El gobernador y el intendente presentaron el nuevo esquema para la metropolización del transporte. Apuesta transversal y “sin ideologías”.
Por Yanina Soria.
Ayer fue un día políticamente complicado para el peronismo de Córdoba. El escándalo (delito) de bajísima estofa -pero no por ello menos grave- cometido por el ahora ex funcionario municipal Guillermo Kraismann, terminó relegando a un segundo plano el mega anuncio que hicieron el gobernador Martín Llaryora y el intendente Daniel Passerini sobre transporte.
Aunque la política oficialista intentó rápidamente correrle el cuerpo a las responsabilidades que le caben por haber sostenido a lo largo de estos 25 años de poder a un dirigente con los antecedentes de Kraismann, fue imposible barrer la basura bajo la alfombra.
Los 100 gramos de bondiola, la lata de atún y el frasco de cerezas que se robó el dirigente de la seccional 13 de un supermercado, expusieron públicamente al conjunto del PJ. Fueron demasiados los cargos ocupados por el hombre en cuestión en todos estos años, y muchas las fotos públicas que lo muestran siempre vinculado a lo más alto del poder provincial y capitalino.
Lo cierto es que con esa polémica resonando de fondo, el mandatario y el intendente de Capital encabezaron ayer un acto para anunciar de manera conjunta lo que, prometen, será la solución a una de las principales demandas que tienen los cordobeses: una mejora en el sistema público de pasajeros.
La metropolización del servicio es una vieja deuda de las últimas gestiones municipales y ahora el gobierno capitalino y provincial de Hacemos Unidos por Córdoba prometen concretar ese cambio de paradigma. Para brindar mayor conexión y alternativas de servicios entre la Capital y las ciudades adyacentes el transporte dejará de gestionarse con una visión urbana y será pensado en forma integral con el Gran Córdoba.
La apuesta, sin plazos fijados, también es política; pues tanto Llaryora como Passerini en sus discursos buscaron destacar el “esfuerzo” de sus gestiones para relanzar el servicio en tiempos de crisis y quita total de subsidios.
“Esto es fruto de mucho trabajo, que tal vez explique el modelo Córdoba. En este momento en donde en Argentina la noticia es que se sacan líneas o que se reduce el sistema, en Córdoba se crea un nuevo sistema de transporte para solucionarle los problemas a la gente”, sostuvo Llaryora.
Por su lado, Passerini que se prepara nuevamente para ir a gritar en el Congreso de la Nación por los fondos nacionales no enviados al interior, se refirió a la “verdadera libertad”. “La casta no viaja en colectivo. Vamos a garantizar el derecho de transporte, que la gente pueda ir a trabajar y moverse con libertad”, dijo en un tiro por elevación al presidente Javier Milei.
El anunció contó con un marco importante de intendentes del Gran Córdoba que le aportaron la cuota de transversalidad que tanto le gusta exhibir al gobernador.
“Somos gobiernos municipales y provinciales de distintas ideologías y distintos partidos políticos, pensamos distinto en política, tenemos distinta ideología, pero no pensamos distinto cuando sabemos que todos los días tenemos que trabajar en conjunto para mejorar la calidad de vida del vecino. Primero los vecinos, después el partido, después la ideología. Ese es el modelo Córdoba”, agregó Llaryora.
De hecho, hicieron uso de la palabra el jefe comunal de La Calera, Fernando Rambaldi; Pablo Cornet de Villa Allende; y Gastón Mazzalay de Malvinas Argentinas. Los tres celebraron la iniciativa y le agradecieron al mandatario y a Rodrigo Fernández, presidente del Ente Intermunicipal de Gestión Metropolitana que, a través de la creación de una Unidad Ejecutora, avanzarán con el plan. Esa Unidad se encargará de diseñar, planificar, e implementar la política de transporte metropolitano.
La iniciativa, según se presentó ayer, consiste en un plan evolutivo, de aplicación y avance gradual, que comprende a las ciudades de Córdoba, Saldán, La Calera, Los Cedros, Villa Allende, Colonia Tirolesa, Malvinas Argentinas, Mi Granja, Malagueño, Estación Juárez Celman, Monte Cristo, Mendiolaza, Toledo, Bouwer, Agua de Oro y Salsipuedes.
Con el objetivo de optimizar el sistema de transporte urbano de pasajeros de la ciudad de Córdoba y mejorar la conectividad entre esas localidades que conforman el Área Metropolitana, el plan evolutivo busca brindar a los usuarios mayores alternativas de servicio público de transporte con medios de pago integrados, costos diferenciados, centros de transferencias y paradas inteligentes. Entre otras novedades, destacaron la creación de líneas anuales que permitan la vinculación entre barrios, sin necesidad de ir al centro de la ciudad.
Además, el nuevo sistema establecerá servicios urbanos extendidos, con las líneas 500 y 600; servicios circunvalares, con los corredores 700 y 701; un servicio por el segundo anillo de circunvalación, con el corredor 800; y servicios interurbanos, con expresos diferenciales norte y sur.
Por su parte, la oposición en el Concejo Deliberante reprochó que el intendente capitalino presentara el plan sin haber enviado el proyecto al recinto ni los pliegos de licitación, asunto que quedó postergado por ahora. El radical Sergio Piguillem fue uno de los que se quejó: “Nos enteramos por los medios que el intendente Passerini va a implementar un nuevo marco regulatorio para el transporte de la ciudad. En lugar de mandar los pliegos al Concejo, como corresponde, el intendente elige un camino que se presta a la corrupción y la ineficiencia”, dijo.
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