Científicos argentinos concretaron un avance estratégico para la soberanía y el desarrollo de la industria energética nacional.
En el Complejo Tecnológico Pilcaniyeu (CTP), en Río Negro, investigadores de la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) lograron sintetizar hexafluorofosfato de litio (LiPF6), o sales de litio, un insumo necesario para procesar electrolitos de las baterías de ion-litio, un compuesto que solo se fabricaba en países asiáticos y que por la alta demanda tienen un stock reducido. Mientras tanto, se amplían las perspectivas de producción en Argentina a partir de la llegada de inversores extranjeros.
En una etapa inicial, el objetivo de este desarrollo es que el país se autoabastezca de baterías para cubrir las necesidades del sistema de defensa nacional, lo que incluye a los radares que monitorean las fronteras. En simultáneo, los especialistas argentinos trabajan con las habilitaciones y estudios de impacto ambiental pertinentes para estos procesos con materiales, para lo que cuentan con la experiencia del trabajo en el enriquecimiento de uranio.
Argentina es el cuarto productor mundial de litio después de Australia, Chile y China, y es el segundo país con más recursos del mineral, después de Bolivia, con reservas que se concentran en Jujuy, Salta y Catamarca. El litio es un elemento que permite que las baterías tengan una mayor vida útil, aunque requiere otros procesos antes de convertirse en partes de una batería.
El trabajo de los científicos de la CNEA, que contó con financiamiento del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación de la Nación, permitirá lograr una calidad que permita elevar a nivel industrial la producción de este insumo. Los investigadores fueron convocados por un consorcio integrado por el Centro de Química Inorgánica Cequinor-Conicet y las empresas Clorar Ingeniería e YPF Tecnología (Y-TEC). Esta última cuenta, en conjunto con la Universidad Nacional de La Plata, con la primera Planta Nacional de Desarrollo Tecnológico de Celdas y Baterías de Litio (UniLiB).
"Estas instalaciones fueron concebidas en la década de 1970 para el enriquecimiento de uranio y entre 2007 y 2015 se actualizaron con tecnologías que permiten trabajar en las mejores condiciones de seguridad con los elementos fluorados necesarios para el desarrollo de estos compuestos", señaló para la Agencia Télam el ingeniero nuclear Daniel Brasnarof, gerente del Complejo Tecnológico Pilcaniyeu. "Esperamos alcanzar hacia fin de año los niveles de calidad necesarios para hacer viable la producción a nivel industrial, que con la capacidad de Pilcaniyeu podría ser en principio de una tonelada al año", agregó
Por su parte, la presidenta de la CNEA, Adriana Serquis, señaló que el organismo "tiene un rol concreto en la transición energética de la Argentina sosteniendo el desarrollo de la tecnología nuclear". "Además estamos impulsando tecnologías vinculadas a la energía solar, al hidrógeno, y en este caso las baterías de litio", remarcó.
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