En el HCD de Necochea los recortes anunciados (e impuestos) desde el gobierno nacional y provincial a los municipios parecen haber pasado desapercibidos. El presidente del HCD, Ernesto Mancino, dispuso en dos meses la mitad de todo el personal que nombró su antecesor en todo su mandato.
Los recortes dispuestos por el gobierno nacional para sus propias dependencias y las dependencias provinciales y municipales aplica en el sentido de alimentar el discurso de contrarrestar los efectos de la llamada "pesada herencia".
Sin embargo, en la práctica ya se ha reflejado que solo se trata de un discurso para la tribuna. Tal es así que el propio gobierno salió a anunciar con bombos y platillos una norma que prohibiría a los funcionarios designar a sus propios familiares en cargos públicos, señal de que la práctica estaba extendida más allá de Cambiemos o del kirchnerismo de la "década ganada".
Lo cierto es que con esa determinación el gobierno nacional no hizo más que volver a foja cero la cantidad de nombramientos y el aumento de gasto político que había propiciado en 2015, cuando asumió Mauricio Macri en la presidencia y María Eugenia Vidal al frente de la Provncia de Buenos Aires.
Precisamente esa misma actitud de "recorte para algunos" fue la que se conoció en el HCD de Necochea, donde su presidente Ernesto Mancino(Cambiemos PRO) realizó algunos nombramientos para agrandar la planta de personal.
El concejal en ejercicio de la presidencia incorporó personal que es de la militancia de Cambiemos, entre ellos a la ex titular de la OMIC, Eugenia Vallota, que ocupa actualmente un cargo administrativo en las oficinas del Concejo.
"Entraron 4 empleados mas, una de ellas es Eugenia Vallota. Si bien están trabajando aun no terminaron de completar los tramites en personal", dijo una fuente allegada al Concejo a Cuatro Vientos. "El bloque radical tiene 3 secretarios y 2 concejales: habia 5 designados con contratos de otras áreas, pero 2 fueron a secretaria del concejo", agregó.
La situación obviamente ha causado indignación en diferentes espacios, que ven que las políticas de recorte del PRO se aplican sólo para algunos sectores y, para colmo, se contraponen con las acciones de gobierno posteriores.
Los nombramientos se conocieron luego de una publicación de Nova Necochea, que reflejó la molestia que incluso causó dentro del PRO:
Hace algunos años en cada fiesta infantil había un juego que era casi obligatorio: el juego de la silla, en el que se giraba alrededor de una ronda de sillas inferior al número de jugadores y cuando la música dejaba de sonar el más lento quedaba afuera.
Sin espíritu nostálgico, el presidente del Concejo Deliberante, Ernesto Mancino, ha impuesto la misma práctica entre los empleados legislativos. La planta de trabajadores ha aumentado de tal manera que el que llega último no tiene dónde sentarse.
Durante los primeros días de gestión, intentó el despido de algunos trabajadores pero tras un rápido llamado del "patroncito" Martín Domínguez Yelpo, dio inmediatamente marcha atrás con la medida y en apenas dos meses a cargo de la Presidencia del Concejo incorporó la mitad del personal que su antecesor, Pablo Aued, en todo su mandato.
Es tal la superpoblación que Mancino se vio obligado a pedir una oficina al bloque Compromiso y Trabajo por Necochea, ex Frente para la Victoria, para poder ubicar a todo el personal.
Lejos de la austeridad que requiere un municipio que todos los meses se las ve en figuritas para poder cumplir con el pago de sueldos y ha entrado en un plan de ajuste brutal a instancias de la gobernadora María Eugenia Vidal, Mancino mete la mano en el bolsillo de los necochenses para premiar a militantes del PRO con un sueldo de la administración municipal.
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