Por Mariano Cuparo Ortiz

Ya es oficial: el Gobierno se autorizó a contraer nueva deuda con el FMI y, aunque todavía no hay acuerdo con el Fondo y por ende no se conocen sus detalles más importantes, el DNU publicado en el Boletín Oficial ya dejó entrever que se recibirán al menos alrededor de USD14.000 millones para pagar deuda contraída con el propio organismo internacional en 2018, cuando el actual ministro de Economía, Luis Caputo, era el presidente del BCRA. Además, habrá desembolsos frescos para apuntalar las reservas y sostener el ancla cambiaria. Desde la Ley Guzmán, esta será la primera vez en la que se autoriza una operación de endeudamiento sin que todavía haya acuerdo con el FMI.

El DNU destacó que el endeudamiento que se vaya a acordar en el futuro de corto plazo con el FMI generará divisas que se usarán para que el Tesoro cancele una parte de su deuda en Letras Intransferibles con el BCRA. Es decir, Tesoro enviará los DEG que reciba del FMI y de esa forma conseguirá su objetivo: engrosar las reservas de la autoridad monetaria. Queda la duda de si podrá utilizar parte de esas divisas para seguir interviniendo en las cotizaciones del dólar. Pero, aunque en 2018 una cláusula lo prohibía, la intervención ocurrió igual, bajó la gestión Caputo, lo que deja entrever que el Gobierno buscará asegurarse poder de fuego para sostener la apreciación del peso.

El decreto también destacó que el endeudamiento se usará para cancelar deuda correspondiente al acuerdo del 2022, que a la vez consistió en refinanciar aquel endeudamiento el 2018, que vencerá en los próximos cuatro años. Desde Portfolio Personal Inversiones (PPI) estimaron que esos vencimientos llegan a algo más de USD14.000 millones. Desde Bull Market, que totalizan USD13.100 millones. El exsecretario de Política Tributaria Roberto Arias lo estimó en USD15.000 millones. Ahí una primera certeza del DNU: incluirá desembolsos para cancelar deuda contraída por el propio Caputo en 2018, por alrededor de USD14.000 millones.

El texto de la autorización de endeudamiento decretada por el Gobierno también afirmó que habrá un plazo de gracia de 4,5 años, lo que implicará, a priori, que en los próximos 4 años se pagará deuda vieja, y recién promediando el 2029 se empezará a pagar esa cuenta de alrededor de USD14.000 millones más los fondos frescos que pueda enviar el FMI para engrosar unas reservas netas que están en un negativo de USD10.200 millones, según la metodología del propio Fondo.

Si los desembolsos se acercan a los esperados USD11.000 millones que había dicho precisar el presidente Javier Milei para salir del cepo, las reservas netas quedarán en un positivo de USD1.000 millones, aunque habrá que conocer el cronograma de desembolsos para poder hacer cuentas.

El analista financiero Christian Buteler afirmó: "Había que llegar a un acuerdo, porque no había forma de hacer frente a las obligaciones y entrar en default no es una opción que convenga, ni al país, ni al FMI. El problema que envíen además fondos frescos para pagar Letras Intransferibles, lo que va a implicar que el BCRA, a priori una entidad independiente, se quede con esas divisas para hacer lo que quiera, como sostener el tipo de cambio barato. Puede haber condiciones de acumulación de reservas que lo limiten. Vamos a tener que ver la letra chica. El BCRA tendrá más cintura, pero aumenta el endeudamiento externo y aumenta la dependencia del FMI, a una tasa de 6,8%, mayor a la de las LI que es de 4%. Era necesario un acuerdo, pero no hacía falta más deuda".