La nueva ley provincial comenzará a regir dentro de siete años, ya que tomará los comicios del año pasado como el primer período de los intendentes, diputados, senadores y concejales.
La nueva ley que limita las reelecciones de los intendentes y otros funcionarios en la provincia de Buenos Aires, aprobada el miércoles pasado, se podrá poner en práctica recién en las elecciones de 2023.
La clave está en uno de los aspectos del proyecto que estipula que el actual mandato de los funcionarios será contabilizado como el primero, por lo cual la nueva norma entrará en vigencia en siete años.
En sesión ordinaria, el Senado provincial votó el miércoles la ley que limita las reelecciones de los intendentes, diputados, senadores, concejales y consejeros escolares que hasta ahora permitía a los funcionarios continuar en los cargos si así sólo lo determinaba el voto popular.
De este modo, estos funcionarios sólo podrán ocupar esos cargos por dos períodos consecutivos, en sintonía con el gobernador bonaerense y el presidente de la Nación, que ya estaban vigentes.
Para lograr consenso entre las distintas fuerzas políticas para aprobar la flamante ley se resolvió otorgar a los veteranos intendentes un plus de una nueva reelección implícita que en rigor afecta a los mandatarios locales que fueron elegidos por primera vez el año pasado o que no venían de una gestión consecutiva.
Sólo a modo de ejemplo, y para entender cómo se implementará la nueva ley, quien no venía de una gestión consecutiva en 2015, pero que en diciembre último inició su cuarto mandato, es Mario Ishii.
El intendente de José C. Paz fue elegido por el voto popular en 1999, 2003 y 2007, mientras que el 25 de octubre de 2015 fue consagrado por los ciudadanos para ejercer su cuarto mandato, aunque no consecutivo. El período 2011-15 de la municipalidad paceña estuvo a cargo de Carlos Urquiaga, de la misma fuerza política que Ishii, el Frente para la Victoria.
Ahora con la nueva ley, Ishii tendrá la posibilidad de ser reelegido en 2019 y luego deberá esperar un mandato completo entre 2023 y 2027 para poder volver a presentarse como candidato en el mismo cargo, siempre y cuando sea votado en 2019.
La nueva norma fue votada el miércoles por los senadores de Cambiemos y el Frente Renovador, alianzas que se disputan la autoría de la iniciativa, y rechazada por los representantes del Frente para la Victoria.
Las elecciones municipales de 2015 dejaron en el camino a veteranos intendentes del conurbano como Raúl Othacehé de Merlo, Mariano West de Moreno y Hugo Curto de Tres de Febrero, sin necesidad de un cambio de legislación y sí por decisión del voto de la ciudadanía.
Años atrás ya había ocurrido lo propio con viejos jefes municipales como Manuel Quindimil en Lanús y Enrique 'Japonés' García en Vicente López que permanecieron en sus cargos por más de 24 años consecutivos.
Ahora quienes están en la vidriera de los cuestionamientos son los intendentes con más años al frente de sus gobiernos locales y que con la nueva ley tienen un plus para una nueva reelección consecutiva.
Al tope de esta grilla se encuentra Julio Pereyra de Florencio Varela con siete elecciones consecutivas con la obtenida el año pasado.
En la tabla lo siguen Alejandro Granados de Ezeiza con seis elecciones, Alberto Descalzo de Ituzaingó también con seis, Gustavo Posse de San Isidro con cinco, Mario Secco de Ensenada con cuatro, Ricardo Curutchet de Marcos Paz con cuatro y Aníbal Regueiro de Presidente Perón también con cuatro.
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