En Pro comenzarán a colaborar con la fiscalización de los votos de La Libertad Avanza; diálogo entre estrategas; incomodidad en ambos campamentos y dudas por el alcance del acuerdo de Milei con el expresidente.
Por: Maia Jastreblansky.
Mañana tendrá lugar un nuevo hito en la flamante aventura electoral de Javier Milei y parte de Pro. Guillermo Francos y Guillermo Ferraro, los dos hombres fuertes de los equipos técnicos del libertario, tienen agendado reunirse con Paula Bertol, exembajadora ante la Organización de Estados Americanos (OEA) y la coordinadora de la fiscalización de Patricia Bullrich. La idea es que ella -macrista de la primera hora- le aporte a La Libertad Avanza (LLA) la experiencia de su tropa de fiscales, un rubro endeble para los libertarios.
Al cónclave está previsto que se sume Eduardo Bastitta, un empresario del rubro logístico e inmobiliario que es un engranaje clave en la relación de Mauricio Macri con Milei. Dicen en ambos campamentos que es de los más entusiastas con la flamante sociedad política y que quiere “aunar esfuerzos” para ayudar de cara al balotaje.
Pero, más allá de algunos aspectos en los que se espera que haya colaboración en las próximas tres semanas, el futuro del “pacto de Acassuso” todavía es muy incierto. Algunos creen que, si Milei le gana a Sergio Massa, podría darse el escenario de máxima: una suerte de “cogobierno” entre el libertario y el “mundo Macri”. Pero que si Milei pierde, todo podría diluirse rápidamente.
Todos los involucrados aseguran que hasta ahora no se habló de un eventual reparto de espacios de poder. En principio, en la charla en la casa de Macri, según algunos testigos, Milei exhibió “apertura total” y se mostró “dispuesto a incluir en donde sea y todo lo que sea”. Macri, en tanto, exhibió su intención de “fortalecerlo” en lo político y en lo técnico. El expresidente ya dijo que el problema del libertario es que “algunas de sus buenas ideas no están acompañadas por la fuerza material necesaria”. Una figura muy relevante de Pro lo dijo así: “Macri cree que las ideas de Milei son buenas, en cambio Patricia cree que Milei es el mal menor”.
Javier Milei
El expresidente puso a su mano derecha, Fernando De Andreis como un interlocutor con los equipos de Milei. Allí talla Santiago Caputo como el estratega del libertario en las sombras y uno de los cerebros de su campaña, aunque nunca quiso asumir el rol formal. El “gurú” extraoficial de Milei, a su vez, encontró en los equipos de Bullrich a un viejo conocido y otrora socio: Derek Hampton. Ambos son alumnos de Jaime Durán Barba. Después de los comicios, Milei comenzó a hacer actividades de cercanía -muy sintonizadas con el libreto duranbarbiano- en comercios y fábricas. Ayer fue a cargar nafta, para sacar provecho del faltante de combustibles. “El modelo de la casta siempre termina con escasez o aumento de precios”, dijo.
Respecto a la incorporación de figuras del mundo Pro, en los últimos días se vio el alcance que tendrá el asunto, que es incómodo para ambas partes: Milei podrá elogiar a exfuncionarios del gobierno de Macri con una invitación pública a sumarse a un eventual gobierno suyo, pero no habrá un reparto de cargos antes de las urnas. En La Libertad Avanza dicen que difícilmente Milei exhiba su plantel de gobierno completo antes del balotaje. “Patricia mostró equipo y no le sirvió de nada”, dijo uno de los dirigentes de Pro más entusiasmados con la opción Milei.
Escenario de máxima y de mínima
Para los libertarios, el “toma y daca” con el macrismo les mete ruido en el discurso “anti casta” y ahuyenta al electorado que vio en Milei al outsider del sistema. En LLA quieren plantear que la pelea es entre “el candidato del pueblo y el candidato del establishment”. A Macri, en tanto, un reparto anticipado del poder lo complica mientras está expuesta la fractura de su partido. En definitiva, Milei es quien quedó con menos chances ganar.
El expresidente mandó a hacer una encuesta exprés el lunes postelectoral para saber qué porción de su electorado estaría dispuesto a votar a Milei. Después de eso, se acercó al libertario, con un escenario de máxima y otro de mínima. Si Milei gana, Macri quedará como el gran patrocinador del nuevo gobierno, probablemente con figuras propias en lugares clave. Y si pierde, buscará evitar que el Congreso se convierta en una escribanía para Massa, por quien siente una enorme antipatía.
Mauricio Macri consuela a Patricia Bullrich: una imagen que marcó la noche del domingo electoralFabián Marelli - LA NACION
Macri cree que al actual ministro de Economía no le costaría cooptar a buena parte del bloque libertario en Diputados y que podrá sumar la voluntad de parte de los radicales y sacar provecho de una cámara atomizada. “Si además se compra la Justicia, bueno, sería una catástrofe”, dijo un colaborador que está cerca del exmandatario.
La Justicia en un eventual gobierno de Massa es el principal desvelo de Macri. Conoce la red de contactos que tiene el tigrense en los tribunales y mira de cerca su relación con Diego Molea, su referente en el Consejo de la Magistratura. Cree, así, que no tardará en mover las fichas. Sobre todo si necesita congraciarse con Cristina Kirchner.
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