Evitó anticipar nombres de sus futuros ministros y si bien no descartó que algunos de los que rodean al Gobernador Antonio Bonfatti puedan continuar en el cargo, otra de sus respuestas sonó tajante: "Todos los casilleros están en blanco".

Miguel Lifschitz volvió ayer al Senado como gobernador electo. El jueves había dejado la banca vacía, así que era su primera sesión en la Cámara desde que ganó las elecciones en la provincia. A la siesta, se reunió con los senadores de la UCR, a quienes anunció que después de las vacaciones de julio convocará a una ronda de consultas a los partidos del Frente Progresista para armar el nuevo gobierno. "La idea es arrancar el 10 de diciembre con un gabinete de consenso, seguramente vamos a llegar a un buen acuerdo", dijo el Gobernador electo de Santa Fe, Miguel Lifschitz. Ante la insistencia, Lifschitz evitó anticipar nombres de sus futuros ministros y si bien no descartó que algunos de los que rodean al gobernador Antonio Bonfatti puedan continuar en el cargo, otra de sus respuestas sonó tajante: "Todos los casilleros están en blanco".

Lifschitz dijo que las negociaciones en el oficialismo para definir su gabinete comenzarán con la UCR. Hoy, sobre doce ministros sólo tres son radicales: el de Producción y vicegobernador electo, Carlos Fascendini, su colega de Obras Públicas, Julio Schneider y el de Trabajo, Julio Genesini, a quien todos los sectores internos de su partido apoyarán para que continúe en el cargo porque ese fue el acuerdo para que el senador Hugo Marcucci encabezara la lista de diputados nacionales del Frente Progresista.

Pero el radicalismo pretende tener más participación en el gobierno de Lisfschitz sino lograr un equilibrio con el socialismo y sus aliados.

--¿Cómo va a armar su gabinete? ¿Mantendrá los tres radicales o habrá otra proporción política?-- se le preguntó.

-Es un tema que vamos a conversar -contestó-. Después de las vacaciones de julio vamos a iniciar una ronda de conversaciones con los distintos sectores del Frente Progresista. En primer lugar con el radicalismo y luego con el resto de los partidos con la idea de armar un gabinete de consenso. Seguramente vamos a llegar a un buen acuerdo.

- Los sectores de la UCR que apoyaron la fórmula Lifschitz Fascendini en las primarias dejaron trascender que pretenden dos ministerios más porque ya hubo un acuerdo con Bonfatti. ¿Es así?

- Bueno, todavía no hemos tenido ninguna reunión formal con el radicalismo. Las vamos a tener probablemente de aquí a unos quince días. Y a partir de allí, vamos a empezar a conversar, todavía no tenemos ninguna propuesta en concreto.

- ¿Quiénes se quedan o se van del actual gabinete?

--Todavía no hay nombres.

-Pero hay ministros que tienen un desgaste político como Angel Sciara (Economía), Antonio Ciancio (Aguas) o Raúl Lamberto (Seguridad Pública).

- Los casilleros están en blanco. Primero, vamos a conversar los criterios generales y después los nombres, pero todavía no hay ninguna propuesta --aclaró Lifschitz.

Uno de los se mencionan para integrar el gabinete es el presidente del bloque socialista en la Cámara de Diputados, Eduardo Di Pollina, como futuro ministro de Gobierno.

- Están todos los casilleros en blanco. Obviamente contamos con los legisladores que van a tener una responsabilidad muy importante, tanto en Diputados como en el Senado.

Ayer, en el primer mano a mano de Lifschitz con los radicales participaron referentes de distintos sectores internos: Lisandro Enrico (MAR), Orfilio Marcón (uno de los senadores del norte) y Hugo Marcucci, del grupo Escarapela que responde al presidente de la UCR, Mario Barletta, aunque el liderazgo está en una transición con el intendente de Santa Fe, José Corral, que también participará en las negociaciones con el gobernador electo. "Fue una buena reunión. Nos vamos a tomar unos días de vacaciones en julio y después comenzaremos a conversar", cerró Lifschiz.