Córdoba se convirtió en una trinchera política con cruces de todos los sectores políticos. Se reunió con intendentes, se mostró con bomberos y mandó a sus alfiles a responder cuestionamientos.
Por Bettina Marengo.
Los incendios en las Sierras convirtieron a Córdoba en una trinchera política nacional y Martín Llaryora salió a contener los daños de estar en el foco de la tormenta con un tema ambiental, social y políticamente sensible, cuando empiezan a conformarse los escenarios electorales para el año que viene.
En medio del -valga la figura- fuego cruzado entre La Libertad Avanza, el cordobesismo, el gobierno del bonaerense Axel Kicillof, el diputado radical Rodrigo de Loredo y la propia Cristina Fernández de Kirchner, Llaryora se reunió en los territorios con intendentes y jefes comunales de las localidades alcanzadas, se mostró con bomberos que están en la primera trinchera de la lucha, e hizo recorrida de medios para aclarar que la Provincia está poniendo todos los recursos necesarios y para presentar la nueva línea de Hacemos Unidos frente al flagelo: cambiar las leyes para endurecer las penas a los responsables del inicio de las llamas y constituir a la Provincia en querellante de las causas por incendios. En concordancia, su mano derecha en la Legislatura, el presidente del bloque oficialista, Miguel Siciliano, adelantó en redes sociales que ayer mismo presentaría en la Unicameral un proyecto de ley para solicitar al Congreso de la Nación “el endurecimiento de las penas para quienes sean responsables de iniciar incendios” porque “las actuales sanciones del Código Penal Argentino resultan insuficientes frente al daño ambiental y social que generan estos delitos”.
El clima político en torno a los incendios se tensó el domingo por la noche y ayer recalentó. El jefe del Panal puso a sus espadas a responderle al diputado libertario Gabriel Bornoroni, jefe de la bancada de La Libertad Avanza y hombre de Karina Milei en Córdoba, y la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner, que lo cuestionaron. A Bornoroni le respondió con su alfil parlamentario, el diputado Ignacio Garcia Aresca. A Cristina, con su ministra de Ambiente, Victoria Flores. Llaryosimo puro.
El ex diputado libertario acusó a la Provincia de gastar “cinco veces más” en pauta publicitaria que en prevención del fuego y habló de “vergüenza”. “Estos son los problemas que necesitamos discutir en Córdoba. Basta de gastar en publicidad. Que la plata vaya a resolver problemas reales”, dijo el empresario, que no hubiera toreado a Llaryora sin hablarlo con Martín Menem, o con la secretaria General de la Presidencia. Lo cierto es que el oficialismo nacional buscó golpear con una tema de urticaria popular como el gasto en publicidad aprovechando un momento de debilidad del mandatario, con la oposición local exigiendo respuestas (De Loredo le reclamó al gobierno que “pida ayuda” a otras provincias) y todas las organizaciones ambientalistas apuntando al “modelo de desarrollo cordobés” que el Panal defiende con encuestas de valoración nacional. Aresca retrucó con acusación de “oportunismo político” de parte de Bornoroni, y rechazó la data de la pauta. En el medio, el jefe de Gabinete de Javier Milei, Guillermo Francos, ala política del gobierno, contó que mantuvo una conversación con Llaryora y buscó bajar la espuma del cruce. Francos dejó en claro que su problema no es con Llaryora sino con Axel Kicillof, el gobernador K de la provincia de Buenos Aires que envió dos helicópteros a Córdoba. El aviso de la ayuda lo hizo el ministro de Seguridad Juan Pablo Quinteros. Los pilotos tuvieron que ser rápidamente instruidos en trabajo en sierra y sobre fuego. El jefe de Gabinete dijo que Kicillof debería “administrar su provincia” y no “hacer política barata con los incendios que azotan a Córdoba” y resaltó que la Nación “no hace especulaciones políticas” sino que a través del Sistema Nacional de Manejo del Fuego (SNMF) está brindando ayuda a la provincia. Fuentes locales que están bien cerca del fuego afirmaron que el programa federal actúa casi en automático, y que a Córdoba envió en esta ocasión 4 aviones, 2 helicópteros, 70 brigadistas forestales y dos camiones, uno de comando y otro de servicio. “Esto es así desde hace mucho tiempo, se hace siempre, solo que no se conoce”, contextualizó la fuente.
Fue Cristina Kirchner quien puso el foco en el “modelo Córdoba” para hablar del brote ígneo en tierras mediterráneas. La expresidenta posteó largo en la red X bajo el título “Bajo Fuego” para pedirle a Llaryora que la Provincia adhiera a la ley de Manejo del Fuego que impulsó su hijo, el diputado Máximo Kirchner, que amplía las restricciones en el uso de las tierras afectadas por los incendios. Según la ex mandataria, el 95% de los focos son causados por acción humana por “lobby inmobiliario”o “fines de explotación agrícola”. La polémica quedó servida. Victoria Flores, ministra de Ambiente, se subió al ring y replicó. “Dra. Fernández: la ley 9814 impide desde 2010 el cambio de uso del suelo y la ley nacional es de aplicación nacional”. Al cierre de esta nota, los incendios no se habían extinguido, pero #Llaryora era tendencia nacional en Twitter.
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