Por ARIEL BOFFELLI.

La designación de Luciano Ruiz al frente de la Liga de Concejales del Partido justicialista (PJ) de Río Negro reavivó las diferencias en el seno del Frente de Todos (FdT). El viedmense fue presentado como un candidato de consenso, pero ediles de diferentes zonas de la provincia manifestaron disconformidad y señalaron que el capitalino no llegó con unánime respaldo. Advirtieron que se enteraron por los medios, y hasta amenazaron con alguna acción ulterior.

Si bien la furia se reprodujo por grupos de WhatsApp, anticipan que cuando la espuma baje pedirán explicaciones a las autoridades, sobre todo a quienes responden a la presidenta Alejandra Mas.

“Voy a intentar dar una mano”, le dijo Ruiz a Letra P. Esa mano que promete a sus colegas justicialistas no llegó desde la conducción del partido, al menos es lo que advierten en varios circuitos. En Río Negro, por su complejidad territorial, la mayoría de las representaciones políticas buscan integrar a las regiones: los valles, la zona atlántica, la región sur y la cordillera. Como pudo saber este medio, la movida fue inconsulta y sin consenso absoluto.

Concejales de Valle Medio, el campo de influencia del senador Martín Doñate, se enteraron por los medios. Lo mismo sucedió en algunos casos del Alto Valle. Hasta trascendieron presiones sobre otros representantes para que se respalde la designación.

Desde que Martín Soria dio un paso al costado del PJ, Mas llegó como figura de unidad. Su gestión, hasta hoy, no pasó sobresaltos más que el cruce normal de alguna reunión virtual. Las divergencias que se plantearon en los últimos días sobre diferentes temas, como la situación con los pueblos originarios de la cordillera, exteriorizan el variopinto esquema del peronismo. Pero esta instancia es absoluta responsabilidad de la presidencia, que quedó bajo la lupa.

“Una propuesta que me satisface enormemente que pueda concretarse nuevamente en mi mandato, luego de que se diera el puntapié inicial en la anterior presidencia”, se jactó Mas, según publicó el portal ADN.

Los intendentes, que impusieron un estilo moderado y de diálogo fluido con la gobernadora Arabela Carreras, promovieron la agenda de consenso que no llegó en la designación del edil capitalino, a pesar de lo que la exjefa comunal de General Conesa destacó el arribo. Este cortocircuito los roza, porque la liga está pensada para el anclaje territorial con vistas a las próximas instancias electorales.