Es un sector que reúne varios chalets históricos marplatenses. Por la polémica vía de excepción, el Sindicato de Pasteleros construye un hotel de 10 pisos.
En enero de 2011, un grupo de vecinos peticionaron ante el Concejo Deliberante una ordenanza que proteja urbanística y patrimonialmente el borde costero entre las calles 9 de julio y San Luis.
Los concejales solicitaron informes a la secretaría de Planeamiento Urbano municipal, que resultó favorable a la petición vecinal, luego pidieron al Ejecutivo que se redactara el proyecto, y obtuvieron por respuesta una visita de José Luis Castorina y personal técnico a la Comisión de Obras para explicar que estaban trabajando en un proyecto de áreas Patrimoniales. Luego de ese encuentro no ocurrió nada más, solamente notas y palabras, en más de cuatro años no se avanzó ni se dio respuesta.
Lo que sí avanzó y muy rápidamente fueron los proyectos de excepción que van en contra de lo informado por la Secretaría y distorsionan el área más significativa de la ciudad como es la Loma Santa Cecilia.
Una de estas excepciones a las normativas urbanísticas corresponde a la solicitada por el Sindicato de Pasteleros, para construir un hotel en medio del Conjunto Patrimonial “11 de Septiembre”, sector que reúne varios chalets y una casa criolla de fines del siglo XIX, a lo largo de la calle 11 de Septiembre, frente al paseo costero, entre Córdoba y San Luís.
La excepción aprobada en tan sólo 40 días permitió mutilar dos de los chalets del conjunto, para que se levante un edificio de 10 pisos de altura y “entre medianeras”, con lo cual extenderá el impacto.
Los chalets afectados fueron proyectados y construidos en 1942 por el reconocido arquitecto Valentín Coll. Ambos chalets siguen una simetría no especular, y responden al estilo “mar del plata”. “Se encontraban en perfecto estado de conservación hasta ser adquiridos con estos fines, lo que nos demuestra una vez más que se recurre al abandono intencionado como medida para justificar las excepciones”, afirmó a 0223 el arquitecto Cristian Andreoli, titular de la ONG Marplatenses Defensores del Patrimonio Arquitectónico y Urbano.
A su vez, puntualizó que “estas autorizaciones, que mutilan e incorporan arquitectura de escala disonante sobre los bienes, no tiene ningún otro fundamento que no sea el especulativo, ya que no siguen ningún principio internacional en materia de preservación del patrimonio, sea éste monumental o modesto”.
“Lo que están haciendo no es preservar ni poner en valor, es llanamente Taxidermia Patrimonial, es matar, seccionar, vaciar, dejar con la apariencia de vivo y como resto de lo que fue, casi a modo de trofeo de caza, exhibirlo. Hoy puede verse emerger detrás de los restos de chalets la estructura de la nueva edificación y avizorar el impacto que tendrá sobre el conjunto como sobre las propiedades linderas por calle San Luis”, remarcó Andreoli.
A renglón seguido, el arquitecto sostuvo que “a quienes esgrimen el argumento de la ‘generación de fuentes de trabajo’ les hemos respondido siempre: El trabajo que se genera es temporal, mientras que el daño que producen es permanente e irreversible. Además el hotel podría estar en muchos otros sitios, y generar las mismas fuentes de trabajo, sólo es cuestión que el municipio oriente y estimule, como también es necesario que establezca reglas claras y eficaces incentivos para alentar a la preservación real”.
“Sin embargo van por un camino errado que en los últimos años, sólo ha logrado acelerar notablemente el círculo vicioso que significa el ‘deterioro de bienes , excepciones y sustituciones, y el deterioro de otros bienes…’ degradando sistemáticamente no sólo lo que nos distingue, nos cohesiona como sociedad, nos da sentido de pertenencia al sitio, sino también arruinando un importantísimo recurso turístico, que genera o podría generar mucho beneficio para toda la ciudad; pero se está echando a perder para que sólo unos pocos hagan negocio”, finalizó Andreoli.
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