Antes de que Francos diera el OK en público para que la autopista 19 se provincialice y la ejecute Llaryora, el karinista Bornoroni había dicho que una ruta no es prioridad cuando no tenes para el transporte. El ala mileísta, versión Pettovello, ya le había dado otro “no” al llaryorismo por cuestiones básicas como el transporte. Juez vuelve a Olivos.
Por Bettina Marengo.
El gobierno de Martín Llaryora quiere apurar los tiempos para avanzar con la finalización de la autovía nacional sobre la ruta 19, cuya provincialización mereció el OK de Guillermo Francos, el flamante jefe de Gabinete de Javier Milei. En los próximos días, afirmaron desde el Panal, habrá reuniones técnicas con funcionarios de Infraestructura, área que está a cargo de “chanchito de yeso”, el ministro de Economía Luis Caputo. El llaryorismo tiene ahí a Luis Giovine como interlocutor pero aunque sean unos 60 kilómetros los pendientes, la obra está parada y reactivarla llevaría bastante tiempo en tareas administrativas, técnicas y financieras. El fondeo saldría del crédito BID ya otorgado para esa obra durante el segundo gobierno de Cristina Kirchner, y que está bajo control de la Nación. La idea del Panal es que Milei/Caputo transfieran ese préstamo a Córdoba, y que la provincia lo pague con el cobro de los peajes.
Algunas versiones hablan de una reunión entre Francos y Llaryora por este tema, pero no está confirmado. El jefe de Gabinete se reunió hoy con el entrerriano Rogelio Frigerio y ya lo hizo con gente de Axel Kicillof. Lo que sí quedó firme es un nuevo encuentro esta semana en Olivos entre Milei y el senador Luis Juez, tal como el presidente acordó con el cordobés en su visita a esta ciudad para el acto del 25 de mayo. “Puede ser almuerzo”, deslizaron los juecistas. La última fue un sánguche nocturno. Habrá que ver qué hablan Juez y el presidente sobre el tema de la autopista 19. En el Frente Cívico dicen que el senador no jugará en contra porque se trata de una ruta imprescindible, pero lo cierto es que de concretarse puede ser la gran obra pública de la gestión Llaryora, como la Circunvalación lo fue de Juan Schiaretti o la autovía 36 a Río Cuarto del fallecido José Manuel de la Sota. Hasta ahora, en el marco del recorte y sin derecho a quejarse por la “pesada herencia”, el sanfrancisqueño está enfocado en intangibles valiosos pero de difícil “monetización” electoral, como educación, o de resultados impredecibles, como seguridad, más el pago de salarios y jubilaciones de la provincia. No es poco para tiempos de ajuste y caída de la recaudación, pero otra cosa es buscar la reelección.
En el medio hay ruidos, que el oficialismo provincial relativiza. Francos, ala política del gobierno nacional y empoderado pero no mesa chica de Milei, fue claro al afirmar que “le vamos a decir que sí” a Llaryora para que gestione y ejecute el faltante de la 19,, y prometió “trabajan en conjunto para provincializar la ruta como se ha hecho con otras” en otras oportunidades. Por ejemplo, la ruta 2 CABA-Mar del Plata. Unas horas antes, por el mismo medio, radio Cadena 3, el jefe del bloque de diputados de La Libertad Avanza, el cordobés Gabriel Bornoroni, cuestionó la pretensión del gobernador mediterránoe y le sugirió que defina las prioridades de los gastos de su gestión. Durísimo, teniendo en cuenta que el llaryorismo y Bornoroni han jugado juntos en algunos escenarios como las elecciones del Colegio de Abogados, donde se quedaron con la conducción. “El gobernador tiene que asignar los recursos de la provincia correctamente. El intendente Daniel Passerini irá a Buenos Aires a pedir por los subsidios para el transporte. Entonces, debe reasignar los recursos de los cordobeses a los cordobeses y no a rutas nacionales. La asignación de los recursos que está haciendo el gobernador no es la correcta: no está priorizando lo que los cordobeses le están pidiendo. Está queriendo darle prioridad a una ruta, cuando hay otras necesidades que son prácticamente básicas, que es el transporte, que tiene problemas graves”, dijo el diputado, que tiene la banca de Karina Milei, la poderosa hermana del jefe de Estado, además de Secretaria General de la Presidencia. Si son palabras de Bornoroni o es el círculo chico el que salió a responderle a Llaryora, antes de que el negociador Francos diera el sí, es algo que no se sabe. El llaryrorismo es prudente con el jefe del bloque oficialista y relativiza el impacto de sus dichos. Aseguran que la oferta del sanfrancisqueño es “una salida” a una situación que perjudica a los cordobeses “y al propio gobierno nacional”. “La toman, bien, no la toman, seguimos con lo nuestro”, señalan. En cambio, cerca de Juez, que ve como el diputado busca posicionarse como futuro candidato a gobernador del voto de derechas en Córdoba, no relativizan nada y le bajan el precio al poder de definición de sus declaraciones.
El núcleo mileísta ya le negó otros pedidos al cordobesismo, y no en un rubro postergable como la ruta. En el tema del momento, los alimentos que no se repartieron a las organizaciones sociales, civiles y religiosas, para que estas los vuelquen a comedores, merenderos u organizaciones barriales, dos emisarios enviados por Llaryora ante Capital Humano se volvieron con las manos vacías y una respuesta desconcertante: “Toda la ayuda se dará individualmente”. Es decir, ni a los gobiernos provinciales, ni locales, ni a las organizaciones. En Córdoba ya hay municipios de zona núcleo, casi sin desocupación, que nunca pidieron a la Provincia alimentos para sus vecinos, que reclaman bolsones, aunque la situación más grave está en Capital, Río Cuarto y Villa María. ¿Querrán mandar un camión del Ejército a Villa El Libertador y entregar desde atrás las cajas a cada vecino? se preguntó azorado uno que sabe de cerca los procedimientos y las circunstancias. “Los van a tener que sacar con Gendarmería”, abundó, en alusión a que podría reunirse una cantidad inmanejable de personas necesitadas de ayuda.
Los encargados de visitar al ahora echado Pablo de la Torre, el segundo de la ministra Sandra Petovello, fueron la ministra de Desarrollo Humano de Córdoba, Liliana Montero, también a cargo de Niñez, y el secretario de Desarrollo Social de la Provincia, Paulo Casinerio. El ahora ex funcionario nacional no pareció jugar por su cuenta: todo el tiempo se remitió “a Sandra”, la jefa de la amplia cartera, para sostener su posición. Petovello recibió ayer un espaldarazo de Milei pese al escándalo de los alimentos y los contratos sospechosos con la Organización de Estados Iberoamericanos (OEI), una organización no tan desconocida para los políticos como para los ciudadanos de a pie. Los cordobeses se volvieron sin nada de esa visita. Con los alimentos destrabados vía judicial (y vía eclesial, el bergoglista monseñor García Cuerva de alguna manera adelantó lo que se venía durante su homilía en el Tedeum del 25 de Mayo) harán otro intento en algunos días. Se verá si responde línea Francos o línea Bornoroni-Karina.
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