El objetivo es derrotar a Kicillof. La presión del triángulo de hierro amarillo sobre Macri y una reunión de segundas líneas. ¿Otra vez el 2009 y el 2013?
Por Pablo Lapuente
La Casa Rosada ya da dan por hecho que se sellará un gran acuerdo electoral entre La Libertad Avanza y el PRO para derrotar a Axel Kicillof en la provincia de Buenos Aires y que sólo es cuestión de tiempo para que se anuncie de manera oficial, lo más probable luego de la contienda electoral porteña.
En medio de la ebullición de la interna entre el gobernador bonaerense y Cristina Fernández de Kirchner, el capítulo más reciente dl noviazgo entre LLA y el partido amarillo se escribió este miércoles con una reunión privada entre Manuel Vidal, expresidente de La Generación y operador político de Santiago Caputo en su vínculo con el PRO, y Alejandro Finocchiaro, uno de los integrantes de la mesa chica de Cristian Ritondo.
La cita duró cerca de 40 minutos y ofició de antesala para la escritura de la letra chica del futuro pacto que, desde entre ambos espacios, confían que terminará haciéndose realidad, resta ver si es con o sin la anuncia del presidente del PRO, Mauricio Macri.
"La reunión fue un gesto más en el acuerdo que tenemos entre ambos sectores, además que tanto Alejandro como Cristian son muy bien valorados tanto por su acompañamiento de la agenda del Gobierno, como por su defensa en los medios de comunicación. Por eso hay una muy buena sintonía en la provincia", ponderó un hombre libertario.
Es el segundo encuentro de este tipo que se da en lo que va de la semana. El lunes por la noche, café de por medio y con las pantallas de la televisión mostrando la decisión de Kicillof de desdoblar los comicios en su provincia, se reunieron Ritondo, el diputado Diego Santilli y el presidente de LLA bonaerense, Sebastián Pareja, para comenzar a precisar cómo será la estrategia política que llevarán adelante en las ocho secciones electorales que tiene Buenos Aires.
Armador bonaerense de La Libertad Avanza.El triangulo de hierro amarillo que presiona a Mauricio Macri
En el oficialismo suelen referirse a Ritondo, Santilli y Guillermo Montenegro como el triángulo de hierro amarillo, en espejo al violeta que componen ambos Milei y Caputo. El trío PRO presiona a Macri para que habilite un acuerdo en Buenos Aires, como primer paso para sondear algo de alcance nacional de cara al 2027.
La dificultad que enfrenta el triángulo es que mucho antes de los comicios provinciales de septiembre, que Kicillof definió por decreto, LLA y PRO deberán medirse en la Ciudad de Buenos Aires, territorio en el que crecen las hostilidades de un lado y del otro, que ponen cada vez más en riesgo la convivencia armoniosa en otras jurisdicciones.
En el macrismo frentista reconocen que si escala la tensión entre la lista que encabeza Manuel Adorni y la de Silvia Lospennato, y el PRO pierde las elecciones, tendrán mucho menos margen de negociación al otro lado de la General Paz. "La letra chica de la provincia todavía no está escrita porque primero tenemos que esperar los resultados de la Ciudad", reconoce una fuente relevante de PRO. UNa derrota en el bastión amarillo implicaría una claudicación para negociar una fusión bonaerense.
Como publicó este medio, en principio, la postura del macrismo sin Macri es poner a disposición de la contienda bonaerense no sólo a sus 12 intendentes, 13 bancas en Diputados y nueve en el Senado provincial, sino también a sus posibles candidatos locales, sin que eso signifique exigir la cabeza de la lista. El mismo Santillo lo admitió en público.
Por estas horas, en el PRO sacan pecho y aseguran que tienen múltiples referentes en cada rincón de Buenos Aires, que podrían sumar en aquellos lugares en donde las Fuerzas del Cielo todavía no desembarcaron. Macri, para no quedar afuera, habló de un eventual acuerdo, pero fuentes amarillas apuntan que lo hizo para no quedar desautorizado frente a reuniones entre macristas y libertarios de las que no estaba al tanto.
Los antecedentes del PRO diluido
Si la mesa provincial del partido amarillo llega a un acuerdo con la cúpula libertaria en la provincia de Buenos Aires, se podría hablar de un método electoral con historia desde que Macri fundó el PRO hace casi dos décadas.
En 2009, Jorge Macri ya había tejido una alianza con Francisco De Narváez para derrotar al expresidente Néstor Kirchner en la madre de todas las batallas; y, cuatro años más tarde, en 2013, Mauricio Macri repitió la estrategia con Sergio Massa, para enfrentar al candidato del kirchnerismo Martín Insaurralde.
Jorge Macri y Sergio Massa, en 2013, previo a los acuerdos electorales.
En aquella última elección, incluso, el plan funcionó para el macrismo, que todavía no tenía un despliegue nacional. El por entonces jefe de Gobierno porteño metió tres figuras en la lista del Frente Renovador: Soledad Martínez (6°), hoy intendenta de Vicente López; Gladys González (12°), vinculada en su momento a Horacio Rodríguez Larreta; y Christian Gribaudo (13°), parte de la estructura del operador, Daniel Angelici, histórico socio de los Macri.
¿Podría haber una tercera vez con LLA? Puede ser. La principal diferencia radica en que no sería un acuerdo de cúpulas y Macri quedaría afuera de la mesa de negociación.
"El vínculo que tenemos con Mauricio se explica mejor leyendo El Principito. Hay un capítulo en el que el protagonista le pide permiso para sentarse a un rey y éste para marcar su autoridad le ordena inmediatamente que se siente. Acá está pasando lo mismo", aseguró a Letra P una fuente histórica del partido que conoce bien a las partes, y que cree que Macri se encargó de decir en los medios que los encuentros de Ritondo, Santilli y Montenegro en la Casa Rosada tenían su bendición porque "no tenía posibilidad de decir otra cosa y si lo hacía iba a mostrarse sin poder".
Tal como dio cuenta este medio, el líder de PRO se enteró unas horas antes, vía Zoom, que Ritondo y Santilli tenían en agenda una reunión en Balcarce 50 con ambos Milei y los armadores libertarios para explicitar, por primera vez el 17 de marzo, el acuerdo sobre el que vienen trabajando desde hace meses. Todo indica que Macri se enteró de la cena de este lunes en Congreso, y de la reunión entre Finocchiaro y Vidal de este miércoles, por los medios.
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