Los gobernadores de Córdoba y Santa Fe se reunieron para reclamar la eliminación de las retenciones ante la complicada situación del sector agropecuario, clave para ambas provincias. Apuntan a convertirse en los voceros políticos de un malestar que afecta la economía regional e influye en el electorado local.
Por
Fernando Cibeira
El gobernador de Córdoba, Martín Llaryora, recibió este jueves a su par de Santa Fe, Maximiliano Pullaro, con el objetivo de mostrarse como transmisores del malestar del sector agropecuario y el reclamo por la eliminación de las retenciones. "Los productores de Córdoba y Santa Fe vienen realizando un gran esfuerzo para mantener sus actividades en pie, y es momento de que el Estado nacional implemente medidas de alivio que fortalezcan a un sector fundamental para la recuperación y el desarrollo del país", sostuvieron. Llaryora, además, anunció una rebaja de impuestos y ayuda para los productores en dificultades. La foto coincidió con el pedido de la Mesa de Enlace de una audiencia con el ministro de Economía, Luis Caputo, para exponerle la situación del sector, con varias firmas importantes en problemas financieros.
Córdoba fue la provincia que mayor porcentaje sacó Javier Milei en el balotaje, con un electorado caracerizado por su antikirchnerismo. En Santa Fe, Milei también consiguió una buena cantidad de votos. Esa circunstancia ponía a sus gobernadores en la difícil situación de no desear confrontar con un gobierno que sabían contaba con un amplio respaldo local aunque sus políticas estuvieran direccionadas contra los intereses regionales. El rojo financiero en el que cayó en los últimos meses el sector agropecuario le dio a Llaryora y Pullaro un tema clave para diferenciarse de la gestión nacional y convertirse en voceros de un reclamo esencial para las economías de ambas provincias. Además, es muy influyente a la hora de decidir el voto.
Llaryora ya propició dos encuentros de la mesa de enlace cordobesa, que días atrás emitió un documento crítico con las políticas oficiales. "Es imperativo que el Gobierno nacional revise y tome medidas respecto a las retenciones, ya que estas han sido largamente prometidas y hasta ahora no se han cumplido", sostuvieron en la declaración. Este jueves volvieron a reunirse con el gobernador cordobés sentado en la cabecera de la mesa. Llaryora buscó salir en socorro del sector que sufre el crítico mix de precios internacionales bajos, un dólar por el piso y condiciones climáticas adversas. El Ejecutivo provincial anunció la creación de una mesa técnica que analizará la situación de los productores que se declaren en dificultades para auxiliarlos con prórrogas impositivas y diferimientos de pagos. "El diálogo y las medidas acordadas refuerzan nuestro compromiso con el sector agropecuario, un pilar fundamental de la economía cordobesa", expresó Llaryora.
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En vez de apuntarle al Gobierno, Pullaro prefirió, días atrás, confrontar con la provincia de Buenos Aires. “El campo no puede seguir subsidiando al conurbano bonaerense, a ese sector improductivo de la República Argentina, que le genera un costo muy grande”, sostuvo. Obviamente, se ganó algunas réplicas desde la Provincia. El PJ Bonaerense que preside Máximo Kirchner emitió una declaración: "la provincia de Buenos Aires alberga el 50% de la industria manufacturera argentina", le recordaron respecto a la supuesta improductividad. Este jueves, Pullaro optó por la foto con Llaryora con un reclamo común por el campo.
"Defender este motor productivo es mucho más que proteger al campo: es apostar por la generación de empleo, respaldar a los productores y empresarios, y cuidar a quienes día a día sostienen la producción en nuestras provincias", sostuvieron los gobernadores en su declaración conjunta. El discurso productivo, está claro, es ajeno a la prédica libertaria y Llaryora y Pullaro apuntan a marcar esa falencia como un aspecto clave y diferenciador.
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