un aspecto que tiene que ver con el compromiso y el entusiasmo que han asumido todos los que están involucrados en este tema. Las estadísticas respaldan lo que digo, los procedimientos ocurridos en enero hablan de lo bien que están trabajando los fiscales y los jueces. Se está trabajando con mucho compromiso, tanto en el interior como en capital, se han hecho procedimientos muy importantes, la Justicia provincial se ha puesto a la altura de las expectativas y creo las está superando.
- ¿Los recursos son suficientes o cree que van a necesitar un refuerzo en el marco de la demanda que están atendiendo?
- Esto es muy reciente pero el éxito de los procedimientos está hablando de que los recursos por el momento son suficientes, lo importante es la preparación de las personas que tienen a cargo esta responsabilidad y el compromiso para realizar la tarea.
- Hubo críticas por el funcionamiento del Jurado de Enjuiciamiento de Córdoba durante 2012. Teniendo en cuenta que el Consejo de la Magistatura tiene una composición más plural y el jury una más política, ¿habría que pensar en una reformulación en su integración?
- En realidad el funcionamiento de las instituciones depende de las personas. Creo que el buen desempeño del Cuerpo puede resolverse rápidamente sin necesidad de modificar su integración, ya sea con un cronograma de actividades, poniéndose de acuerdo los integrantes para funcionar mejor. La integración de un cuerpo no garantiza los resultados, creo que en Córdoba ha sido un organismo que ha funcionado en forma responsable dentro de un parámetro aceptable, primero hagamos funcionar conrrectamente lo que está y después analizaremos si los problemas vienen por la composición.
- Se viene un año complicado en materia salarial para todos los gremios. A ustedes les toca negociar con los empleados del Poder Judicial. ¿Cómo se preparan para este momento atento a un presupuesto que siempre es limitado?
- Nosotros tenemos una excelente relación con el gremio del Poder Judicial, cada uno en su ámbito, las personas que están a cargo de la conducción son personas que viven en la provincia y saben de su realidad económica, siempre hemos dialogado y encontrado una solución dentro del marco del de las finanzas provinciales, nosotros no somos una isla en la que podamos tener un régimen distinto.
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