La llegada del "plático" a la empresa encargada de la venta y distribución de las tarjetas se acelerará en las próximas horas procurando calmar el malestar de los usuarios del transporte urbano que no tienen otras alternativas para viajar en la Capital provincial desde la eliminación del cospel.
La llegada de 7.000 Tarjetas Ciudadanas al mercado, durante la jornada de ayer, procura descomprimir el clima de tensión social que viven los usuarios del servicio de ómnibus urbano en la Capital tucumana, ante la eliminación del cospel desde el viernes 31 de enero del corriente año. Según datos de la comuna, tanto en el centro y en los barrios funcionaron a pleno los puntos de recarga del plástico, y en las bocas de distribución de Muñecas 426 y Junín 58 se optimizaba la entrega de las tarjetas. Los horarios de atención durante la jornada de hoy serán de 9.00 a 13-00 y de 18.00 a 21.30. Tanto los funcionarios municipales como los empresarios del transporte procuraron encontrarle otra vuelta de tuerca a la falta de previsibilidad y organización para la distribución y venta de las Tarjetas Ciudadanas, lanzaron un "manotazo de ahogado" reflotando los abonos que se expenden en cada empresa y que tienen descuentos por el pago adelantado de los viajes. Casualmente al tener descuento, los abonos ni siquiera eran mencionados por los empresarios que tranquilamente disponían del efectivo al hacer el canje de los cospeles. Al desaparecer estos, el físico, es decir el efectivo, también desapareció. La implementación de los abonos, de manejo directo de los empresarios, haría suponer que estos podrían contar, rápidamente, con efectivo, ya que el sistema de Tarjeta Ciudadana, manejada por una empresa que no depende de los empresarios de transporte, tal como sucedía con los cospeles, les hace perder el rumbo en el manejo de sus economías.
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