Sigue en modo horizontal desde que Martín Soria dejó el mando. Doñate, Mas y los límites del dialoguismo. Contactos radicales que erizan la interna.
La falta de liderazgo en el justicialismo rionegrino genera zozobra en la dirigencia del Frente de Todos (FDT) en vísperas del inminente año electoral. La pandemia y un estilo horizontal de apertura para convocar a buena parte del panperonismo por parte de la presidenta del PJ, Alejandra Mas, aun no activó el proceso natural de recambio, requerido por los intendentes en su momento.
A unos meses de las elecciones legislativas, con o sin PASO, en un 2021 en el que también deben renovarse concejos deliberantes en nueve municipios, no aparece una figura que unifique al partido para disputar la provincia. A la espera de que emerja el conductor o la conductora, el kirchnerismo atraviesa esta crisis de representatividad en una región netamente favorable cuando los comicios están atados a la contienda nacional.
En ese contexto, la foto entre la coordinadora para la Patagonia Norte de la Secretaría de Municipios del Ministerio del Interior, la camporista Ana Marks, Mas y la diputada nacional y titular de la UCR, Lorena Matzen, junto a su correligionario Ángel Zingoni, intendente de Guardia Mitre, generó el rechazo del sector del partido que manifiesta acefalía de conducción. La imagen de radicales y peronistas juntos enardeció al ala más dura, que muestra fastidio por no tener un rumbo definido para 2021 y, en consecuencia, mucho menos de cara a 2023.
“Se sacan más fotos con radicales que con los compañeros”, lanzó un legislador del PJ que prefirió reserva, ante el llamado de Letra P. La frase augura que el modelo plural no alcanza y las jugadas de los popes partidarios no son aceptadas de forma unánime en el FDT, que deambula en la previa del proceso electoral. El estilo de Mas “a lo Gioja”, el exgobernador sanjuanino que en su momento debió trabajar mucho por la unidad justicialista en el plano nacional después de que Mauricio Macri llegara a la Casa Rasada, todavía no genera resultados en Río Negro. La pandemia y la falta de rumbo político alertan a diferentes voces del espacio.
La derrota a nivel provincial de Martín Soria en 2019 todavía se siente. Hoy diputado nacional, casi sin participación en la política doméstica, el exintendente de Roca observa cómo las nuevas autoridades llevan adelante un estilo dialoguista con el Ejecutivo rionegrino. Eso se tradujo en acompañamiento a la mayoría de las propuestas en la Legislatura, salvo en el reparto de los fondos del presupuesto 2021 para los municipios del PJ. Como describió este medio, la diferencia a favor de Juntos Somos Río Negro (JSRN) fue “absolutamente discrecional” y generó una crisis. El parangón es obvio: Alberto Fernández baja ayuda a Río Negro, respalda a la gestión de Arabela Carreras y los municipios del FDT sufren “discriminación” de la gobernadora.
Como lo habían pedido jefes locales en una reunión a finales de agosto, se perfilaba un modo abierto, dialoguista del partido. “Hay que abrir la participación y el consenso”, pidieron los intendentes de Todos. En limpio, pretendían terminar con el estilo ultraopositor de Soria, que se agotó en 2019 cuando Juntos Somos Río Negro (JSRN) impuso a Carreras en la puja electoral por la gobernación.
La costumbre de un poder partidario concentrado en General Roca, hasta la llegada de Mas, genera la comparación inmediata. Cuando tomó el lugar de Miguel Ángel Pichetto, el hijo de Carlos Soria deambuló hasta que en 2017, con la victoria de su hermana María Emilia en las elecciones de medio término, incrementó el rumbo que desembocaría en la candidatura por la gobernación. La derrota, luego de un mal cierre de listas –según el kirchnerismo–, le valió las críticas de Martín Doñate, otro actor importante en el esquema peronista.
Jugador
Un sector relevante del partido busca imponer al senador nacional Doñate para la pelea provincial, pero todavía no hay señales ni muestras de que realmente quiera ocupar ese rol. Lo llamativo es la imagen que transmite fuera de la provincia. “Va camino a ser un legislador importante, pero no sabemos si tiene lo que hay que tener para ser gobernador”, planteó un dirigente de La Cámpora consultado por este medio.
En Río Negro, los datos no son muy positivos. Según el sondeo de Estudio Par Consultores, el hombre de La Cámpora tiene una imagen positiva del 31% y un alto desconocimiento, que llega al 41%.
Doñate, quien estuvo activo con intendentes de la UCR, desde que llegó al Senado en diciembre pasado se posicionó de la mano del Instituto Patria. En la previa de las últimas elecciones presidenciales, de campaña por las regiones, convocaba a crear un peronismo más amplio e inclusivo, replicando las críticas que tuvo para Soria en la elección provincial.
Si bien en el último tiempo, como en la lista de unidad del partido, ambos referentes mostraron coincidencias, su falta de protagonismo genera ansiedad, sobre todo, en el debate sobre el mejor modelo de PJ para afrontar 2021 y esbozar un esquema para 2023: si tiene más peso el territorio o la llegada al corazón del kirchnerismo.
Por Ariel Boffelli
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