Hizo sus primeros pasos en el deporte en su barrio, Caisamar en Mar del Plata. Entrenó con garra y corazón en el deporte que la apasiona, el hockey, hasta hacerse un lugar en el seleccionado, y allí cambió la historia. Con sus compañeras le pusieron un nombre a ese equipo que tocó el Olimpo: “las leonas”. De su pasión por el dibujo salió también el primer logo del seleccionado de hockey femenino.

> Con la camiseta Argentina, Arrondo jugó 125 partidos internacionales, convirtiendo 14 goles, y obtuvo dos medallas de oro en Juegos Panamericanos y dos medallas olímpicas (plata y bronce) en los Juegos Olímpicos de Sídney 2000 y de Atenas 2004. En 2001, obtuvo la medalla de oro en el Champions Trophy y en 2002, obtuvo el título en el Campeonato Mundial disputado en Perth, Australia.

Hizo su experiencia jugando profesionalmente en Europa, pero el corazón la trajo de nuevo al mar. Quiso volcar su pasión por el deporte, para forjar una herramienta de inclusión. Hizo un relevamiento del deporte barrial y de los clubes: detectó que no había oferta deportiva para las chicas. Golpeó puertas, levantó teléfonos y armó proyectos. Fundó el programa municipal de hockey.

Desde el año 2014, más de mil chicas de diferentes barrios de la ciudad juegan al hockey, un deporte con un pasado elitista. Arrondo, pudo proyectar sus ganas de volcar lo construido en su carrera como atleta de alto rendimiento con su compromiso por la inclusión social, y los derechos de las mujeres.

Frente al difícil contexto que atraviesa el país, con el vaciamiento del estado, el crecimiento del hambre y el desempleo, y las políticas regresivas en materia de derechos, sintió la necesidad de proyectar un nuevo lugar para seguir trabajando por su comunidad. Tras un amplio recorrido junto a movimientos sociales, surgió la posibilidad de disputar una banca en el Senado provincial, por el espacio Cumplir, que conduce Florencio Randazzo.